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Gol de Oro

La canchita tiene tierra, unas pocas matas de pasto que apenas sobreviven, los dos arcos y, apenas visibles, las líneas que marcan la cancha. Alrededor, chaperíos, el almacén del tío del Lungo, un paredón que da a la autopista y bastante basura.

El Lungo fue el que más insistió para que nos anotáramos. Jugamos hace tiempo juntos, claro, en el potrero. En el barrio ganamos siempre por afano, y eso que en la villa hay buenos equipos: “Los del 11”, donde juegan los hermanos González que la tienen atada; los paraguayos de los pasillos del fondo, que tienen dos equipos bravísimos (uno nos sacó el invicto hace dos años, pero de pedo y con dos jugadores más); y el equipo del Gordo Pedro, claro. Esos no juegan muy bien, pero algunos son muy picantes, y cuando pierden se pudre todo.

Pero esto es otra cosa. Un campeonato callejero: lo auspicia una marca deportiva importante, es para pibes menores de 13 años y se supone que ninguno puede jugar ni haber jugado en equipos de AFA. Digo que se supone, porque varios que están afiliados se anotan, y si no revisan bien juegan y todo. Tiene mucha difusión, televisan algunos partidos (creo que lo dan en un canal de cable) y hasta se dice que corren apuestas en los partidos.

Vieron que no conté mucho acerca de mí. No me parece demasiado importante hacerles perder tiempo con mi vida. Me llamo Ramiro, tengo 11 años y soy villero. Nací acá y sé lo que es remarla, con mi vieja parando la olla y con seis hermanos. Voy a la escuela todos los días, mirando para todos lados: la gorra, los tranza, los chorros, la sociedad. Para todos soy un enemigo. No tenemos muchas satisfacciones: nos bombardean con cosas que no tenemos, no nos contienen. En la villa todo es complicado: salir, estar, viajar. Si llueve un poco hay barro, si llueve mucho se pierde todo. Las familias se desarman, la droga está en todas partes. Pero siempre queda algo.

A mí me queda el fútbol. Cuando me dan una pelota, nada de eso importa. Puedo estar jugando desde el mediodía hasta la noche, olvidado de todo. Mis mejores amigos son mis compañeros de equipo. El Lungo insistió en que nos anotáramos en el campeonato, y nos convenció a todos. Hasta algunos que son pibes bastante descarriados, pero muy buenos, se contagiaron y se vienen rescatando este mes para ganarlo. De premio tenemos pelotas, camisetas, y hasta plata. Así que nos anotamos. Y nos fue bien. Jugamos muchos partidos, y ganamos todos.

En semifinales nos cruzamos con un candidato de fierro: unos pibes de la 31, tienen dos bajitos que la rompen (se dice juegan en infantiles de San Lorenzo), y faltando diez minutos nos ganaban dos a uno. Además, nos había pasado de todo antes de jugar: el Lungo se había roto la rodilla y no pudo jugar, el padre de Jorgito había caído preso por homicido, y habían venido en moto el Rengo y Diego, dos chorros de veinte años que manejan parte de la villa, a avisarnos que teníamos que perder porque habían apostado mucha guita a favor del otro equipo. No dijimos nada, pero no nos achicamos: Jorgito jugó igual, con el padre preso, y con un gol suyo y otro mío, lo dimos vuelta.

