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Conociendo a los equipos del Mundial. Grupo A: Croacia.

Falta poco para el mundial, por eso arrancamos con un análisis detallado de todos los equipos que van a participar en la gran cita mundialista. En este caso tenemos a Croacia, selección joven que en su momento casi nos afanan a Daniel Bilos o a Dario Cvitanich.  Luego no jugaron ni en la croata ni en la argentina. 

Sabados de Fontanarrosa, hoy: "Las malas palabras"

En esta edición de “Sábados de Fontanarrosa”, hacemos la siguiente pregunta: ¿Quién no recuerda esta genial intervención de Roberto Fontanarrosa en el congreso de la Lengua Española en Rosario? Esta terrible exposición fue realizada por el III Congreso Internacional de la Lengua Española, llevado a cabo en noviembre de 2004 en Rosario. El “Negro” jugaba de local, aunque Fontanarrosa se la bancaba también de visitante.  Esta presentación recorrió que recorrió el globo terráqueo, está más vigente que nunca. Si no la viste podes darle play y ver esta épica ponencia. Si ya la viste, podes rememorar y cagarte de risa de nuevo. Te dejamos el video y el fragmento escrito de aquella jornada.



No voy a lanzar ninguna teoría. Un congreso de la lengua es un ámbito apropiado para plantear preguntas y eso voy a hacer.

La pregunta es por qué son malas las malas palabras,¿quién las define? ¿Son malas porque les pegan a las otras palabras?, ¿son de mala calidad porque se deterioran y se dejan de usar? Tienen actitudes reñidas con la moral, obviamente. No sé quién las define como malas palabras. Tal vez al marginarlas las hemos derivado en palabras malas, ¿no es cierto?

Muchas de estas palabras tienen una intensidad, una fuerza, que difícilmente las haga intrascendentes. De todas maneras, algunas de las malas palabras... no es que haga una defensa quijotesca de las malas palabras, algunas me gustan, igual que las palabras de uso natural.
Yo me acuerdo de que en mi casa mi vieja no decía muchas malas palabras, era correcta. Mi viejo era lo que se llama un mal hablado, que es una interesante definición. Como era un tipo que venía del deporte, entonces realmente se justificaba. También se lo llamaba boca sucia, una palabra un poco antigua pero que se puede seguir usando.

Era otra época, indudablemente. Había unos primos míos que a veces iban a mi casa y me decían: “Vamos a jugar al tío Berto”. Entonces iban a una habitación y se encerraban a putear. Lo que era la falta de la televisión que había que caer en esos juegos ingenuos.

Ahora, yo digo, a veces nos preocupamos porque los jóvenes usan malas palabras. A mí eso no me preocupa, que mi hijo las diga. Lo que me preocuparía es que no tengan una capacidad de transmisión y de expresión, de grafismo al hablar. Como esos chicos que dicen: “Había un coso, que tenía un coso y acá le salía un coso más largo”. Y uno dice: “¡Qué cosa!”.

Yo creo que estas malas palabras les sirven para expresarse, ¿los vamos a marginar, a cortar esa posibilidad? Afortunadamente, ellos no nos dan bola y hablan como les parece. Pienso que las malas palabras brindan otros matices. Yo soy fundamentalmente dibujante, manejo mal el color pero sé que cuantos más matices tenga, uno más se puede defender para expresar o transmitir algo. Hay palabras de las denominadas malas palabras, que son irremplazables: por sonoridad, por fuerza y por contextura física.

