Arriba:
San Lorenzo (Club sumergido en una crisis existencial); Periodismo (Lobbystas, antibattaglia); Sebastián Battaglia (Entrenador de Boca, agarrado de
punto por el periodismo, sus equipos suelen traer complicaciones oculares).
Abajo:
Marcelo Tinelli (Licenciado eterno, dubitativo, dudoso, adicto a
rascarse el hongo); Ricardo Centurión (Adicto a
irse mal de todos los clubes, partuzero, faltador); Paris SG (Club con hinchas
que no hay poronga que les venga bien, llenos y quejosos).
Selección.
Paso el titular
de la Secretaria de Comercio y dijo que San Lorenzo es
un quilombo. El Cuervo tiene más quilombos encima que Ricardo
Centurión. Vamos a arrancar con él justamente. Tanto se hinchó las bolas
por Ricky en el mercado de pases que finalmente San Lorenzo lo incorporó y
terminó como todos sabíamos: partuza, videos en redes sociales y carta
documento del CASLA por los faltazos. Justo en un clima hermoso que vive San
Lorenzo. La cosa es que ahora, parece que se lo devuelven con moño a Vélez, que
es otro equipo que anda para atrás. Y hablando de devoluciones, en cualquier
momento a Marcelo Tinelli también lo devuelven
en una canasta y lo dejan en las puertas de canal 13. El cabezón, a quien le
piden la renuncia desde hinchas, oficialistas, opositores y casi hasta el Papa
Francisco, sigue de licencia y mandó un tweet jugando al misterio. El verdadero
misterio es el futuro de San Lorenzo, hundido en lo deportivo, institucional y
económico. Ni a Donatti le dan ganas de ir a entrenar…
Hay una
hermosa guerra entre el Periodismo y Sebastian Battaglia desde hace rato. Desde su cuarto
partido, más o menos, que el periodismo da por finalizado el ciclo de Battaglia
y están dele serrucharle el piso. Battaglia tampoco ayuda mucho eh. Ver un
partido de Boca es un dolor ocular comparable a operarse de cataratas con un
tramontina. Entrar a los portales deportivos masivos, es ver una catarata de
notas donde van desde el “fin de ciclo” al “¿hasta cuándo va a seguir?”. Ya lo
dan por eliminado en la Libertadores, cuando faltan 3 partidos, dos de ellos de
local y con chances en Copa Argentina y Copa de la Liga. No queremos defender a
Battaglia, pero tiene chances en todos los frentes. Si Boca juega como el culo
y es una tortura mental ver los partidos, pero tampoco la exageración. Si a
esos periodistas les pagan para hacer lobby, solo queremos decirles: mándenos
un mensaje privado, le pasamos el CBU y también le empezamos a dar eh.
Calculamos que a ningún hincha se le pasaría por la cabeza irse antes de la cancha a festejar para “protestar” contra los jugadores, el cuerpo técnico y los directivos. Esto le sucedió al Paris Saint Germain, que ni saliendo campeón tiene paz. Obtuvo su liga número diez, pero los ultras o barras, en ligar de ponerse contentos se enojaron con todos diciendo que no estuvieron a la altura. Si, está bien, querían la Champions y más con un plantel como el del PSG. Pero amiguito, entraste a la historia, llegaste a la liga número 10 ganada, a igualar al Olympique de Marsella y el Saint Etienne, como máximos campeones, papá. No es moco de pavo. Muchos siguen en contra del jeque y el grupo árabe que aterrizó allá por el 2011. No vamos a defender al grupo de multimillonarios árabes, pero antes de su llegada el PSG tenía dos ligas pedorras y la ultima la habían ganado en el 93/94. La bronca no es porque es el club no es de los socios (antes era propiedad de canal+), sino porque no obtuvieron la Champions. Se quejan de llenos, viejo. Tráelo al Jeque acá, con que te gané una copa Argentina te hacen un monumento.
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