Ahora estoy parado en la canchita de siempre, con el partido cero a cero y esperando en la mitad de la cancha alguna contra milagrosa, porque con uno menos nos defendemos como podemos contra estos pibes de Parque Patricios, que son como nosotros: rápidos, habilidosos y guapos. Pero quiero contarles (y acá viene lo importante, lo lindo, lo que justifica que les haya robado estos minutos, fíjense que en este equipo somos honestos, robamos nada más que minutos, ja) acerca de un momento particular: único, definitivo. Cuando uno vive pensando en una pelota, también sueña fútbol. Sueña goles. Y esta jugada que les voy a contar, la soñé casi toda. Por eso es importante, porque no haya nada más lindo que cumplir un sueño. Arranca, me parece, cuando Chaka recupera en defensa y tira el bochazo largo, de memoria. El dos de ellos, ese grandote que no me dejó tocar una en todo el partido, por primera vez se resbala y no llega a cortar. Pico rapidísimo, mientras un coloradito rival se tira a cortarme, pero lo dejó pagando con una gambeta corta. Otro me sale de frente: le tiro un caño y lo dejo humillado en el camino. Ahora sí, encaro mano a mano, y escucho alrededor un murmullo raro, diferente. El arquero sale a tapar y cubre bien el primer palo. Se me viene todo en un segundo, como siempre en estos casos: le puedo dar fuerte, a ver si pasa, o abrirme apenas y buscar la comba al segundo palo. No hago ninguna de las dos cosas: la zurda reacciona antes que mis pensamientos, y la pico por encima del arquero. Veo la bocha en el aire, la derrota en la cara del arquero, el desbande alrededor, la cara de desconcierto de unos cuantos. Escucho los gritos. No son los de siempre: son otros, nerviosos, extraños, se mezclan con la cumbia del fondo que no dejó de sonar nunca. Y, antes de que la bocha caiga justo atrás de la línea, antes de que explote el gol en las gargantas de toda la villa, oigo, clarito, el tiro. Tengo tiempo de girar, de verle la cara al Rengo, arriba de la moto y todavía apuntándome con el fierro. Mientras se van apagando las caras y las voces de los que me levantan la cabeza, me agarran y lloran, entiendo al fin porqué me parecían raros los gritos alrededor. Y mientras veo la cara de mi vieja bañada en llanto, de mis hermanos que parecen insultar al aire, pienso solamente una cosa: ojalá, si me toca perder en esta, aterrice en un lugar distinto. Que haya una cancha igual a esta, en una tarde así de perfecta, y se juegue un partido interminable, pero sin ningún hijo de puta que venga a estropearme el gol más lindo de mi vida.

Nicolás Monja


El antiequipo de la semana.

Arriba: Cigarrillo (Veneno adictivo, vicio peligroso, hijo de puta); Publico argentino (Veleta, reversibles); Edgardo Bauza (Entrenador de San Lorenzo, resistido, cara de Moai).

Abajo: Franz Beckenbauer (Ídolo del fútbol alemán, dador de Don Billetines a la FIFA, comprador de mundiales); Daniel “Cata” Díaz (Jugador de Boca, doble de Panthro, pollerudo); Michel Platini (Ex astro de Francia, coimero, freezado)

Selección
Esta semana nos enteramos que Johan Cruyff padece cáncer de pulmón. El astro holandés, tal como lo dijo en infinidades de veces, tenía dos vicios, el fútbol que le dio todo y el cigarrillo que casi se lo saca todo. Todos los que fuman o fumaban saben que es un vicio más difícil de sacar que el grondonismo de la AFA y que tiene consecuencias nefastas. A pesar que el autor material del “Futbol Total” dejó el cigarrillo hace más de 20 años, le sobrevino esta enfermedad de mierda. Todos o casi todos tenemos a algún pariente, amigo, conocido que han caído  en alguna enfermedad derivada del cigarrillo, y la verdad es que es una cagada. Lo único que nos queda es desearle lo mejor al maestro y que se recupere.

El domingo nos despertamos con una especie de virus que afecto a la mayoría de los argentinos: El veletismo. Con el enorme partido que hicieron Los Pumas frente a Irlanda y su pase a semifinales, todo el mundo se dio vuelta más rápido que Mónica López o Borocotó. De la velocidad generada por todos los veletas, Argentina podía abastecerse de energía eólica por lo menos hasta el 3050. Los Pumas pasaron de ser ese equipo pecho frio y adicto a las derrotas dignas a ser más festejada que la Argentina campeona mundial de 1986. En esta vorágine de hinchas reversibles también trajo la marea de los especialistas en Rugby, pero no solo a nivel público sino a nivel periodístico. Periodistas que aún no supieron entender bien la ley del off side sin empacho alguno se pusieron a analizar a Australia. El “yo siempre banque a Los Pumas” fue un hit más escuchado que Gangnam Style de Psy. No está mal que ahora banquen a Los Pumas.  Nosotros bancamos a todos los equipos representativos de Argentina, sean Los Pumas, la selección argentina de Ludo Matic o la de fútbol o la de tejido crochet. Lo que no bancamos es perder, como todos los argentinos. Siempre lo bancamos Pumas y si lo criticamos o jodimos era porque queríamos que mejoraran, tontuelos.

