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Las mejores frases futboleras de octubre. Cuarta parte.

 

"Si le dieran siempre el Balón de Oro a Messi estaría bien para mí porque ha marcado una diferencia con el resto desde hace mucho tiempo"
Jorge Sampaoli, messista.

"Para mí fue muy simple, un equipo que salió a no perder ganó y un equipo que salió a ganar perdió, como pasa muchas veces en el fútbol”
Manuel Pellegrini, anticholo.

"Tenemos la ilusión de hacer el mejor Mundial de la historia"
Gustavo Alfaro, ilusionista.

"Tengo el teléfono que parece que se me ha muerto un familiar"
Xavi, con el equipo muerto.

"¿Quién no querría tener una charla con Gareca (Ricardo)? Si el Tigre quiere dirigir en Argentina vamos a hacer el esfuerzo"
Fabian Doman, fisicoculturista.

"Muchos de los futbolistas son fumadores y bebedores"
Felipe Vega-Arango, entrenador fumador y chupador.

"Francescoli nos dijo que hay que mover lo menos posible"
Matías Patanian, lento.

"Boca no fue el mejor en jugo: jugó horrible. Es el peor campeón que vi. Está bien que el fútbol argentino es una lágrima. No veo jugadores, quiero ver un sombrero, un caño, algo que no se ve lamentablemente"
Beto Alonso, guardiolista.

"Al vernos arriba se le cayeron los pantalones a la mayoría"
Carlos Zambrano, stripper del Golden.

"¡Qué muchachos estos de Racing! Hablemos de la verdad. Todo bien con nosotros que somos campeones pero... la verdad que somos menos peores que el resto"
Mario Pergolini, no está felí

“El objetivo es el miércoles con Tigre, a mi no me cambia nada. Si quedamos afuera, es un partido de fútbol. Cuando el equipo pierde, es normal que le hincha se enoje”.
Fernando Gago, normal.

"Lo del domingo fue la catástrofe deportiva más grande. Terminé mal. Desconozco qué pasó. Lo único que sí sé es que me hizo mucho daño, me mató anímicamente"
Guillermo Francella o debería decir Pepe Argento…

"El Gringo Heinze es un amigo, le tengo muchísimo cariño, ama mucho a Newell's, ha demostrado una identidad de juego muy clara y obvio que en esta ciudad uno puede llegar a decir una cosa que repercute para cualquier lado. Un poco me sorprendió la decisión aunque hablo muy seguido con él, con la capacidad que tiene y como vive el fútbol le puede dar cosas importantes a Newell's, pero del otro lado que no sea tan importante... No quiero que salga campeón, tampoco la pavada, aunque lo quiero y todo"
Kily Gonzalez, amigo, pero antes hincha.

"Desde que me fui de Francia, todo ha ido cuesta abajo allí. Francia me necesita, yo no necesito a Francia. Ni tener a Messi, Neymar o Mbappé te puede ayudar. ¿Por qué? Porque no tienes a Dios".
Zlatan Ibrahimovic, humilde.

Frases tomadas desde el 13 al 25/10/2022



El antiequipo de la semana

 


Arriba: Barcelona (Club caído en desgracia deportiva, caído a la Europa League); Atlético Madrid (Club que no pasó a octavos de la champions ni con ayuda del VAR); Fernando Gago (pierdepartidos importantes).

Abajo: Cristiano Ronaldo (Casi ex jugador del Manchester United, calentón); Periodismo deportivo (Cabaruleros, botones, vendehúmos); Erik ten Hag (Casi ex entrenador del Manchester United, pelotudeador de CR7)

Selección.

Bueno vamos a copiar y pegar lo que ya pusimos sobre el DT de Racing y actualizarlo: otra vez Fernando Gago por acá y por lo mismo de siempre: perder los partidos claves. Ni Holanda se animó a tanto. Indudablemente Racing es uno de los mejores equipos en la actualidad del fútbol argentino, juega bien, mira el arco de enfrente y gana… cuando no son partidos importantes. Así le pasó en la Copa de la Liga pasada, el mejor equipo, pero cuando tenía que ir al mano a mano perdió. Lo mismo por la Copa Argentina. En la Sudamericana perdió insólitamente. Ahora tenía que ganar para salir campeón y perdió. La próxima miéntanle a Gago, díganle que es un amistoso, un entrenamiento. Un caso para el diván. Eso sí, el día que pueda romper la maldición se va a cansar de salir campeón.

