Arriba: Periodismo deportivo (Guionistas
de novelas futboleras reales); Agustín Rossi (Casi
ex arquero de Boca, subvalorado); Club Atlético Lanús (Club
caído en desgracia futbolística).
Abajo: Victor Blanco (Tribunero,
calentón); ConseJUAN ROMAN RIQUELME (EchaDT,
quemaidolos); Milton Leyendeker (Bestia, bruto).
A Victor Blanco le
saltó la térmica con Chiquito Romero. Parááááá un poco amigo, te va a hacer
mal. Veamos, Romero sin club fue a entrenar a Racing por la buena relación
entre ellos, y obviamente porque salió del club. Mientras Boca no llegaba a un
acuerdo con Rossi le ofrecieron el puesto a Romero, aceptó encantado luego de
comer banco hace como 5 años y de irse al descenso con el Venezia. Chiquito
brindó una conferencia, la tribuneó y Blanco se re calentó. Al pedo, porque si
me decís que Racing esta sin arquero o son horribles, es comprensible. Pero en
este momento la Academia tiene dos arquerazos, dos bestias. Y si, lo que le
molestó a Blanco fue la tribuneada que se mandó Chiquito diciendo que llegaba
al club más grande de la Argentina. Y entonces, Blanco le prohibió la entrada a
Romero, sus hijos, y los hijos de sus hijos por 3 meses. Gente grande, viejo.
Al final don Victor tribuneo mas que Chiquito.
Se terminó la novela entre Rossi y el Consejo del Futbol:
final abrupto. No hubo acuerdo y la gente quedo más dividida que en la misma
política argentina. Están los que apoyan a Rossi en contra del Consejo, y los
que apoyan la decisión del Consejo y al Consejo. La cosa es que Rossi no sigue
en Boca, contrataron a Chiquito Romero y a otra cosa. Rossi no salió a decir
nada (solo agradecimientos y que seguirá con el miso representante), desde el
consejo solo se limitaron a decir que no hubo acuerdo y chau picho ¿Y la
novela? La armaron desde el periodismo, como
siempre: que lo rajan a Rossi por la puerta de atrás, que la dictadura de
Riquelme, que Romero es un desastre… En tres partidos, seguramente, lo van a
estar pidiendo para la selección. Párrafo aparte con el periodismo. Hincharon
tanto las pelotas con Cavani, la gran mayoría lo daba como hecho cuando no
habia nada arreglado, y para peor, cuando se confirmó que no iba a Boca,
empezaron a apalear al Consejo del futbol de Boca.
Bueno, se armó lindo quilombo (hasta la
ligó Bricco) con el patadon que le dio Milton
Leyendeker de Agropecuario a Exequiel Zeballos de Boca. El resultado fue
una fractura de tibia, lesión de la sindesmosis tibioperonea distal con lesión
del ligamento deltoideo y avulsión del maléolo posterior del tobillo derecho. Y
el pibe va a tener que ser operado y con meses de rehabilitación. Ahora… ¿fue
mala leche? Como decimos siempre, esperamos y queremos creer que no. Para nosotros,
Leyendeker lo hizo de bestia bruta que es. Volvemos a repetir: queremos creer,
como el agente Mulder. El tema es que el rustico y bestial defensor salió a
pedir disculpas, fue al vestuario de Boca a buscar a Zeballos, pero ya estaba
en tránsito al hospital. También salió en la tele y volvió a pedir disculpas.
Por un lado, bien que se haya disculpado, por el otro, amigazo antes de pedir
disculpas no sea tan bestia en la cancha. Comprendemos y entendemos que en la
Primera B Nacional hasta a Conan el Bárbaro lo cagan a patadas, pero no es
justificativo. Ahora la AFA va a sancionar al bruto este de forma “disruptiva”,
es decir que la sanción va a correr por los partidos de la B Nacional. Y acá
queremos hacer un parate, sin animosidad y nos parece perfecto lo que quieren
hacer. ¿Pero cuantas patadas mala leche hemos visto a lo largo de todo este
tiempo? Patadas que fueron directamente a quebrar. Y la AFA como si nada. A
ver, lo del brutazo de Leyendeker es para hacer efectiva esa sanción, y de ahí
en adelante con todos eh, nada de andar midiendo con distinta vara.
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