Edgardo Bauza perdió el tren del campeonato frente a Olimpo y le dijo adiós. El Patón estuvo con tanta cara de orto que casi se desgarra las comisuras. Y ahora se viene especulando con su renovación. Que renueva, que no renueva, que Tinelli lo quiere a Coudet, que se va a tomar un descanso a la Islas de Pascuas a ver a sus gemelos, etc. Lo puntual es que Bauza para seguir quiere más refuerzos que los marines al momento de invadir Irak. Sin embargo, más allá de ese punto muchos hinchas no lo bancan, si leyó bien: no lo bancan. El entrenador que gano la Libertadores y que termino con todas las cargadas de los hinchas de otros equipos respecto a ese ítem faltante, no tiene mucha banca por tener fama de defensivo, por incluir ciertos jugadores. Claro, también hay gente que lo apoya, pero por ahora el futuro de Bauza es más incierto que el peinado de Bastia. (NdeR: El día que Bastia se rape o se haga un implante, nos vamos a hacer una colonoscopia con todos estos chistes)

¿Se acuerdan cuando creíamos que los alemanes eran gente seria e impoluta? Medio que esa imagen se cayó cuando exploto lo del caso Siemens y los DNI. Pueden que sean serios, porque Franz Beckenbauer metió un soborno y ni siquiera sonrió. ¿Se acuerdan que nosotros dijimos algo en el antiequipo del 30 de mayo pasado? Acá está el link. No nos vamos a vanagloriar, pero tenemos buena memoria. Vamos a hacer un pequeño repaso. Blatter subió en el ’98. Lo primero que dijo es que quería organizar un mundial en tierras africanas. Como siempre, se postularon varias sedes: Sudáfrica, Alemania, Inglaterra, Brasil y Marruecos. Brasil se bajó y apoyo a Sudáfrica. En la primera ronda de votos quedo afuera Marruecos. En la siguiente Inglaterra. Quedaron entonces en la “final”, Alemania y Sudáfrica. ¿Hasta acá vamos, bien? En la votación gano Alemania 12 a 11. Todos esperaban que empatarán 12 a 12 y que Blatter a lo Julio Cobos desempatara. Pero no sucedió ¿Por qué? Porque Charles Dempsey de Nueva Zelanda misteriosamente se abstuvo de votar seguramente a cambio de una módica suma de dinero. El presidente del Comité de Organización del Mundial, era un tal Franz Beckenbauer, a quien hoy acusan de mandarle en un remis a don billetín para que lo convenza a Blatter y compañía. Se habla de 10 millones de dólares, que gentilmente le cedió don Franz a Sepp para que cargue la SUBE y con el vuelto se compre algunos palitos de la selva.

Gano Racing, expulsaron al Cata Díaz y su mujer lo recontra puteo al Pollo Vignolo “¿Cómo afecta esto a Boca? Diría don Niembro… y mal, porque Boca venia empatando un partido chivo y con la manito del orco con la camiseta numero 2 la balanza del resultado se inclinó para el lado de Racing. ¿Fue mano? Y sí ¿Era para roja? Es discutible —Parecemos Gustavo López por lo light de la respuesta—, eso ya depende de cómo lo juzgue el árbitro, acá le dejamos el reglamento FIFA. El tema es que los árbitros acá te cobran todos de forma diferente. Uno te expulsa, otro te amonesta y otro se hace el boludo. Pero la cosa es que rajaron al Cata Díaz, fue penal para Racing y a otro cosa. El doble de Panthro recibió críticas por todos lados. La frutilla del postre fue cuando su mujer lo recontra puteo al Pollo Vignolo por twitter. Luego el defensor le tuvo que pedir disculpas telefónicamente, pero el pollo fiel a su estilo dejo todo en manos de sus abogados. Pero qué lindo es volver a putearte Pollo querido.

En el freezer de la FIFA, al lado de la espinaca y los patys congelados está la candidatura a presidente de Michel Platini. La cueva de piratas denominada FIFA, suspendió al astro francés por ese vueltito de dos millones de francos suizos que cobró de Blatter por unos “trabajitos” en el 2002. Tanta es la controversia que genero Platini que la CONMEBOL, un antro de perdición y robo, también le quito el apoyo. Entre un pozo ciego y la FIFA, no hay mucha diferencia.

