Para vos es fácil la cosa. Lo
seguís por tele, no tenés que soportar que la policía te maltrate a la entrada,
a la salida. Eso de contar las chirolas para pagar la cuota. O la entrada, si
es que no pudiste estar al día. Eso de dejar los ravioles de la vieja por la
mitad para poder ir a la cancha. A vos te da lo mismo verlo en la platea, en la
popular o en el sillón de tu casa. Ojo, no te estoy diciendo que sos menos
hincha, nada que ver. Pero tenés comodidad hermano. No tenés identidad. Te
falta barrio. Entre ser hincha de una empresa multinacional y lo tuyo no hay
diferencia. No hay calidez del barrio. Ese que te vio crecer. Ese donde pasaste
todo. Casarte y volver al barrio solo por la vieja y por la cancha. A mí dame
eso. El resto es de una frialdad absoluta.
Vos medio que lo tenés
solucionado. Sos la burguesía del futbol, perdoname que te lo diga. Pero es así
hermano, vos sos de los ricos, de los pudientes. Solo me refiero al futbol, a
la pelota; porque seguramente a los dos nos cueste llegar a fin de mes.
Puntualmente te hablo de fútbol. Mirá, si no, los refuerzos que te trajeron y
mirá los nuestros. Si juntamos toda la plata de los refuerzos que trajimos
nosotros, te puedo asegurar que no llegamos a pagarle la propina al flaco del
estacionamiento donde tu nueva figura estaciona su auto alemán importado. Ni hablar
de cuando sacamos un buen jugador nosotros, de esos a los que vas viendo
florecer. Esos que te ilusionan con que la van a romper toda y la rompen, pero
en tu club, porque con guita hoy te llenás. Pero, ¿qué vas a saber vos de eso?
A lo sumo a vos te soplará futbolistas algún grande de Europa. Toda fácil la tenés.
Así cualquiera se hace hincha, no sufrís por nada. Claro, sufrís cuando no salís
campeón. Y eso que salís a cada rato eh…
yo casi nunca salgo campeón, con un tercer puesto festejo como loco. Hasta me
toca festejar estar en mitad de tabla. Si vos estas en mitad de tabla pedís la
renuncia hasta del aguatero. Con la frecuencia que vos festejas campeonatos, yo
sufro descenso. Dos por tres me voy. Eso es sufrir. Y encima los árbitros te
ayudan… todos te ayudan ¡Como si lo necesitasen! Mientras, a nosotros nos
perjudican. Ya el destino y la suerte se encargan de eso. Pero los árbitros
igual nos perjudican. Siempre al más débil, al más sufrido, a los boludos de
siempre. Sos un exitista, porque una campaña mala no llenás la cancha, no va
nadie y todos esconden los colores. Es así hermano, es así nomás. Para vos es
fácil la cosa.
***
No mi amigo, vos la tenés fácil.
Vos no te imaginás lo que sufro cuando no voy a la cancha. Si a vos te cuesta
juntar las monedas para pagar la cuota y poder ir a ver a tu equipo, a mí se me
complica más, viejo. Yo no tengo la suerte que tenés vos de ser hincha del club
de barrio; yo para irme a la cancha me tengo que tomar un tren y dos bondis.
Ida y vuelta. Ni siquiera llego a dejar el plato de ravioles de la vieja por la
mitad, ni siquiera llego a lo de la vieja. Tengo que salir como dos horas
antes. Eso es sacrificio. Ni hablar de querer pagar la cuota, sale mucho más
que en tu equipo, porque acá no solo es fútbol. Ahí no tenés que contar
chirolas, tenés que contar billetes y de los yaguaretés, hermano. Y entradas no
sobran, porque muchas veces no quedan porque la mandan a las peñas o a la
barra. No mi amigo, es jodido ser de un grande. La tenés que vivir. Por la tele sufrís más, tenés que bancarte a
los periodistas. Cualquier cosa que pasa en tu club la agrandan más que mancha
de aceite en un papel de rollo de cocina, y muchas veces tenés que aguantar que
te digan que tal o cual periodista es hincha porque dice verdades, verdades
futbolísticas.
Ningún burgués. Nada de Burguesía.
Estamos en la cúspide por sacrificio. El burgués sos vos, no te movés del
barrio, al club lo maneja la misma familia de siempre. Nosotros tenemos años de
sacrificio. Años de ser la hinchada más fiel, con más hinchas. Nadie nos regaló
nada. Acá se sufre más. Siempre tenés que salir campeón. Si no salís campeón es
un fracaso, porque somos grandes. Así se forja un grande. Yo te puedo asegurar
que te frustras más seguido así. Porque si no salís capeón, todo es mierda. Me frustré
más veces que las que salí campeón. Acá se pide más. Claro, vos me decís de los
refuerzos, pero ¿cuántas veces gastamos plata al pedo? Una bocha de veces. Con
jugadores que no rindieron, que llegaron acá e hicieron la plancha. Esa no la
contás. Estar acá es desgastante, todo el tiempo tenés que dar el 100%. Eso
cuesta, sale guita. La cosa es fácil para vos. Vos te acostumbraste y pusiste
la vara muy baja. Eso es comodidad, no lo nuestro. Si nosotros terminamos
segundos o a mitad de tabla es lo mismo: fue un fracaso. Y para la próxima
laburamos el doble, hinchamos el triple y nos ponemos las pilas para salir
campeones. Vos no, vos celebras esa mediocridad. Eso es facilismo, amigo mío. Y
eso de los árbitros es un verso; los árbitros nos perjudican tanto o más que a
vos. Si nos cobran a favor algo justo, nos dicen que el referí está a nuestro
favor, que nos ayuda. Es un verso que tienen todos ustedes para tapar su
mediocridad. Que ustedes se vayan a la B dos por tres, no es culpa ni nuestra,
ni del árbitro. Háganse cargo. Pero ¡qué se van a hacer cargo, si es más fácil
echarle la culpa al resto, al entorno!
***
¿Sabes una cosa, Cacho? Extraño
al mundial. Ahí podíamos criticar libremente a la selección y coincidíamos
siempre. Qué fácil es jugar en la selección, ¿no? Todos salvados
económicamente, siendo grandes cracks en sus clubes y dando pena en la
Argentina. Que fácil que la tienen estos hijos de puta eh. Manga de burgueses.
Toni Schweinheim
Obra Publicada, expediente Nº 510614. Dirección Nacional del Derecho de Autor
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