El plantel "millonario" decidió pasar la noche en Asunción, tras la eliminación de la Copa Libertadores ante Nacional por 4 a 2, pero ya han arribado a la Argentina. Recién llegados al país, el plantel estuvo en la sección de Migraciones, realizando diversos trámites para luego retirarse por la puerta 6 del espigón internacional, desde donde ningún integrante del plantel quiso hablar. Según se supo, el plantel tendrá liberado su día hasta las 23, cuando deberán juntarse nuevamente en el estadio Monumental, donde quedarán concentrados con vistas al partido que por la 11ª fecha de Torneo Clausura jugarán el domingo ante Gimnasia de Jujuy. No hubo siquiera un hincha que se acercara al aeropuerto internacional de Ezeiza, aunque la tensión estuvo instalada desde el primer momento, ante la posibilidad de posibles agresiones, sin embargo, ningún hincha se hizo presente para insultar al plantel millonario, tal vez lo hinchas ya se han acostumbrado al fracaso riverplatense. River regresó a la Argentina en un estado de crisis tal que podría ser la peor en su historia de gloria y festejo que hace tanto se perdió.
“Una vergüenza, lo de la hinchada de River, yo esperaba que vengan con bombos, palos y otro elementos contundentes para arrojarnos por la cabeza, pero cuando mire alrededor, lo único que habían eran maleteros y periodistas, la verdad que patético, yo esperaba que nos hagan un escándalo como le hicieron a San Lorenzo, por lo menos así nos tapaban un cachito mas el mal trago en Paraguay, pero ni eso” sostiene muy caliente Néstor Gorosito con los hinchas de su equipo. “Realmente no se si no nos vinieron a recibir con huevazos, porque ya están acostumbrados a los fracasos o si se divierten mas amenazando a curas, que a nosotros, la verdad que no se, se monto todo un operativo policial al pedo, nuestra llegada a la Argentina tuvo menos repercusión que la candidatura de Ricardo Alfonsín” concluye Nestor “pipo” Gorosito. “Mira esto no tiene nombre, nadie nos vino a apretar, nadie nos vino a insultar, todos callados, una vergüenza, cuando Boca va perdiendo, la barra los apreta y los amenaza mas todavía, cuando nosotros íbamos ganando 2-0 en la bombonera, los barras de boca, amenazaron, en River están todos muy callados” critica Oscar Ahumada, mientras se tatua en su brazo el escudo de Boca.
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