No es lo mismo decir que una persona es tonta, a decir que es un pelotudo.Tonto puede incluir un problema de disminución neurológico, realmente agresivo. El secreto de la palabra “pelotudo”–que no sé si está en el Diccionario de Dudas- está en la letra “t”. Analicémoslo. Anoten las maestras. Hay una palabra maravillosa, que en otros países está exenta de culpa, que es la palabra “carajo”.Tengo entendido que el carajo es el lugar donde se ponía el vigía en lo alto de los mástiles de los barcos. Mandar a una persona al carajo era estrictamente eso. Acá apareció como mala palabra. Al punto de que se ha llegado al eufemismo de decir “caracho“, que es de una debilidad y de una hipocresía…

Cuando algún periódico dice “El senador fulano de tal envió a la m… a su par”, la triste función de esos puntos suspensivos merecería también una discusión en este congreso.                           
Hay otra palabra que quiero apuntar, que es la palabra “mierda”, que también es irremplazable, cuyo secreto está en la “r”, que los cubanos pronuncian mucho más débil, y en eso está el gran problema que ha tenido el pueblo cubano, en la falta de posibilidad expresiva.

Lo que yo pido es que atendamos esta condición terapéutica de las malas palabras. Lo que pido es una amnistía para las malas palabras, vivamos una Navidad sin malas palabras e integrémoslas al lenguaje porque las vamos a necesitar. 

Un posible sucesor del "Tata" Martino.

Justo ahora que al Barcelona le esta yendo mal, Caruso dejo Quilmes...
El publico y el humo se renuevan....

Puntero izquierdo

Tal como publicamos la semana anterior, hoy llegamos al segundo sábado (y ultimo consecutivo) en el que pondremos clásicos de la literatura futbolera. A partir del próximo sábado retomaremos los cuentos de "elaboración propia" e intercalaremos sábado por medio con los clásicos. O sea, un sábado un cuento nuestro, otro sábado un clásico, otro uno nuestro y así. La idea central es —como ya lo mencionamos— que las nuevas generaciones puedan acceder es este tipo de lecturas y los que ya la leyeron que la rememoren. Muchos son cuentos, otros relatos, narraciones. A disfrutarlos.

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Puntero izquierdo
(Montevideanos, 1959)
A Carlos Real de Azúa

Vos sabés las que se arman en cualquier cancha más allá de Propios. Y si no acordate del campito del Astral, donde mataron a la vieja Ulpiana. Los años que estuvo hinchándola desde el alambrado y, la fatalidad, justo esa tarde no pudo disparar por la uña encarnada. Y si no acordate de aquella canchita de mala muerte, creo que la del Torricelli, donde le movieron el esqueleto al pobre Cabeza, un negro de mano armada, puro pamento, que ese día le dio la loca de escupir cuando ellos pasaban con la bandera. Y si no acordate de los menores de Cuchilla Grande, que mandaron al nosocomio al back derecho del Catamarca, y todo porque le había hecho al capitán de ellos la mejor jugada recia de la tarde. No es que me arrepienta ¿sabés? de estar aquí en el hospital, se lo podés decir con todas las letras a la barra del Wilson. Pero para jugar más allá de Propios hay que tenerlas bien puestas. ¿O qué te parece haber ganado aquella final contra el Corrales, jugando nada menos que nueve contra once? Hace ya dos años y me parece ver al Pampa, que todavía no había cometido el afane pero lo estaba germinando, correrse por la punta y escupir el centro, justo a los cuarenta y cuatro de la segunda etapa, y yo que la veo venir y la coloca tan al ángulo que el golerito no la pudo ni pellizcar y ahí quedó despatarrado, mandándose la parte porque los de Progreso le habían echado el ojo. ¿O qué te parece haber aguantado hasta el final en la cancha del Deportivo Yi, donde ellos tenían el juez, los línema, y una hinchada piojosa que te escupían hasta en los minutos adicionales por suspensiones de juego, y eso cuando no entraban al fiel y te gritaban: "¡Yi! ¡Yi! ¡Yi!" como si estuvieran llorando, pero refregándote de paso el puño por la trompa? Y uno haciéndose el etcétera porque si no te tapaban. Lo que yo digo es que así no podemos seguir. O somos amater o somos profesional. Y si somos profesional que vengan los fasules. Aquí no es el Estadio, con protección policial y con esos mamitas que se revuelcan en el área sin que nadie los toque. Aquí si te hacen un penal no te despertás hasta el jueves a más tardar. Lo que está bien. Pero no podés pretender que te maten y después ni se acuerden de vos. Yo sé que para todos estuve horrible y no precisa que me pongas esa cara de Rosigna y Moretti. Pero ni vos ni don Amílcar entienden ni entenderán nunca lo que pasa. Claro, para ustedes es fácil ver la cosa desde el alambrado. Pero hay que estar sobre el pastito, allí te olvidás de todo, de las instrucciones del entrenador y de lo que te paga algún mafioso. Te viene una cosa de adentro y tenés que llevar la redonda. Lo ves venir al jalva con su carita de rompehueso y sin embargo no podés dejársela. Tenés que pasarlo, tenés que pasarlo siempre, como si te estuvieran dirigiendo por control remoto. Si te digo que yo sabía que esto no iba a resultar, pero don Amílcar que empieza a inflar y todos los días a buscarme a la fábrica. Que yo era un puntero de condiciones, que era una lástima que ganara tan poco, y que aunque perdiéramos la final él me iba a arreglar el pase para el Everton. Ahora vos calculá lo que representa un pase para el Everton, donde además de don Amílcar, que después de todo no es más que un cafisho de putas pobres, está nada menos que el doctor Urrutia, que ése sí es Director de Ente Autónomo y ya colocó en Talleres al entreala de ellos. Especialmente por la vieja, sabés, otra seguridad, porque en la fábrica ya estoy viendo que en la próxima huelga me dejan con dos manos atrás y una adelante. Y era pensando en esto que fui al café Industria a hablar con don Amílcar. 