Que podemos agregar del periodismo deportivo. Ibarra hace más o menos un mes era un desastre, Battaglia era otro inútil, pero en cuestión de tiempo Battaglia agigantó su figura y es el ser humano más ganador de la historia de Boca e Ibarra es el mejor DT del año. Peeeeeero después de perder contra Patronato por la Copa Argentina, volvió a recibir palos. Gago paso de ser el Guardiola argento a ser el Hector Cúper de la década. Pero también hay periodismo de investigación, como el like que tiró Cardona a la publicación de los festejos e Boca o escrachar por todos lados a Mauro Zarate por festejar el título de Boca (bueno, igualmente se escrachó solito) y dar a entender que por eso lo rajaron de Platense… en fin, nada nuevo bajo el sol.

Si vamos a hablar de gente hinchapelotas, hay dos que nos tienen las bolas por el suelo: Erik ten Hag y Cristiano Ronaldo. Un poco más el neerlandés que el portugués. La batalla de egos entre los dos llegó a un momento culminé. CR7 que precalienta, paran el cambio, que Cristiano se va, que don Erik lo castiga y ni concentra. El Manchester United hace años que da pena. Si no fuese por los goles de Ronaldo no se hubiese clasificado ni a al Europa League. Está bien, el chabón tiene el ego del tamaño de los aires acondicionados de la cancha de Qatar, pero un jugador de la hostia. Hizo 18 goles el torneo pasado en un equipo que tenía menos alma que Bart después de vendérsela a Milhouse. Es normal que se ponga de culo si no lo ponen. Ahora bien, el que manda es el DT y si no le haces caso o te haces el poronga, termina pasando estas cosas. Ahora CR7 seguramente pedirá volver al equipo para sumar minutos de cara al mundial, y luego se ira al Chelsea o a donde lo dejen jugar sin que le rompan las pelotas.

Podríamos empezar diciendo que… esto con Messi no pasaba, pero bueh. El Barcelona otra vez afuera de la Champions en primera ronda. Nuevamente está el premio consuelo de la Europa League, a la que ya entro porque el Viktoria Pilsen perdió todo y no lo puede alcanzar. Lejos en el tiempo quedó aquel Barcelona de Messi, Suarez y Neymar que llegaban por lo menos hasta octavos. Y otra vez el Bayern Múnich dejándolo afuera. Esto ya se vio. ¿El problema es Xavi? Y parece que no. Ni siquiera los 850 goles por temporada que hace Lewandowski salva a este Barcelona sin alma, sin piernas y sin ambición. El Bayern lo cacheteo desde el primer minuto, lo goleó a domicilio y lo dejo con más preguntas que un parcial de impuestos.

Otro que no llega a octavos es el Atlético de Madrid. El equipo del cholo está acostumbrado a romper las bolas en este certamen y llegar lejos, esta vez no tiene ni asegurada la clasificación de consuelo a la Europa League ya que tiene que pelear el ingreso con el Leverkusen, equipo con el que empató y lo dejo afuera. El que ganaba el partido se metía en la pelea por entrar a octavos. El conjunto alemán fue a pararse de igual a igual y lo complico de entrada. Muchos errores defensivos, justo en el equipo del cholo permitieron que el conjunto de las aspirinas pasase a ganar. Luego De Paul hizo un enorme gol para el empate. Parecía que se venía la victoria del Aleti, sobre todo cuando el partido ya terminado a los 98 minutos tenía un penal a favor que Carrasco malogró. Pasó Galván y le dijo que así no se patea. 

Creo que ya está

Las últimas palabras de un prócer son las que quedan grabadas a fuego. Al momento de pasar a la inmortalidad, siempre pronuncian una que será inalterable a lo largo de toda la historia. A menos que la misma sea un tanto ruda y aguerrida como la que pronunció el Sargento Cabral: “Muero contento porque cagamos a esos mierdas”. Era un poco fuerte para el pomposo vocabulario de la época y para los futuros manuales de las escuelas, así que la modificaron un poquito y quedo registrado el “Muero contento, hemos vencido al enemigo”.

