Se armó una feroz pelea entre el gobierno y los dirigentes de la AFA, encabezada por Patricia Bullrich, el Chiqui Tapia y Pablo Toviggino. “Pensar que todo esto saltó por querer hacerle una joda a Verón con un PDF”, se lamenta un dirigente. 

Lo cierto es que, tras una vieja denuncia realizada en su momento por la Coalición Cívica, se retomaron las acciones judiciales contra dirigentes sospechados de lavado de dinero. “Pasa que Tovi, cuando era chiquito, se quedó con las ganas de tener una colección de Hot Wheels y ahora, de grande, se desquitó con todo”, manifiesta otro dirigente. Luego de varios allanamientos, tanto en clubes como en countries y distintos domicilios, la AFA levantó el guante y publicó un comunicado en el que afirma que, desde el gobierno de Macri, pasando por el de Alberto y el actual, siempre han sido objeto de distintas medidas judiciales, de las cuales —según ellos— salen indemnes. “Con Don Julio esto no pasaba”, comenta el último dirigente grondonista desde Gerli. 

“Hay que intervenir la AFA y que Argentina se quede sin Mundial”, afirmó alguien que no se sabe bien si es libertario, mexicano o chileno. Con todos estos antecedentes, el Chiqui Tapia fue denunciado por Patricia Bullrich ante la CONMEBOL. “Domínguez todavía se está cagando de risa; ni bien se le pase, le va a responder”, dice un asesor. 

Ante temas tan sensibles como la reforma laboral, la emergencia en discapacidad y las coimas de la ANDis, lo único que parece preponderar es el tema de la AFA. “Está todo bien, seremos chorros, garcas y lo que vos quieras, pero no nos usen como cortina de humo”, se enoja un dirigente. “Mirá, si llegamos a quedarnos sin Mundial, se van a ir a la mierda los de la AFA, el gobierno, el país y hasta los hermanos de Bangladesh”, advierte un hincha.