Te aseguro que me habló como un padre, pensando, claro, que yo no iba a aceptar. A mí me daba risa tanta delicadeza. Que si ganábamos nosotros iba a ascender un club demasiado díscolo, te juro que dijo díscolo, y eso no convenía a los sagrados intereses del deporte nacional. Que en cambio el Everton hacía dos años que ganaba el premio a la corrección deportiva y era justo que ascendiera otro escalón. En la duda, atenti, pensé para mi entretela. Entonces le dije el asunto es grave y el coso supo con quién trataba. Me miró que parecía una lupa y yo le aguanté a pie firme y le repetí que el asunto es grave. Ahí no tuvo más remedio que reírse y me hizo una bruta guiñada y que era una barbaridad que una inteligencia como yo trabajase a lo bestia en esa fábrica. Yo pensé te clavaste la foja y le hice una entradita sobre Urrutia y el Ente Autónomo. Después, para ponerlo nervioso, le dije que uno también tiene su condición social. Pero el hombre se dio cuenta que yo estaba blando y desembuchó las cifras. Graso error. Allí nomás le saqué sesenta. El reglamento era éste: todos sabían que yo era el hombre-gol, así que los pases vendrían a mí como un solo hombre. Yo tenía que eludir a dos o tres y tirar apenas desviado o pegar en la tierra y mandarme la parte de la bronca. El coso decía que nadie se iba a dar cuenta que yo corría pa los italianos. Dijo que también iban a tocar a Murias, porque era un tipo macanudo y no lo tomaba a mal. Le pregunté solapadamente si también Murias iba a entrar en Talleres y me contestó que no, que ese puesto era diametralmente mío. Pero después, en la cancha, lo de Murias fue una vergüenza. El pardo no disimuló ni medio; se tiraba como una mula y siempre lo dejaban en el suelo. A los veintiocho minutos ya lo habían expulsado porque en un escrimaye le dio al entreala de ellos un codazo en el hígado. Yo veía de lejos tirándose de palo a palo al meyado Valverde, que es de esos idiotas que rechazan muy pitucos cualquier oferta como la gente, y te juro por la vieja que es un amater de órdago, porque hasta la mujer, que es una milonguita, le mete cuernos en todo sector. Pero la cosa es que el meyado se rompía y se le tiraba a los pies nada menos que a Bademian, ese armenio con patada de burro que hace tres años casi mata de un tiro libre al golero del Cardona. Y pasa que te contagiás y sentís algo adentro y empezás a eludir y seguís haciendo dribles en la línea del córner como cualquier mandrake y no puede ser que con dos hombres de menos (porque al Tito también lo echaron, pero por bruto) nos perdiéramos el ascenso. Dos o tres veces me la dejé quitar pero ¿sabés? me daba un calor bárbaro porque el jalva que me marcaba era más malo que tomar agua sudando y los otros iban a pensar que yo había disminuido mi estándar de juego. Allí el entrenador me ordenó que jugara atrasado para ayudar a la defensa y yo pensé que eso me venía al trome porque jugando atrás ya no era el hombre-gol y no se notaría tanto si tiraba como la mona. 