Tan importante es ese epitafio tallado en el mármol de la historia, que reconocemos al prócer si nos dicen una frase suya al momento de exhalar el último aliento. Generalmente son espontaneas y tratan sobre la libertad, la patria… siempre y cuando el prócer en cuestión llegue a estar su lecho de muerte esperando el tan temido final. Distinto es el caso de fallecer en pleno combate. Es más difícil de escuchar si uno no tuvo la suerte de Cabral. Porque no solo están los ruidosos cañonazos, los sablazos entre las distintas facciones, sino porque el ajetreo y candor de la batalla hace que el emisor de la frase para la posteridad se olvide que exista una. Fue el caso del Teniente Hugo Baltasar Romero de la Casa, héroe de innumerables batallas, cuyas últimas palabras fueron: “¡La re concha de tu madre, justo me vienen a sablear ahí, pedazo de hijo de puta!”. Las crónicas de la época solo dijeron que el Teniente Romero de la Casa hasta último momento vocifero en contra de los enemigos.

Como hemos dicho, cuando el prócer o valiente soldado servido de la patria tiene la buena fortuna de envejecer o morir en su lecho, las últimas palabras pueden pensarse, pueden decirse y luego quedar callado hasta que la muerte lo visite. Tal fue el caso del General Carlos Antonio Miguel Hornos de La Fuente. Héroe de la batalla de Pavón y Brasil, que mantuvo a su tropa invita en la batalla de la General Paz, protagonista de la batalla de campo empiojado. Un prócer con todas las letras y que conllevaba con él la responsabilidad que sus últimas palabras sean dignas de sus cicatrices en defensa de la Patria, la justicia y la paz.


Don Carlos Antonio Miguel Hornos de La Fuente, no dejaba nada librado al azar. Antes de cada batalla se memorizaba lo que eventualmente serían su frase. “Muero por la unión y libertad del pueblo argentino”. Tal fue su obsesión con ello, que durante la guerra contra el Imperio del Brasil fue malherido, pronunció esa frase y luego calló. Ni los médicos de campaña pudieron hacerlo hablar. Ya pasado el riesgo de muerte, volvió a emitir palabra y por fin dijo donde le dolía. Tuvieron que pasar tres días y varias sanguijuelas usadas por los galenos. “Estas mierdas me están chupando, carajo”. Fueron sus palabras. A su lado se encontraba don Fernando de la Usura, quien además de ser su fiel ladero era el escribano que iba a certificar sus últimas palabras. “No anotes eso por favor, voy a vivir”, le suplicó Hornos de la Fuente al ver como su amigo y escribano escribía ese insulto como última frase para la posteridad.

Los años fueron pasando, las guerras fueron acallándose en el seno interior de la patria y con ellas el General Don Carlos Antonio Miguel Hornos de La Fuente pasó a retiro con 65 años. Tenía una vitalidad y energía envidiable para alguien de su edad y para aquella época. Todo lo hubiese cambiado por morirse y decir sus últimas palabras. Pero estas también cambiaron. Porque si él se moría, lo iba a hacer de viejo o por enfermedad, accidente o lo que fuese. Su frase había cambiado a: “¡Oh Patria mía! Dejo mi vida y mi alma por ti”. Le había parecido una frase corta, buena. Entre Sanmartiniana y Belgraniana. O mejor aún, porque nadie le había entregado el alma a la patria. Tan contento estaba que se la memorizó y hasta dejó anotado en un papel al lado de su mesa de luz, por las dudas.

Pasaron los años, y el tan ansiado día de la muerte parecería que había llegado. Don Carlos Antonio Miguel Hornos de La Fuente ya tenía 87 años, con fiebre, postrado en una cama y rodeado de sus dos amadas hijas, Merceditas y Bernardita, además de su fiel amigo y escribano Fernando de la Usura, y el doctor Rodolfo de Paulo. Su amada esposa, Cintia Carolina Cardozo de Hornos de La Fuente, hacía años que había dejado su mundo. Se marchó al Uruguay, porque con los años el General se había puesto bastante insoportable y cansador.

