Por Rolando Grana.
Buenas noches, mi nombre es Rolando Grana. Hace un mes atrás le mostramos como
operan en el futbol local algunas figuras míticas. En el folclore cotidiano
conocemos algunas ánimas como la llorona, el pombero, el lobizón, la luz mala o
el AFA Plus. Algunos son seres inexistentes pero que han cobrado fuerza real
con el paso del tiempo, otros fueron creados para asustar. Usted seguramente
asiste a los estadios a ver su deporte favorito que es el fútbol y no sabe a qué
peligros se expone. Porque no solos los barras acechan, sino que también hay
fuerzas misteriosas, seres espectrales capaz de infringirle algún daño o
asustarlo. En nuestro primer informe hemos puesto la lupa sobre el hombre sin
cuello, la llorona, el hombre de la bolsa en la papada, el keko, el termo y el
come hombres. Hoy trataremos ostros seres de la mitología futbolera, que no
sabemos que existe, pero sabemos que están allí acechando al desprevenido. Queda
en ustedes si creen o no en estos seres de la mitología futbolera. Buenas
noches mi nombre es Rolando Grana.

El pelo de pulpo. Este
individuo suele vivir en el círculo central de la cancha. Desde ese lugar se dedica a entorpecer el
juego del rival y a asustarlo con los vaivenes de su cabellera. Cabellera que
no es tal. Tiene dos o tres cabellos o tentáculos que salen de su cráneo y
distraen a los jugadores del conjunto rival. Así como la fuerza de Sansón provenía
de su cabello, la fuerza de este ser viene de su calvicie. Así como la luz mala
brilla en la oscuridad, la luz se refleja en los retazos de pelada
encegueciendo a los distraídos rivales, quienes confundidos vagan por el campo
de juego.
El hombre chivo. Toda persona
aspira a un momento de paz. Toda persona que no tiene paz no puede disfrutar de
la vida. Es por ello que estamos en presencia de uno de los seres más maléficos
sobre la faz de la tierra: el hombre chivo. Este ser le roba la tranquilidad y
el disfrute a todo ser humano que quiera ver un partido de fútbol por
televisión. Así como las sirenas atraen a sus víctimas con el canto, el hombre
chivo atrae a los incautos con historias simplonas y edulcoradas. La leyenda
dice que este ser es producto de la cruza de un cerdo con un chivo previo pacto
con satanás. Una vez que el desprevenido televidente presto atención a la
historia narrada por este ser, cae en su embrujo y ya deja de escuchar el partido
para solo poder oír retazos de publicidades sobre marcas que jamás compraría. Esta
anima suele habitar las cabinas de transmisión y estar en compañía de otro ser,
tan o más malévolo que él mismo, con un bronceado irreal y de trasmundo. Así
como el ajo ahuyenta a los vampiros, un wi fi con clave ahuyenta al hombre
chivo previo gritos y protestas.
El interumpidor o Light. Este
ser suele aparecer cuando dos individuos entran en una disputa con el fin de
apaciguar los ánimos. No es maligno, pero suele ser molesto y rompepelotas.
Cuando dos personas por fin se deciden a terminar con una diferencia peleando o
discutiendo acaloradamente, ahí es cuando se corporiza e interrumpe la pelea. “Un
día ‘taba por partirlo al medio a Yilaver’ le fui con lo’ do’ pie hacia’delante
pero justo levanto la’ gamba’, fue ahí que lo vi al laig, fue un segundo pero
ahí ‘taba, le había avisado a Yilaver’ que lo iba a lesiona’, no’ cago” comenta
un testigo.
El hombre Burro. Suele
decirse que con la aparición de la luna llena el séptimo hijo varón se
transforma en el hombre lobo o lobizón. En el futbol sucede algo similar, pero
no necesariamente se necesita de la luna llena, sino con que aparezca un arco vacío.
Esta ánima durante toda su vida tiene aspecto de hombre, hasta que en
determinada situación aparece frente al arquero rival y es donde se produce su
transformación: Su remate suele elevarse 10 metros por arriba del travesaño o
puede enredarse con la pelota y caerse al piso, hechos que lo transforman automáticamente
en un burro. Lugareños de Núñez afirman haberlo visto durante varios años por
dicha localidad, también se ha aparecido por Portugal y últimamente por Turquía.
¿Te perdiste la primera parte? Acá podes acceder a ella.
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