Así y todo me mandé dos boleos que pasaron arañando el palo y estaba quedando bien con todos. Pero cuando me corrí y se la pasé al Ñato Silveira para que entrara él y ese tarado me la pasó de nuevo, a mí que estaba solo, no tuve más remedio que pegar en la tierra porque si no iba a ser muy bravo no meter el gol. Entonces, mientras yo hacía que me arreglaba los zapatos, el entrenador me gritó a lo Tittaruffo: “¿Qué tenés en la cabeza? ¿Moco?” Eso, te juro, me tocó aquí dentro, porque yo no tengo moco y si no preguntale a don Amílcar, él siempre dijo que soy un puntero inteligente porque juego con la cabeza levantada. Entonces ya no vi más, se me subió la calabresa y le quise demostrar al coso ése que cuando quiero sé mover la guinda y me saqué de encima a cuatro o cinco y cuando estuve solo frente al golero le mandé un zapatillazo que te lo boliodire y el tipo quedó haciendo sapitos pero exclusivamente a cuatro patas. Miré hacia el entrenador y lo encontré sonriente como aviso de Rider y recién entonces me di cuenta que me había enterrado hasta el ovario Los otros me abrazaban y gritaban: “¡Pa los contras!”, y yo no quería dirigir la visual hacia donde estaba don Amílcar con el doctor Urrutia o sea justo en la banderita de mi córner, pero en seguida empezó a llegarme un kilo de putiadas, en la que reconocí el tono mezzosoprano del delegado y la ronquera con bitter de mi fuente de recursos. Allí el partido se volvió de trámite intenso porque entró la hinchada de ellos y le llenaron la cara de dedos a más de cuatro. A mí no me tocaron porque me reservaban de postre. Después quise recuperar puntos y pasé a colaborar con la defensa, pero no marcaba a nadie y me pasaban la globa entre las piernas como a cualquier gilberto. Pero el meyado estaba en su día y sacaba al córner tiros imposibles. Una vuelta se la chingué con efecto y todo, y ese bestia la bajó con una sola mano. Miré a don Amílcar y al delegado, a ver si se daban cuenta que contra el destino no se puede, pero don Amílcar ya no estaba y el doctor Urrutia seguía moviendo los labios como un bagre. Allí nomás terminó uno a cero y los muchachos me llevaron en andas porque había hecho el gol de la victoria y además iba a la cabeza en la tabla de los escores. Los periodistas escribieron que mi gol, ese magnífico puntillazo, había dado el más rotundo mentís a los infames rumores circulantes. Yo ni siquiera me di la ducha porque quería contarle a la vieja que ascendíamos a Intermedia. Así que salí todo sudado, con la camiseta que era un mar de lágrimas, en dirección al primer teléfono. Pero allí nomás me agarraron del brazo y por el movado de oro le di la cana a la bruta manaza de don Amílcar. Te juro que creía que me iba a felicitar por el triunfo, pero está clavado que esos tipos no saben perderla. Todo el partido me la paso chingándola y tirando desviado o sea hipotecando mis prestigios, y eso no vale nada. Después me viene el sarampión y hago un gol de apuro y eso está mal. Pero ¿y lo otro? Para mí había cumplido con los sesenta que le había sacado de anticipo, así que me hice el gallito y le pregunté con gran serenidad y altura si le había hablado al delegado sobre mi puesto en Talleres. El coso ni mosquió y casi sin mover los labios, porque estábamos entre la gente, me fue diciendo podrido, mamarracho, tramposo, andá a joder a Gardel, y otros apelativos que te omito por respeto a la enfermera que me cuida como una madre. Dimos vuelta una esquina y allí estaba el delegado. 

