Primer puesto. Sebastián Beccacece (Entrenador de Defensa y Justicia,
doble berreta de Luis Zubeldia, doble de la salada de David Guetta).
Segundo puesto. Julio Cesar Falcioni (Entrenador de Banfield, sumador
de puntos, fachero, ex defensivo)
Segundo puesto. Diego Osella (Entrenador de Newell’s, gritón, remador).
Tercer puesto. Darío Benedetto (Delantero de Boca, goleador, hinchado
las bolas).
Selección.
Desde que llegó a Defensa y Justicia, Sebastian
Baccacece tiene un 71% de efectividad en el torneo local, sus equipos
juegan tan bien que el blondo entrenador genera suspiros en Latorre y De Paoli
por igual. Si bien en la Universidad de Chile no le fue bien, al parecer
encontró su lugar en el mundo en Florencio Varela. Desde que el Halcón perdió
contra Boca, no volvió a conocer la derrota, a eso se le suma la hazaña de
haber eliminado al mismísimo San Pablo en el Morumbi. Ahora se va como ayudante
de Sampaoli en la selección, aunque parece que podría quedarse como DT del
Halcón.
Tenemos un segundo
puesto compartido, ambos entrenadores tuvieron una fecha 25 en la que cayeron
derrotados, pero ahora en la 26 volvieron a la victoria y se mantienen
expectantes en la lucha por el torneo. Curiosamente ambos entrenadores no la
pasaron bien desde principio de año, no por una cuestión deportiva, sino
económica. Veamos: Julio Cesar Falcioni había
finalizado el año con cinco victorias al hilo y en medio de una ola de rumores
que lo alejaban de Banfield por una cama de Erviti, la cosa termino con el
mismo jugador y Silva fuera del equipo en medio de paros por falta de pago, el
Emperador seguía como DT pero parecía que se le venía una segunda parte de
torneo complicada. En Newell’s lo tenemos a Diego Osella
que también empezó el 2017 de una forma complicada, paros por la falta de pagos
al plantel (que siguió hasta hace muy poquito) y también se rumoreo que el gritón
entrenador iba a renunciar hinchado las bolas. Pero ninguno de los dos se
fueron, ambos se quedaron, le pusieron el pecho a las balas y hoy ambos están tan
solo a 4 puntos e Boca y soñar no cuesta nada…
Si Boca aun depende de sí
mismo es porque tiene un delantero como Darío Benedetto,
un jugador que mete las que tiene y que a fuerza de goles comparte el primer
puesto de goleador con Driussi. Boca es un equipo que está rindiendo menos que
botella de tres cuartos en la mesa de Pato Bullrich, está dejando
peligrosamente puntos en el camino y por ahora el único que responde es el
tatuado delantero que hasta se enojó con gago porque la pelota no le llegaba.
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