La muerte acechaba ya, los huesos cansados del General ya sentían el abrazo acogedor del eterno descanso.

—Creo que ya está. —comentó en voz bajita el General. Merceditas, Bernardita, Fernando y el doctor se acercaron. Ambas hijas comenzaron a llorar.

—No lloren, he esperado este momento. Comentó el General, mientras Fernando, el escribano, empezó a anotar. El prócer de las mil batallas lo miró azorado.

—¿Qué anotas?

—Anoto sus últimas palabras para la posteridad, mi excelentísimo General.

—¿¡Pero vos sos boludo!? ¿En que habíamos quedado? Yo digo “¡Oh Patria mía! Dejo mi vida y mi alma por ti”, vos anotas eso y ahí me muero.

—No papá, no te mueras por favor. —dijo Merceditas apretándole la mano.

—¡Me tengo que morir! ¿¡Y vos que seguís anotando, pelotudo!? —se enojó el General.

—Perdón mi General, la costumbre. Ahora usted solo diga esas palabras yo las anoto y esperamos el trágico desenlace.

—Para mí el paciente está estable, ni fiebre tiene, es más los latidos van bien, creo que hice un buen trabajo. —acotó el medico mientras le tomaba el pulso.

—¿Y usted va a conocer más de la muerte que yo? —se irguió en la cama el General— yo en la batalla de Gallina tuerta vi a la muerte a los ojos, y ahí comprendí todo, sus tiempos y formas.

—Si usted lo dice. —dijo el médico mientras miraba su reloj.

Pasaron dos horas de un silencio incómodo para todos, el General miraba un punto fijo en el techo y movía la cabeza negativamente. Merceditas y Bernardita cuchicheaban sobre sus cosas. Fernando se quedó medio dormido en un sillón, mientras que el medico aprovechaba para leer un voluminoso libro de anatomía.

—¡Oh Patria mía! Dejo mi vida y mi alma por ti —grito el General asustando y rompiendo el silencio en pedazos, haciendo saltar a los presentes. Acto continuo, cerró los ojos.

Mercedita y Bernardita se abrazaron llorando a los gritos. El escribano tomo nota de las últimas palabras de uno de los más gloriosos Generales que habían visto estas tierras. Mientras el medico ni se levantó de su sofá. Solo levantó la cabeza para mirarlo unos segundos.

—Ese hombre respira y está más vivo que yo. —dijo el doctor desde su sillón luego de unos minutos que parecieron eternos.

—¡Papá, papá estas vivo! —gritaron ambas hijas al unísono mientras corroboraban lo dicho por el doctor. Sin embargo, el General no abrió los ojos, los cerró más fuerte y pudo advertirse una mueca de fastidio y de enojo en su cara. —Háblanos papá, háblanos— suplicaban las chicas. Pero el General seguía apretando cada vez más los ojos.

—¿Qué hacemos? —pregunto el escribano, obteniendo como respuesta un encogimiento de hombros por parte del doctor.

El tiempo fue pasando, el General seguía ahí mientras sus hijas lo animaban a que diga algo, o que por lo menos hiciese un gesto. Hasta que por fin el General se irguió en la cama y abrió los ojos. Estuvo un rato así, mientras Merceditas y Bernardita daban gritos de júbilo. El General empezó a mirar mal, primero al escribano, luego al médico y finalmente a sus herederas. Se sentó en la cama, resoplo. Volvió a mirar a todos con cara de enojado y meneando la cabeza. Se colocó sus zapatos, se levantó y tomó su bastón, comenzó a caminar lentamente. Abrió la puerta del dormitorio ante la azorada mirada de todos. Bajó las escaleras, sus pasos se escuchaban como iban perdiéndose hasta el portazo que le dio a la puerta principal de la casa. Nunca más se lo vio al General. Algunos dicen que se fue a su casa cerca de San Pedro, otros dicen haberlo visto internarse en la selva del impenetrable, para así no hablar con nadie más y que esas hayan sido sus últimas palabras escuchadas.  Lo cierto es que algunos lugareños del Chaco, juran que, en algunas noches oscuras sin luna, suelen escuchar un grito enojado que dice así: “¡Oh Patria mía! Dejo mi vida y mi alma por ti”.