Yo como un caballero le pregunté por la señora, y el tipo, como si nada, me dijo en otro orden la misma sarta de piropos, adicionando los de pata sucia, maricón y carajito. Yo pensé la boca se te haga un lago, pero la primera torta me la dio el Piraña, aparecido de golpe y porrazo, como el ave fénix, y atrás de él reconocí al Gallego y al Chiche, todos manyaorejas de Urrutia, el cual en ningún momento se ensució las manos y sólo mordía una boquilla muy pituca, de ésas de contrabando. La segunda piña me la obsequió el Canilla, pero a partir de la tercera perdí el orden cronológico y me siguieron dando hasta las calandrias griegas. Cuando quise hacerme una composición de lugar, ya estaba medio muerto. Ahí me dejaron hecho una pulpa y con un solo ojo los vi alejarse por la sombra. Dios nos libre y se los guarde, pensé con cierta amargura y flor de gusto a sangre. Miré a diestro y siniestro en busca de S.O.S. pero aquello era el desierto de Zárate. Tuve que arrastrarme más o menos hasta el bar de Seoane, donde el rengo me acomodó en el camión y me trajo como un solo hombre al hospital. Y aquí me tenés. Te miro con este ojo, pero voy a ver si puedo abrir el otro. Difícil, dijo Cañete. La enfermera, que me trata como al rey Farú y que tiene, como ya lo habrás jalviado, su bruta plataforma electoral, dice que tengo para un semestre. Por ahora no está mal, porque ella me sube a upa para lavarme ciertas ocasiones y yo voy disfrutando con vistas al futuro. Pero la cosa va a ser después: el período de pases ya se acaba. Sintetizando, que estoy colgado. En la fábrica ya le dijeron a la vieja que ni sueñe que me vayan a esperar. Así que no tendré más remedio que bajar el cogote y apersonarme con ese chitrulo de Urrutia, a ver si me da el puesto en Talleres como me habían prometido.

(1954)
Mario Benedetti

El Antiequipo de la semana (04/04 al 11/04)

Arriba: Marcelo Barovero (Arquero de River Plate, oficinista);  Fernando Echenique (Arbitro, no vidente, creativo, goleador); Nasser Al-Khelaïfi (Jeque, dueño del Paris Saint Germain, millonario, malgastador); Gerardo Martino (Entrenador del Barcelona, odiado por la prensa catalana); Lionel Messi (Jugador del Barcelona, desganado, fantasma, millonario); Santiago Silva (Delantero de Lanús, psicótico, demente, esquizofrénico)

Abajo: Barras Brava (Termos, violentos); Alfredo Berti (ex entrenador de Newell’s, inútil); Javier Cantero (Presidente de Independiente, inútil, pobre, sillafóbico); Gustavo López (Light, interrumpidor compulsivo, tibio); Claudio Borghi (Entrenador de Argentinos Juniors, tiene más laburo que el psicólogo de Sessa)

