Por el relator
militante (*)
Buenas tardes
compañeros. Vivimos esta magnífica jornada historia de clásicos. En un soleado
domingo peronista. La fiesta popular que los agoreros del odio se empecinan en
querer ensuciarla. Esos que tenían cautivos a los goles. ¿Salsa pomarola popular
o fileto golpista? Esa es la cuestión. Cuanta fiesta en las tribunas. Contentos
de esta panacea de la democracia del fútbol que nos ha regalado este gobierno
nacional y popular. Gano Boca y los hinchas xeneizes están contentos. Los de
River también porque pudieron disfrutar de otra mágica entrega del futbol para
todos. Todo es alegría y felicidad. La fiesta de la democracia en una jornada histórica
de futbol donde se vivieron todos los clásicos de este país federal y participativo.
Las tribunas desbordan de alegría. No importa el resultado, no importa cómo van
en la tabla. Lo que importa es ser parte de esta histórica fecha donde los descamisados
del fútbol demostraron que los clásicos son la alegría del pueblo. A paso de
vencedores. Ni los fondos buitres desparramados por los monopolios podrán
quitarnos la alegría de ver futbol.
Un marco
maravilloso, una fiesta en la tribuna se vivió en bahía blanca. Gano Olimpo, el
olimpo del pueblo frente a Sarmiento, el Sarmiento de la oligarquía sojera
¿Milanesa de bola de lomo o Cuadrada? Esa es la cuestión compañeros. Una
jornada historia en este clásico entre dos equipos del interior de la provincia
de Buenos Aires que tan bien la lleva adelante el compañero Daniel, y que
seguramente la llevara el compañero Aníbal. El gol de la victoria lo hizo
Walter Acuña para delirio de la gente en Bahía Blanca y en todo el país celebrando
la vitoria de este futbol para todos y de la década ganada. Que victoria la de
Olimpo, tu victoria, mi victoria.
El clásico de los
celestes, celeste como la bandera que Belgrano nos legó y que el proyecto
defiende a muerte frente a las garras de los buitres y los monopolios. Otro
partido que no es un clásico en sí, pero es un clásico del futbol para todos
porque ahora llega a todo el mundo, es universal e inclusivo. Un partido
vibrante y emocionante. A pesar de un
primer tiempo chato y aburrido donde la oposición seguramente puso palos en las
ruedas para que así sucediera. Pero en el segundo tiempo nos regalaron goles y
emociones. El primero lo hizo Facundo Parra, el parranauta para el conjunto de
la crema. Iban 33 minutos y el final de ciclo se venía, como predicen los
agoreros soldados de Magneto ¡Pero minga se viene el fin de ciclo! Porque apareció
Fernando Márquez para poner el 1-1 y distribuir de forma equitativa el
resultado, al igual que las riquezas tal como hizo este gobierno en esta década
ganada, para que lloren los golpistas.
Gano Tigre, enfrento
a un tibio Vélez que no supo cómo resolverlo. Como las crisis neoliberales que
pasaron por este país. La gente no lo quiere más a Russo, un entrenador elegido
por la voluntad popular y al que están instigando a la renuncia desde los
medios hegemónicos, esos que solo son pesimistas. Pero Russo no renunciara
porque tiene su pacto con un pueblo velezano. Fue goleada del equipo de
Victoria, tu victoria, mi victoria. Federico Gónzalez hizo el primer gol en un
primer tiempo que fue una fiesta popular. Tigre era más, y ningún caceroludo oligárquico
pudo evitar el dos a cero que hizo Facundo Sánchez a los 11 minutos del segundo
tiempo. Y se vino el tercero para la desgracia de los profetas del odio, para
la alegría del flaco Néstor y del pueblo argentino, lo hizo Lucas Wilchez. Gano
Tigre a pesar de tener a Massa como hincha.
Un partido épico,
un partido memorable donde no hubo goles pero si hubo fiesta en Rosario. Futbol
para Todos el mejor antídoto contra la cadena del miedo y el desánimo. Y los
rosarinos lo sabían y no hubo gritos de goles, pero hubo grito de carnaval porque
ambos equipos festejaron la repartición justa de puntos. La igualdad, de eso se
trata compañeros.
Un empate a flor
de piel, otra repartición de puntos entre ambos equipos. Porque no solo el Ministerio
de Desarrollo Social promueve la inclusión, el desarrollo y la igualdad de
oportunidades en todo el país. Si no también los mismos ciudadanos. El sol del
7D viene asomando y los profetas del odio tienen miedo porque se les va a
acabar el monopolio del odio. Un partido que se jugó con dientes apretados, con
el alma. Apareció a los 21 minutos del primer tiempo, Meza para poner las cosas
1-0 para el pueblo de gimnasia. El lobo festejaba frente a los buitres que querían
robarle la ilusión. Del otro lado el león que también le hacía fuerza a buitres
y halcones imperialistas, esos que son apañados por los profetas del odio. Así
iba a aparecer Jara, el Jaranauta para poner el empate y la distribución
igualitaria de puntos en el clásico platense. Gracias Néstor y Cristina por
devolvernos porque recuperar derechos genera alegría perder privilegios produce
rencor.
(*) Cualquier similitud con algún personaje de la realidad es una choriplanera coincidencia.
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