Suplentes.
Miguel Ángel Lemme (Chocador de ferraris juveniles)

Sábados de Fontanarrosa. Hoy: "La columna política"

Si bien el retorno a nuestra ciudad del doctor Julio Edelmiro Etcheverría Posse no pudo ser motivo de sorpresa para nadie, es bueno lanzar una nueva mirada analítica sobre las declaraciones que produjo a su arribo a Ezeiza, al volver de su corta estadía de vacaciones fuera del país. Aun considerando que el doctor Etcheverría Posse no es afecto a las frases rimbombantes o las consideraciones aciduladas, no pueden pasar desapercibidos, para el oído experto, los intencionados dardos que de sus palabras, en apariencia formales, se proyectaron con certera puntería sobre diversos sectores de la realidad nacional. Pero repasemos el corto diálogo que el doctor Etcheverría Posse mantuvo con uno de nuestros colegas de la prensa televisiva y que la pantalla chica registró para el regocijo de algunos y, ¿por qué no?, agria intemperancia de otros.

Periodista: Buenos días doctor. ¿Cómo está usted?
Etcheverría Posse: Muy bien. Muy bien.
P.: ¿Cansado?
Etcheverría Posse: Un poco. A pesar de que el vuelo fue excelente, usted sabe bien que estos viajes siempre cansan un poco.
P.: ¿Buen tiempo durante su veraneo?
Etcheverría Posse: Excelente. Algo lluvioso al comienzo, pero luego espléndido.
P.: ¿Quisiera efectuar alguna otra declaración?
Etcheverría Posse: No. Nada más. Nada más.
P.: Muy bien. Muchas gracias. Ha sido la palabra del doctor Julio Edelmiro Etcheverría Posse, a su regreso al país.

Para quienes desconocen la compleja esgrima dialéctica del mundo político quizás el inteligente interrogatorio de nuestro colega pudo aparecer como poco proclive a ahondar en el pensamiento vivo de quien se consolida como mentor y figura aglutinante de la bancada opositora. 

Sin embargo, es sencillo, atisbando bajo los primeros y epidérmicos tejidos de las respuestas del controvertido dirigente nacionalista, detectar su particular vivisección del panorama sindical y su sempiterno aguijón urticante con respecto a los mandos oficialistas. 

De un primer vistazo a vuelo de pájaro el buen entendedor puede arribar a conclusiones más que contundentes con el solo recurso de apelar a un elemento del que tan bien ha hecho uso siempre el notorio caudillo de los movimientos centristas: la omisión. Está a todas vistas claro que el doctor Etcheverría Posse ha eludido elegantemente tocar, ni siquiera tangencialmente, dos temas muy caros a su permanente forcejeo político: el nombramiento de su posible sucesor y el irritante problema de los hidrocarburos. 

Precisamente en la omisión de estos temas, el doctor Etcheverría Posse, tácitamente, los dimensiona. 

No es en absoluto casual, para un hombre de la astucia táctica de Etcheverría Posse, que haya dejado en el tintero una temática que ha fatigado casi hasta la exasperación durante estos últimos y caldeados meses. ¿O es acaso que ya no le preocupa el nombramiento de su posible sucesor? ¿O se trata precisamente de todo lo contrario, que no le mueve un pelo el aparente encumbramiento dentro de su mismo partido de una figura como la del ex-diputado sanjuanino (y concejal por los evolucionistas) don Alfonso Urbano Menchaca Gancia? Ambas incógnitas no pueden persistir por mucho tiempo sin respuestas esclarecedoras. La omisión del tema de los hidrocarburos asoma como más entendible: otra maniobra dilatoria de este desconcertante zorro de nuestra nutrida fauna política. 

Pero si bien la referencia por omisión a tales temas aparece notoriamente en la primera lectura del diálogo, una segunda lectura nos muestra otro dato inequívoco que puede hacernos entrever cuál será el rumbo que el hábil consejero del pasado gobierno imprimirá a su movimiento. 