Selección
Luego de los dimes y diretes del superclásico en donde tanto se habló de los dos goles de River, parece ser que el destino quiso que otra vez River Plate este en el eje de la polémica por errores arbitrales. Mucho tuvo que ver Marcelo Barovero, gestor del primer error: ante un remate de un rival, que no fue del todo complicado se equivocó groseramente y la pelota termino en gol… o por lo menos eso fue lo que vio el cegatón de Fernando Echenique, árbitro del encuentro y gestor del segundo error de esa jugada. Según pudo verse por las infinitas repeticiones de la TV, la pelota no entro en su totalidad. El juez de Línea no cobro nada pero Echenique ante la duda apelo a su sentido goleador y lo cobro. Antes, mucho antes,  no cobro una plancha a Olave por parte de Teo que derivo en el gol de River. Episodio que también fue polémico ya que para muchos no fue plancha a pesar de que Olave termino puteando. La cuestión es que Echenique ahora está parado por esos errores, pero por lo menos el árbitro hizo un gol y ya tiene más goles que algunos de los refuerzos que pidió Ramón.

Uno que parece que gasto guita al pedo para poder lograr la Champios League, fue el multimillonario Nasser Al-Khelaïfi o conocido en su país como ناصر بن غانم الخليفي. Este Qatarí dueño del Paris Saint Germain, invirtió más plata que Sessa en sesiones de control de ira, en querer obtener el máximo torneo europeo. Pero fallo, primero se le rompió Zlatan Ibrahimovic y luego cuando parecía que el Chelsea ya estaba vencido, la mística copera de Mourinho pudo más y dejo al Paris como un equipo pecho. Tanto jugador de renombre al pedo. Boyero con la SUBE cargada pone más que algunas estrellitas.
Fue una semana caótica para Newell’s. No solo para sus hinchas sino para algunos ídolos también. La semana empezó con el clásico rosarino ganado por Central. El (ex) conjunto de Alfredo Berti, perdió los dos clásicos en la temporada y cuando podía revertir esa pálida imagen pasando de ronda en la Libertadores, se quedó afuera. El conjunto rojinegro tan solo tenía que empatar pero término perdiendo 3-1 contra Atlético Nacional. Berti se fue, Heinze no pudo ganar un clásico y encima la dirigencia ahora iba a buscar a Marcelo Bielsa, pero  ya tiene todo arreglado para dirigir al Olympique de Marsella. Semana en la que no le salió nada a Newell’s, bueno si, el que salió fue Berti.

Y otros dos ex Newell’s tampoco la pasaron bien en Europa. Gerardo Martino y Lionel Messi se quedaron afuera de la Champions con el Barcelona y a ambos lo destrozaron desde los medios. El Barcelona hace rato que muestra grietas en cuanto a juego —desde la época de Tito Vilanova— y a crisis le estallo en la cara al ex entrenador de Newell’s. Él mismo califico esta eliminación de fracaso, sin embargo los medios catalanes lo destrozaron y hasta le criticaron que no habla catalán. En el partido Lionel Messi fue una sombra y corrió menos que Riquelme en pretemporada. Si viene el esquema del Atlético Madrid fue una tenaza, la Pulga no tuvo el temple y la magia de otros partidos, directamente se borró. ¿Lo bueno del Barcelona eliminado? Que Messi llega más descansado al mundial. Si no lo llega a ganar, la gente hará cola con los medios catalanes para darle.

Lanús se jugaba la clasificación en Chile. Para ello estaba dejando la vida, sobre todo el arquero Marchesin. Se repuso a fallos arbitrales desastrosos y el arquero hasta contuvo un penal mal cobrado. Si al equipo granate le llegaban a hacer un gol, se quedaba afuera. Por eso resistía con coraje. Marchesin había atajado ese penal, pero luego de eso a Santiago Silva se le iba a saltar la chaveta. Otro brote psicótico más del pelado delantero. El uruguayo fue y le grito al árbitro por el penal que había atajado su compañero. Afuera justo cuando Lanús pasaba su peor momento. No contento con eso lo tuvieron que agarrar entre varios para clamarlo. Lanús empato y paso. Silva con las calenturas que se agarra puede darle energía a tres países medianos del este europeo.

