Primer puesto. Guillermo Barros
Schelotto (Entrenador de Boca, protestón, peleador, llorón, puntero
eterno).
Segundo puesto. Santiago García (Goleador
del campeonato, jugador de Godoy Cruz, gemelo de Mario Baracus).
Segundo puesto. Franco Armani (Arquero
de River, arquero de selección, ídolo del Tino Asprilla).
Tercer puesto. Claudio Biaggio (Entrenador
de San Lorenzo, austero, sacrificado).
Tercer puesto. Gustavo Alfaro (Entrenador
de Huracán, sumador de puntos, defensivo).
Selección.
Guillermo Barros Schelotto cerró un gran
campeonato: Salió campeón, hace 65 partidos que esta primero, recuperó a Gago y
termino el torneo peleándose con Rapallini. Más allá de lo que suceda en la
Copa Libertadores, el mellizo volvió a quedarse con la estrella, llegando a un
bicampeonato. Con el diario del lunes uno ve que Godoy Cruz quedó a tan solo 2
puntos, pero Boca estuvo puntero desde la primera fecha y si bien parecía que
el melli la Lavolpeaba toda, ganó en momentos claves. En la semana, cuando jugó
el partido postergado con Gimnasia, salió campeón en el Bosque, luego de dimes
y diretes, se enfrentó a Huracán con quien empató y el Melli aprovecho para
festejar a las puteadas limpias contra Rapallini.
Lejos y en soledad en la cima de la tabla de goleadores
quedó el Morro García. 17 tantos que le
permitieron al Tomba poder luchar hasta el final y cerrar un campañón. Demás
decir que el Tomba jugara una nueva Libertadores y ahora la preocupación de los
hinchas del Tomba pasa por si el mister T de los goles se quedará o no.
River tuvo un comienzo de torneo flojísimo, a los tumbos,
por debajo de la tabla. La segunda parte, desde que le ganó a Boca por la final
de la Supercopa Argentina gano todos los partidos salvo uno. Mucho tuvo que ver
el envión anímico, pero más tuvo que ver que trajo a un arquerazo: Franco Armani. Que Armani es un arquero de selección
no hay dudas. Pregúntenle a cualquier hincha de Atlético Nacional. Ganó todo
con el club colombiano. Y en River no desentonó. En el último partido frente a
San Lorenzo, tapó todo cuando el conjunto de Boedo apretaba y encima Sampaoli lo
metió en la lista de 35. Un semestre redondito
Curiosamente tenemos un tercer puesto compartido entre San
Lorenzo y Huracán. El Pampa Biaggio por un lado
y Gustavo Alfaro por el otro. Arrancamos por
posición en la tabla. El Cuervo se reforzó poco, es más se le fueron algunas
piezas claves. Sin embargo, el Pampa no se quejó y se las arregló con lo que le
quedo. Fue remándola fecha tras fecha, para los amantes del buen fútbol ver a
San Lorenzo era una tortura: no jugaba para nada bien, pero era efectivo y
ganaba. En un momento el Ciclón llegó a pelear el torneo, pero pronto se bajó
de la lucha, pero logro un objetivo para nada despreciable: entrar a la
Libertadores. Al Pampa lo mandas al día y te hace un menú gourmet.
Un par de
cuadras más para acá lo tenemos a Gustavo Alfaro. La máxima preocupación del
Globo era el promedio. Arrancaba medio jodido: en el puesto 25 de 27.
Complicado. Empezó a sumar a lo loco, sumo tanto que se olvidó del fantasma del
descenso y llegó a clasificar a la Libertadores de manera agónica. Para Alfaro,
el ministerio de economía.
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