"Muy bien. Muy bien" contesta sin vacilar ante la requisitoria sobre su estado actual. Más allá de lo que parece un mero formalismo cultural, es evidente la complacencia del doctor Etcheverría Posse ante la atención prestada a su persona por el periodismo especializado. Se puede leer, entonces, un atisbo de reconciliación del doctor Etcheverría Posse con ciertos sectores de la prensa que lo castigaran duramente meses atrás, actitud que corrobora por lo tanto que no sería de extrañar que se confirmase en días venideros la compra por parte del movimiento nacional centrista del complejo editorial Líder, aún en manos de intereses italianos. Podría estallar, entonces, uno de los escándalos más estrepitosos de los últimos años. Tal vez por eso se cuidó mucho el doctor Etcheverría Posse de no abundar en palabras de agradecimiento al final de la comprimida pero jugosa entrevista: "Nada más. Nada más" fueron las palabras que obraron a modo de finalización del reportaje. 

Como si todo esto fuese poco, el meollo mismo de la cuestión palpita, como el ojo de un huracán que puede acarrear malos vientos para la cúpula centrista, en las palabras con que el doctor Etcheverría Posse responde a la segunda y vital pregunta de nuestro colega: "¿Cansado?" "Un poco —ha dicho el dirigente que no tantos años atrás se manifestara agotado por la desidia de la burocracia oficial—. A pesar de que el vuelo fue excelente, usted sabe bien que estos viajes siempre cansan un poco." 

Por fin, después de tantos años de vueltas concéntricas y pretendidos acuerdos ni mimos de "convivencia", el doctor Etcheverría Posse apunta toda la eficacia de su artillería pesada sobre las no poco castigadas espaldas de su antiguo compañero de correrías, don Agustín Ezequiel Montoya Nimio, quien como es bien sabido detenta uno de los principales cargos en la compañía aérea que trasladó a Etcheverría Posse de regreso al país. 

Con la habilidad típica de los que arrojan la piedra y esconden la mano el veterano estratega político amaga primero con el elogio pleno al considerar su viaje aéreo de excelente y castiga a renglón seguido haciendo mención al cansancio que pueden generar ciertos vuelos. No es difícil adivinar en sus palabras que la hora del tránsito codo a codo con su antiguo compañero de fórmula se ha agotado y la fatiga ante la inercia de compañeros pretéritos le obliga a realizar un brusco y, ahora sí, publicitado golpe de timón a su conducción de por sí cautelosa. 

Pero si bien con estas declaraciones el doctor Etcheverría Posse reactiva la controversia sobre su posible sucesor, ahonda valientemente en el negociado de los hidrocarburos, denuncia el flagrante escándalo en torno al complejo editorial Líder y desarticula con un ágil side-step cualquier maniobra de la "vieja guardia" con la intención de volver a flanquearlo, donde se hacen más detonantes sus palabras y donde se disipan todas las nubes que podrían ensombrecer la certidumbre de una tendencia agresivamente franca en su accionar es en la segunda lectura del mismo párrafo donde hace referencia al vuelo. Sería muy ingenuo suponer que tras su mención al hecho como simple acto traslacional no se oculta una diáfana descarga sobre el tan ríspido y conflictivo caso que salió a la luz días atrás ante la denuncia de dos jóvenes concejales provinciales con referencia al tráfico de drogas con Colombia. 

Etcheverría Posse no vacila entonces en patear el tablero hasta el momento tan prolijamente cuidado por los contendientes, y poner lisa y descarnadamente sobre el tapete un tema que lacera con su sola mención la epidermis de nuestra sociedad. 

Sin duda, ha sonado para nuestros hombres públicos el momento de rasgarse las vestiduras y ya nadie podrá decir, cuando alguien íntimamente ligado a la vida política alza la voz en toda su elocuencia para sindicar ante los ojos del mundo a un grupo detentatorio del poder público como una banda de narcotraficantes degradados en el consumo de drogas heroicas, que en las vísceras mismas de nuestra sociedad no habita aún el anticuerpo que se apreste a protegerla.

Roberto Fontanarrosa

Extraído de "El mundo ha vivido equivocado" Ed. De La Flor 1985/ Ed Planeta 2012.


Las mejores frases futboleras de octubre. Séptima parte.