Otra vez hubo quilombos con los barras. Esta vez fue Banfield el escenario de la violencia. Esta vez se dio una interna entre Villa Niza (quien comanda la actual barra) y Benquez (quienes quieren volver al poder). El tema es que dos motos con barras de Benquez entraron a la cancha y dispararon contra sus “enemigos”, luego de media hora de terminado el partido. Saldo de ocho heridos y de milagro no paso algo más grave. En la semana  en Rosario, la casa del presidente de Newell’s Old Boys tuvo un intento de incendio, el cual no paso a mayores pero pudo ser una desgracia, hecho que se le atribuyo a la barra brava del club. También en  Rosario otra Barra que dirimió sus diferencias fue la de Atlético Nacional, el equipo colombiano. Dos facciones de la barra se enfrentaron antes del partido contra Newell’s y tuvo como consecuencia un herido de gravedad. Porque Argentina parece ser un país “Barra Friendly”.

Independiente no solo la está pasando mal en lo deportivo, sino que en lo económico la está pasando peor. A pesar de que Javier Cantero está negociando —algunos dicen que el “pacto” se cayó— una salida para que el sector de la oposición del club, ligado al moyanismo, empiece a solventar gastos, la cosa esta cada vez peor. Los empleados del club están haciendo un paro debido a la falta de pagos. "Se informa: que los empleados del C.A.I. estamos haciendo retención de tareas, debido a la falta de pago. Disculpe las molestias" decía un cartel en el club. Motivo por el cual dicen que puede suspenderse el partido que el Rojo tiene contra Almirante Brown el lunes. Pero la malaria no termina ahí. Un juvenil de la cuarta salió a decir que muchos juveniles no comieron porque no les alcanzo la comida…

El Show del Fútbol era conocido no precisamente por ser un programa de Fútbol “normal”, sino algo más lindante al Show. Cuando uno veía las enormes polémicas que se armaban entre sus panelistas —algunas subidas de temperatura, llegando casi al roscazo—, se olvidaba si su equipo había perdido, ganado o empatado. Desdramatizaba desde su humistica versión. Se fue Fantino y llego Gustavo López y con él llego las interrupciones de las polémicas. Ante cada inicio de lo que podría ser una pelea épica, el conductor interrumpe, mete un chivo o les dicen que pare. Más light que un brote de soja. En todo este panorama, uno de los que salió a criticar (constructivamente) fue Mario Pergolini, quien aconsejo al nuevo conductor de “renunciar, que todavía está a tiempo”. No queremos que López se vaya, pero métele algo de picante, esto parece comida para enfermo de gastroenteritis viejo.

“El capitán del barco es el último en bajarse”, repetía hasta el hartazgo Paulo Vilouta en un informe sobre Tinelli.  Y así lo entendió Claudio Borghi. A pesar de que Argentinos Juniors no da pie con bola y que encima uno de los mejores jugadores que tiene como  Leonardo Pisculichi, se lesiona. Borghi dijo que iba a seguir firme. Argentinos la tiene más que complicada. Está en el fondo de la tabla de los promedios y su equipo tiene menos poder de gol que Rogelio Funes Mori. 

Hubo paro pero Caruso Lombardi no paró y nos dejo estas frases

Luego del entrenamiento de Quilmes, salió Caruso Lombardi volvió a las fuentes. No, no recurrió a ningún jugador del ascenso ni descubrió alguno, sino que el entrenador volvió a pararse frente a un micrófono —esta vez el de FM Sur— y se despacho de lo lindo, como aquella vez contra Placente.














El Barcelona se quedó afuera, pero Niembro metió todas estas frases.


Niembro teniendo problemas con el audio, pero salia al aire igual

















Agradecemos la siempre excelente predisposición de Juan Augusto Erman (@JJJuanErman) para colaborar con las frases. 

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