Toni Schweinheim

Obra Publicada, expediente Nº 510614. Dirección Nacional del Derecho de Autor


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Ranking FIFA a octubre 2022

 


Los parámetros para elaborar son exactamente similares a los estándares que toma la FIFA:

⚽Elección de los equipos mientras Infantino se da con Ayahuasca, Dominguez empepado y el esloveno presidente de la UEFA que tiene cara de garca dándole al dimoxinil.

⚽Equipo que gana alguna Copa Continental se le descuentan 100 puntos.

⚽Bélgica primero, siempre y cuando no haya mundial.

⚽Selección europea suma 150.

⚽Partido suspendido entre Brasil y Argentina, suma guita para la FIFA.

⚽Prohibido mencionar al país llamado R*s**


Las mejores frases futboleras de octubre. Tercera parte.

 

"Ya nos volveremos a ver en esta vida"
Marcelo Gallardo a lo Terminator

"Soy un ser humano, soy arquero, no soy un robot que puedo sacar todas. Hay partidos que hay goles que no son imposibles y otros que tengo la posibilidad de atajar que parecen imposibles"
Agustín Rossi, ciborg.

"La decisión la tomaremos (sobre Cardona) de acá a lo que queda del torneo y en beneficio del club y el equipo"
Fernando Gago, deja nomas que Cardona ya tomo.

"Yo no podría dirigir en una liga que tiene uno de sus equipos cuyo estadio lleva mi nombre".
Marcelo Bielsa, hincha.

“Es el momento, es una etapa que se cumple”
Nestor Ortigoza, colgando los botines.

“Las elecciones en Independiente se ganaron bien, tuvieron apoyo de la gente y ahora ya está, hay que hinchar para que al Rojo le vaya bien”
Hugo Moyano, resignado.

"Si no sufrís, no sos de Racing"
Lautaro Martínez, sufrido.

"Lo van a ayudar a Racing, de eso no me cabe la menor duda por cómo lo vienen ayudando”.
Quique Hrabina, tirando palos, como cuando jugaba.

"No estuve atento a lo que pasaba con Racing. Traté de estar acá y ganar el partido. Por suerte la pechearon"
Alan Varela, termeandola.

"Les agradezco a mis compañeros, que me vienen bancando, vengo de cagada en cagada"
Luis Advincula, cagandola.

"Me chupa un huevo el título de Boca con semejante técnico"
Atilio Costa Febre, sacado.

"Jugaron muy bien y a ganar, habla muy bien de River, que salió a ganar. Fue una linda tarde de fútbol para todos los argentinos"
Marcos Rojo, agradecido.

"Boca salió campeón por Armani y Borja"
Oscar Ruggeri, antiroman.

"Lo que demuestra Gago, es que puede jugar muy bien al fútbol, pero es terrible cagón"
Daniel Lalín, cabeceador de redoblantes.

"Principalmente a mí lo que me gustaría destacar es que en un país donde todo se sospecha de todo, donde todo está cruzado, todo es tan mezquino, que parece hasta vacío de valores, nosotros creemos que desde el fútbol a veces tenemos la posibilidad de sembrar semillas , que signifiquen que más allá de todo se puede tener respeto y dignidad por la profesión, por el fútbol, por la pasión que nos genera a todos este deporte"
Marcelo Gallardo, sembrador.

Frases tomadas desde el 13 al 25/10/2022



Sábados de Fontanarrosa. Hoy: "Bramuglia"

Bramuglia no podía hablar de cosas intrascendentes. Escuchar sí, a lo sumo, fumando, mirando hacia otro lado, como distraído y, a veces, condescender con una sonrisa cuando se decía algo gracioso o intencionado. Pero él no hablaba de cosas intrascendentes. Y tenía la virtud de los grandes insiders de nuestro fútbol: profundizaba de inmediato. Si alguien, inadvertido, le tiraba un tema que no respondía a su densidad de lucubración o a su perspicacia analítica, Bramuglia enseguida lo encarrilaba hacia la condición humana, la insoportable levedad del ser y la empecinada tenacidad del hombre en modelar su destino. Uno se sentaba con él, le comentaba algo sobre lo húmedo de la tarde o el inquietante lomo de una señorita cercana y, de pronto, se encontraba hablando sobre el Todo y la Nada, lo Finito y lo Infinito, o la particular conformación de los cenáculos en la antigua Grecia.

