Primer puesto. Matías Vargas (Jugador
de Vélez, nuevo ídolo, jugadorazo).
Segundo puesto. Edgardo Bauza (Entrenador
de Rosario Central, defensivo, ordenado, doble de una Moai).
Tercer puesto. Guillermo Barros
Schelotto (Entrenador de Boca, puntero eterno, chillón).
Selección.
Qué pedazo de jugador el monito
Vargas. Tiene más futuro que la internet. Esperemos tenerlo un rato más
en el futbol argentino. Figura clave en la victoria de Vélez frente a Newell's.
Jugó, hizo jugar y metió un penal. Emotivamente es el nuevo ídolo, viene a
llenar el hueco que dejó Z*r*t*, según como escriben muchos hinchas del fortín.
Volvió el hijo pródigo a su casa. Edgardo
Bauza se hizo cargo de un Central que venía más desorientado que Dujovne
con la economía. En la primera fecha ya se vio la mano del Patón: orden,
concentración y solidez defensiva. Una marca registrada de Bauza, salvo en la
selección donde se descontroló todo. El canalla le ganó a Banfield y arrancó
con el pie derecho la Superliga.
Qué decir del Boca de Guillermo
Barros Schelotto. Lleva más tiempo puntero que Angelici comiéndose eses.
Bicampeón del torneo local y siempre al top, como diría el filósofo
contemporáneo, Álex Caniggia. Contra Talleres ganó sin desplegar un buen
fútbol, ni siquiera jugó bien. Pero la T hizo menos. Tevez se erró un penal,
pero no le movió el amperímetro a un Boca que promete seguir puntero.
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