"Me cuesta mucho motivar al plantel porque los jugadores están pensando en irse de vacaciones a Cancún o Miami"
Leonardo Carol Madelon, turista.

"Hay mucha gente a la que no le conviene. Hay favoritismo, hay equipos neutrales... Hay intereses, pero nosotros tenemos que estar aislados de eso. No tenemos que pensar en eso. La energía la tenemos que gastar en Lanús, que va a ser difícil"
Rodolfo Arruabarrena, aislado.

"Las elecciones las tenemos que dejar a un lado, hay millones de hinchas que quieren festejar y las críticas siempre están en una institución tan grande"
Daniel Angelici, en campaña.

"Descártenlo, no pensamos en nadie, paren con la creatividad"
Rodolfo D’Onofrio, cortamambo.

"El hincha de Boca no quiere a un hincha de San Lorenzo en la AFA. Y yo tengo que interpretar al hincha porque represento al socio de Boca, que no quiere que esté Tinelli"
Daniel Angelici, hincha de Huracán.

"No se me cruza por la cabeza perder los dos torneos. Uno siempre piensa en positivo y en que las cosas van a salir bien. Me parece que cada partido es una historia distinta y hay que escribirla"
Eduardo Coudet, escritor.

"¡Qué problema si tenemos que salir y nosotros ganamos! Vamos a estar hasta las 3 de la mañana para salir del estadio. Ojalá juguemos un buen partido y le demos un dolor de cabeza"
Gustavo Alfaro, apurado.

"Fue raro, fue un Monumental frío. Por otro lado el equipo no entusiasmó. Lo reconoció el técnico y los jugadores también. Creo que con Brasil el marco va a ser otro y ojalá podamos revertir la imagen del partido con Ecuador"
Luis Segura, meteorólogo

"River pelea por retener a Sánchez por 200 mil dólares que no tiene y Boca trajo a Carlitos Tevez que vale muchos millones de dólares. Boca está mucho mejor administrado que cualquier otro equipo"
Juan Carlos Crespi, termodirigente.

“Los árbitros estamos muy solos”
Federico Beligoy, for ever alone.


"Me enteré por los periodistas que es una decisión de todos los dirigentes. Yo no tomo decisiones en este club. Pedí que el Yagui siga en Reserva. No estoy de acuerdo, siento que mi proyecto se va. La novia se va poniendo vieja y fea, y el proyecto Troglio se está poniendo viejo y feo"
Pedro Troglio, viejo y feo.

Frases tomadas desde el 18 al 23/10

Cómo comportarse dentro de una cancha. Lección 8 [Nuestro DT es un fracaso]

Por Eugenia de Chitzoff (*)
Muy buenas tarde a mi alumnado predilecto de estas clases virtuales sobre cómo comportarse en las gradas mientras se observa un cotejo de balompié entre profesionales. Como les digo siempre cada vez que les doy la bienvenida. Este es un curso orientado para aquellos que concurren por primera vez a un estadio de fútbol y no quieren quedar como unos neófitos en el tema. Hay gente de todas las edades en ese ámbito.  Hoy tenemos un tema particular, un problema: El entrenador de nuestro equipo ha conseguido resultados muy pobres, durante su permanencia no ha logrado la obtención de ningún título y de casualidad ha ganado dos o tres partidos para perder una docena.
Bien partamos de un supuesto que nuestro antiguo director técnico, como le dicen ahora, se fue por malos resultados. Entonces la dirigencia ha traído un pelagatos que no podría dirigir ni en el ascenso de las Islas Fiji. Al cabo de varios partidos nuestro equipo se hunde en la tabla y el fantasma del descenso empieza a tocar timbre como un testigo de Jehová un sábado por la mañana.  Es sabido que ese DT no se ira por voluntad propia, la dirigencia no lo echara puesto que si le tienen que pagar una rescisión  se quedan sin plata para afanar.  Es entonces cuando usted, como hincha, como aficionado, como simpatizante, como miembro de esa sociedad conjunta que se denomina "hinchada" de ese asqueroso equipo debe tomar las riendas y en conjunto con los otros fanáticos expresar su descontento.  Pero tenga cuidado mi estimado alumno, porque hay ciertos fanáticos que no ven la realidad y piensan que a este aborto táctico de la escuela de técnicos, aun puede irle bien. Vamos a identificar a estas clases de hinchas, porque hay varios.

