Decidimos partir el podio en dos: por un lado “Entrenadores”
y por el otro “Jugadores”. Es solo por futbol local, incluida la Libertadores,
sino lo tendríamos a Messi hasta en el primer puesto de entrenadores… pasó Arévalo
y nos gritó “chupamedias”.
Podio Entrenadores.
Primer puesto. Guillermo Barros
Schelotto (Entrenador de Boca, llorón, protestón, puntero vitalicio).
Segundo puesto. Marcelo Gallardo (Entrenador
de River, Labruna 2.0, ex arañador, ganador).
Segundo puesto. Ariel Holan (Entrenador
de Independiente, indeciso, amante de los drones, recuperador de mística)
Tercer puesto. Jorge Almirón (Ex
entrenador de Lanús, casi campeón de la Libertadores, McGyver de jugadores).
Selección.
Más de un año como puntero, es lo que está viviendo Guillermo
Barros Schelotto como entrenador de Boca. Es verdad, el equipo tuvo
altibajos como cuando se quedó afuera de la Copa Argentina o en las últimas fechas del Campeonato
pasado. Pero así y todo se encumbró en el primer puesto del torneo. Tuvo un Benedetto
on fire que lo ayudó con goles, así el mellizo gritó campeón por primera vez
con Boca. El año que viene tiene una dura parada con la Libertadores, torneo
que lo catapultará hacia arriba o hacia abajo.
No fue un buen año para River. Tan solo ganó una Copa, la
Copa Argentina. Llegó a la semi de la Libertadores dando vuelta un resultado
con un contundente 8-0 al Wilstermann en Cuartos… esto sería un año fantástico para
cualquier equipo, pero no para Marcelo Gallardo.
A pesar de eso, volvió a coronarse campeón y lleva siete títulos con River en
tres años y medios, números más grandes que los que nos vienen en la factura de
luz.
Pensar que cuando Ariel Holan asumió
y pidió un ejército de drones, todos nos mofamos, pero el ex entrenador de
hockey nos cerró bien las cachas y le devolvió a Independiente la mística
perdida. Con un comienzo donde el Rojo
no pasaba del empate y solo “merecía ganar”, a jugar bien y quedarse con la
Copa Sudamericana en el Maracana frente al Flamengo. Chapeau Holan, sea libre
para hacer lo que quiera como sus drones.
En el tercer puesto lo tenemos a Jorge
Almirón, el ex entrenador de Lanús. Tempranito en el año levanto la
Supercopa Argentina al golear a River. Luego se vino lo de la Libertadores.
Nadie daba dos mangos por Lanús, pero Almirón hizo la gran McGyver y con un
plantel corto como brazo de Caruso Lombardi, lo puso en la final. Claro, muchos
dirán de los fallos del VAR, pero jugó la final y es un mérito enorme para el
Granate.
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