El antiequipo de la semana.

 


Arriba: Edwind Cardona (Casi ex jugador de Racing, casi ex jugador, partuzero, irresponsable); Jorge Brito (Presidente de River, puteado, abucheado y silbado); Patronato (Club que descendió la semana pasada).

Abajo: Aldosivi (Club que descendió la semana pasada); Periodismo deportivo (Exportadores de humo, lobbystas, invente Román, invente); Independiente (Club que colecciona inhibiciones y embargos).

Selección.

Otra vez Edwin Cardona en el centro de la polémica… cuando no querido Edwin. Esta vez el futbolista manejo con 1.8 de alcohol en sangre. Menos mal que no le tomaron el colesterol, en fin. La noticia trascendió en todos lados la semana pasada y Gago se tomó su tiempo para castigarlo: otra vez OUT de los concentrados. Es más que probable que tampoco concentre en los últimos dos partidos de Racing en el presente torneo. No es ninguna novedad lo de Cardona, tiene más fiestas encima que salón de pueblo.  Desde su llegada a Racing hizo lo mismo que en Boca: derrapar, derrapar y derrapar. De Futbol poco y nada. Ya va por la sanción número 750, más o menos, y nada parece cambiar el rumbo que no seguiría en Racing. Es un crack, pero le chupa un huevo, bah solo chupa últimamente.

Cruzando la vereda nos encontramos con Independiente ¿Adivinen qué? Si pensaron en un problema económico, dieron en el clavo. Al Rojo le cayó otra inhibición. ¿Y ahora qué paso, lpm? La FIFA falló a favor del Defensor Sporting por el pase de Carlos Benavidez por unos 171 mil dólares. Otra bombita económica que dejó don Hugo. Es la segunda inhibición que sufre el Rojo en lo que va del año, además de lloverle cartas documentos y embargos hasta de la AFIP. La cosa es que si no levanta las inhibiciones no va a poder incorporar jugadores… Bueno con la malaria económica que tiene el Rojo, mucho no iba a poder a incorporar, así que bueno. Doman en dos semanas ya tiene más muertos que levantar que coche fúnebre.

Hace menos de 15 días Jorge Brito había dicho que esperaba que él no fuese el presidente al que se le vaya Gallardo… Un visionario eh. Gallardo decidió no renovar contrato e irse a fin de año, cosa que era probable y que paso. El hincha de River se la agarró con Brito y lo están puteando todos los hinchas del millonario, de 3 a 99 años. En este momento todo el periodismo está especulando, tirando humo, algunos tirando papel picado. Muchos hinchas sostienen que el proyecto deportivo de Brito no le cerraba a Gallardo y por eso se iba a la mierda. Desde que asumió, River solo gano el Trofeo de Campeones de la Liga Profesional de Fútbol contra Colón. Después fue patinada tras patinada. Está bien, el equipo lo paraba Gallardo y los jugadores ponían lo suyo en el campo de juego. Pero lo político y lo deportivo siempre van de la mano, además Gallardo es impoluto por todo lo que gano en River. Por ende, todo recae en Brito, como le cayeron todos los insultos y silbidos en el monumental.

Estamos en el siglo de oro de la venta de humo del periodismo deportivo. Cuando todos pensábamos que iba a tratarse del Mundial que se avecina, Gallardo tiro un centro alejándose de River y ahí empezó el denso y espeso humo que comenzó a salir de los televisores. Primero arrancaron las teorías conspiranoicas del porqué se fue el Muñeco, luego empezaron a compararlo con Bianchi, Labruna, Ramón Díaz, Guardiola, etc. Después de esa etapa vino la etapa “reemplazo” y es ahí que al mejor estilo Riquelme empezaron a inventar: Gareca, Demichelis, Bielsa, Aimar, Ponzio/Pinola, Ramón Díaz, Mascherano, Harry Potter, el cacique Medina, el mismo Francescoli, Medina Bello, Deamon Targaryen, Holan, Almeyda… Cuando Atilio Costa Febre dijo que ya estaba todo encaminado para que sea Martin Demichelis, con Pinola y Lux como ayudantes, la mayoría del periodismo salió a matar al entrenador del Bayern Múnich II: que no tiene experiencia, que no se sabe nada, que está en la cuarta categoría de la liga alemana, que el fútbol alemán es otra cosa al argentino… hermoso, señores, hermoso. Estamos viviendo la mejor época del humo periodístico. Eso sí, abran una ventana por el monóxido de carbono. 