Ejemplo 1. “Pará un poco loco, no putees al técnico, ya va a ganar recién empezó a dirigir, tenele paciencia”. Este es el típico hincha denominado “boludo optimista”. Ya van 13 partidos y el entrenador solo gano uno porque el rival puso a la cuarta porque tenia que jugar Copa Libertadores, Copa Argentina, y torneos interbarriales. Le recomiendo no discutir con esta clase de hinchas, puesto que no son malos, son unos pelotudos, como dice ahora la juventud.

Ejemplo 2. “¿¡Qué mierda puteas al técnico!? ¿No ves que  desde que llegó jugamos bien? Vos sos un resultadista, no sos hincha” Un claro ejemplo del hincha talibán, del fanático religioso del entrenador. Para esta clase de futbolero, “jugar bien” significa dar dos pases y tener el 60% de la posesión del balón sin importar que se perdiera 6-1. Este fanático es el resultado de la exaltación de periodistas hacia determinado entrenador. Tanto escuchar que fulanito hace jugar bien al equipo, que se la termina creyendo por más que sume 2 puntos de los últimos 16 partidos. También puede ser que este hincha, este relacionado con el entrenador o bien esté entongado con la comisión directiva. Mi recomendación: no solo no discuta con esta clase de fanático, sino que huya lo más rápido que pueda del lugar, a ver si todavía lo convence.

Ejemplo 3. “¿Pibe, para que lo puteas? Si este pelotudo renuncia, van a traer a otro peor, son todos unos chupavergas los de esta comisión”, este es el hincha resignado. Mi recomendación es no discutir con esta clase de fanáticos, puesto que tiene razón.

Usted tiene un abanico de opciones para manifestar su rechazo a la conducción técnica de ese tipo.  Algunas malas ideas y algunas buenas:

Recuerde si va a putear, tenga sus recaudos. Fíjese bien que el entrenador no sea un hombre de pocas pulgas como Nelson Vivas ya que lo pueden cagar a trompadas. Le recomiendo no putear, porque usted va a alentar mi querido amiguito. Para putear ya están el forro pinchado del árbitro, los chorros chupapijas de la comisión y los rivales. Nos vemos la próxima clase. 

(*) No confundir con Eugenia de Chikoff, esta es Eugenia de Chitzoff, alguna tía lejana del ex jugador de Central, Colón, entre otros.



Clases Anteriores

Afirman que el “Yo siempre banque a Los Pumas” es furor y en cualquier momento sobrepasa al “Yo no lo vote” de los ’90.

Veleta. Lo serían varios.
Los Pumas son furor luego de la victoria frente a Irlanda que los depositó en la semifinal del Mundial de Rugby que se está llevando a cabo en Inglaterra y Gales. El veletismo por Los Pumas se ha convertido en una nueva moda y amenaza con propagarse aún más si el combinado nacional llegase a la final. “La verdad con tal de no acordarme ni de Palacio, ni de Higuaín yo festejo en bolas en el obelisco, me da igual” confirma un hincha exitista. “Yo creo que argentina va a salir campeona del mundo porque esta todo arreglado hermano, mira todos los penales que le cobran a favor a Los Pumas todos los partidos, déjate de joder” comenta un hincha de fútbol que vio Rugby por primera vez el domingo pasado.

Los expertos en Rugby ahora afloran en todos lados. “Ándate Tata, Daniel Hourcade tiene que ser el nuevo entrenador de la selección” se entusiasma un parroquiano en un bar mientras mira un partido de la B Metropolitana. Desde la consultora “Carusing & Smoking” elaboraron una encuesta sobre esta nueva pasión argentina que es el rugby. “Desde la década del ’90 a ahora, la frase argentina más pronunciada es la de ‘Yo no lo vote”, sin embargo por estas horas la estaría por superar otra frase de neto corte argentino, el cual es ‘Yo siempre banque a Los Pumas’, de 10 argentinos, 9 ya la pronunciaron. Ya ha superado a frases como 'Yo los sigo desde Cemento cuando tocaron para 50 personas' y va por más” asegura Ángela Cappa de dicha consultora.

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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