Primeros puestos:
Marcelo Gallardo (Entrenador de River, ganador de la
Copa Libertadores, la Suruga Bank, subcampeón del mundial de clubes)
Pablo Vicó (Rey de la
humildad, Campeón de la Primera B 2015, ganador de la orden de mérito de de
Austria, del Imperio Austrohúngaro de Carlos I)
Segundo Puesto: Rodolfo Arruabarrena
(Campeón del torneo de 30 equipos, campeón de la Copa Argentina)
Terceros puestos:
Eduardo Domínguez
(Subcampeón de la Copa Sudamericana, Serrucho de oro)
Eduardo Coudet (Sub campeón de la Copa
Argentina, tercero en el Torneo de 30 equipos).
Selección.
Y en la sección menos “hija de puta”
que tenemos en la página también tenemos el compilado” del 2015. Nos pusimos
más o menos exitistas y el podio fue en base a lo ganado. En el primer puesto
nos encontramos a Marcelo Gallardo por un lado y a Pablo Vicó por el otro. El
muñeco llevó a River nuevamente a lo más alto a River, logró obtener la tercera
Copa Libertadores en la historia del conjunto millonario y sacó pasaje a Japón
para disputar el mundial de clubes que perdió contra el Barcelona. Muchos
termos dirán que llegaron hasta ahí gracias al escritorio, pero en el camino
River dejó en el camino a equipos como el Cruzeiro, y en la final a un Tigres
que se había reforzado con Gignac. Luego River ganó la Suruga Bank frente al Gamba
Osaka. Otro 2015 bien arriba para Gallardo.
Pablo Vicó llevo a Brown de Adrogué al
Nacional B nuevamente. El doble de Asterix antes la pasó muy mal cuando perdió
un hijo, un dolor imposible de compensar. Pero el Don Ramón del ascenso miro al
frente y en una última fecha que fue para el infarto puso al equipo del sur del
conurbano bonaerense en la segunda
categoría del fútbol argentino. La imagen del año para nosotros fue la de Vicó
abrazado por el gallito de Morón y saludado por dicha gente. Ustedes sigan con
Guardiola, con Löw, Sampaoli, Mourinho que nosotros nos quedamos durante cinco vidas
con Vicó.
El vasco
Arruabarrena era como ese pibe que es pintón, bronceadito facherito pero
a la hora de ponerla no la ponía. El DT de Boca tenía una (y tiene) una efectividad
envidiable. Saco más puntos que el doctor Lotocki en sus operaciones pero no tenía
un título. Tenía todo para avanzar y poder quedarse con la Libertadores pero se
le cruzo un boludazo como el panadero Napolitano. Pero al fin los laureles le
llegaron sobre el final del 2015, bah en realidad no tan sobre el final del
año, sino por noviembre cuando se coronó como campeón del torneo local y luego
de la Copa Argentina con un Ceballos que cagó todo. Y también logro algo extra
deportivo: la reelección del devorador de “S” de Angelici.
El de Huracán fue un caso atípico. El
mismo plantel que con el que Apuzzo gano la Recopa Argentina no le respondió
más de un día para el otro y en su lugar apareció Eduardo
Domínguez. Todos señalaban una cama con el sommelier de mate de Arano a
la cabeza, nada se pudo comprobar y encima se especulaba con que el hombre de
la barba más frondosa del futbol argentino también estaba implicado. Pero el
doble de Serj Tankian con el mismo plantel logro borrar a River de la Sudamericana
y llegar a la final de la Sudamericana, la gloria le dijo que no en penales.
Antes había salvado al globo de las garras del descenso. No habrá festejado
nada, pero lo suyo es para aplaudir.
Otro de los DT que no gano nada pero
que estuvo siempre “ahí” fue Eduardo Coudet. A principio
de año nadie le tenía fe y lo miraban más raro que a Garcé en la delegación argentina
del mundial 2010. Comenzó bastante bien y durante las primeras fechas Central
estuvo primero. Potencio a un Marco Rubén que venía en declive, salvo del
ostracismo a Pinola, formo un equipazo y peleo hasta las últimas consecuencias.
Su suerte dijo basta frente a Banfield cuando puso suplentes para “preservar” a
los titulares para la final de la Copa Argentina, que no logró ganar porque
Ceballos estaba en modo Codesal y porque no pudo quebrar a un Boca que a pesar
de los errores arbitrales siempre lo controlo al equipo del Chacho. Sus
festejos dementes fueron de lo mejor del 2015.
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