Se confirmó nomas que hay descensos este torneo y el próximo. Así que bueno, ponemos a Aldosivi y Patronato. Primero vamos con el Tiburón, que arrancó una cuesta abajo este torneo realmente increíble. Hubo un desfile de entrenadores y allá muy lejos en el tiempo quedó la buena campaña que hicieron con Palermo, desde que se les fue arranco la debacle. Un descenso que ya parecía previsible en cuanto a números y ánimo del equipo. En el medio al presidente se le saltó la chaveta, le echó la culpa del descenso a Gago y a Palermo, además de tratar de cagón a Silva. Lo que se viene el próximo torneo en el Nacional B es que vuelve a enfrentarse con Alvarado en el clásico prohibido que viene evitándose desde 1997. Lindo para filmar un capítulo de House of Dragons en ese encuentro. Por otro lado, lo tenemos a Patronato, que si bien hizo un gran torneo con 37 puntos, sus torneos pasados lo condenan. La realidad es que si hubiesen existido descensos en torneos anteriores, se hubiese ido en la Liga Profesional 2021 junto con Sarmiento, que este si mantuvo constante su levantada.

NOTA: Mucho se habló esta semana del fútbol femenino, no solo por los dichos de Verón o por el trágico accidente que hubo en Argentino de Merlo, más la manifestación en frente del Congreso. ¿A quién poníamos en el Antiequipo? Desde la AFA, la LPF, los distintos clubes, periodistas, dirigentes, etc, etc. no entraban todos. Así que como ya opinamos mucho al respecto, tampoco pretendemos editorializar, solo vamos a decir que por fin se puso en agenda pública al futbol femenino y que se está hablando de una profesionalización en todas las categorías. Falta mucho todavía y la lucha recién empieza. 

Un ex ídolo.


Al Tanque Silvestre realmente lo quería, es más, aun hoy lo quiero. La hinchada, que no solo lo quería: lo amaban, lo idolatraban. Roberto Silvestre fue nuestro número 9 durante 3 años, tiempo suficiente para amarlo. Durante esos años se cansó de hacer goles. Hizo tantos que hasta salimos campeones por primera vez en 80 años. La última vez que habíamos podido levantar una copa fue en 1925, de esa época no quedaba ningún testigo vivo.

La cifra redonda [de Héctor Libertella]

A Jorge Barale
A Víctor Hugo Morales
"Detrás de un uruguayo no hay nada: 
ni un oriental, ni dos orientales, ni treinta y tres orientales."
Juan Carlos Onetti



Cuando Uruguay participó en el Mundial de 1970, en México, era la época de furor por el atletismo y los planes de pizarrón. Las máquinas europeas seña­laban con el dedo el camino del mundo y Sudamérica se había metido en el callejón de la melancolía, del que ya no se sale porque no se quiere salir, ¿quién querría salir de esa súbita, inmóvil sabiduría que da la senilidad precoz? Pues bien, los uruguayos perdían uno a cero con Suecia y jugaban al paso, indiferentes, lentamente con su vejez y sus panzas prominentes. Eran once caciques que se dedicaban con sus gambetas a mantener en pie el misterio del Río de la Plata. Cuando les hicieron el gol volvieron caminando y conversando al centro de la cancha, mientras en la tribuna cien mil fanáticos latinos silbaban de rabia y tal vez de miedo por su propio des­tino. Obviamente, el equipo sueco era una banda de atletas ciegos que buscaba resultado, y parecía bien claro que la realidad del partido estaba jugándose en otro lado, tal vez en la caverna de Platón: el estilo con­tra el gol y la victoria psicológica contra el puntaje (los uruguayos demoraron con sus mañas y no hicieron un solo tiro al arco; cuarenta años de imperio en ese hábito).
Yo ya venía altamente alucinado con ellos. ¿Có­mo imaginar a un equipo que sólo concebía la prístina redondez del cero a cero? Esa política zen en busca de la más extrema transparencia, esa utopía de una cifra que no dice nada para nadie a los uruguayos ya les ha­bía dado, sin embargo, dos Copas de! Mundo y una presencia de terror y amenaza permanente para los se­midioses europeos. Era el año '70, cifra también redon­da. Uruguay había ganado los campeonatos del '3O y del '50, de manera que el '70 era una fija.

En los días previos a ese Mundial tuve que soportar muchas burlas. Sucede que algunas radios y dia­rios me habían preguntado cuál era mi equipo favorito y contesté, invariablemente: Uruguay (lo que reavivó entre mis amigos la sospecha de que, además de escri­tor, yo era un boludo). Hice algo peor, aposté todo mi dinero en una de esas suculentas "pollas" -por las du­das, aposté a placé. Y la lenta veteranía de Matosas más la poca cintura de Cubíllas colocaron a Uruguay en semifinales; entre los cuatro mejores equipos de1 mun­do... ¿En qué fondo de tabla de posiciones habrán quedado los robots suecos de aquel torneo? "¡El alma ganó!", me dije, y a continuación embolsé unos buenos pesos que todavía me duran gracias a esa demencial apuesta mía a la Historia.

Por aquellos tiempos me consideraba lo que se dice un jugador de casino bastante aceptable. Con una banda de amigos, en su mayoría matemáticos, estába­mos noche y día entre curvas de Gauss, procesos es­tocásticos y cálculo de probabilidades. Semanas y semanas sostenidos en pie junto a una mesa de ruleta en Necochea (siempre tenía que ser la misma mesa, para no perder las respuestas afectivas y los jadeos de ese cuerpo de madera, paño y tambor). La posibilidad de que el cero a cero lleve a un equipo a la cima de cual­quier torneo estaba, por supuesto, en nuestras conver­saciones. En ese loco laboratorio veíamos todos y cada uno de los partidos de esos años para que el cómo y el por qué del fútbol acompañaran, con su transpiración absurda, nuestros limpios cálculos y les dieran un cier­to halo de realidad -aunque fuera virtual-. Nunca ha­bíamos pisado una cancha (de hecho, hasta el día de hoy sólo fui dos veces a River para confirmar que la na­turaleza de un partido es arena entre los dedos). Sólo nos interesaba la santidad del juego. El jugador, el juga­dor de verdad, es un santo; si se quiere, un perverso que no busca ganar o perder, que jamás va a asumir esa vul­garidad. Con su política fantasmal del cero a cero los uruguayos se me hacían el ejemplo último de los santos perversos: el hueco, el "agujero" que se produce en un mundo lleno de resultados. En esa Copa de México ga­né: mucho dinero con ellos. Tampoco me interesó mu­cho ese dinero.

Han pasado años desde entonces. Los uruguayos no cambiaron su carácter. A veces pienso que, al revés, se fueron sofisticando: ahora tampoco les importa intervenir o no en un Campeonato Mundial. Como si, por contaminación numérica, el cero a cero los hubiera convertido en un sublime cero a la izquierda. La cifra perfecta, la bella utopía de un país que -como los maestros del Tíbet- practica La Nada.

Yo me paso los días en mi reposera, viendo partido tras partido por televisión y recibiendo a amigos que todavía se burlan de mis cálculos. Ellos vienen del tablón; yo, del tablero. Ellos me hablan de tal o cual jugada con observaciones prácticas, concretas, así como en la vida se ganaron su dinero con esfuerzo. Yo no. Yo puedo adivinar los misterios del fútbol uruguayo porque mi única garantía sigue siendo la plata dulce. Por eso conozco la magia de ese fútbol ganado sin esfuerzo.

Héctor Libertella
(1997, Héctor Libertella inedito; "Cuentos de Fútbol Argentino" Ed. Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A de Ediciones, 2011) 

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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