Slider[Style1]

Style2

Style3[OneLeft]

Style3[OneRight]

Style4

Style5

Por Ale Apoesía (*)

Cerró los ojos y se fue en el ocaso del lunes, se ha ido la fecha novena. Ha pasado y nos ha dejado muchos punteros, punteros que están en la cima como la cabra de montaña, algunos se aceran y serán chivito asado. Que Rico nene, un chivito, tengo hambre nene. Los sabios guerreros desplegaron su máximo esplendor en el verde césped de los estadios, haciendo llegar la pelota hasta un abrazo interminable con la red. Se jugó el clásico del sur, oh duro y cruel clásico. Danzarines los globos al viento cual pelos de mi frondosa barba. Caen  y caen como dagas filosas los improperios sobre la humanidad de Almirón ¡Oh entrenador del lunar indómito cual ha sido tu pecado! Y allá va Pellegrino, sin trabajo, dejando su conjunto de guerreros merced de un nuevo entrenador ¿Será Milito? ¿Será de nuevo Sabella? Quien clave los alfileres de la gloria en el impiadoso cuello rival. Se fue la novena, revolotean mariposas cual pterodáctilos en mi estómago, me voy a llamar al delivery, quien vendrá cual caballero medieval a rescatar a esta princesa de barba con papada y voz gruesa, tengo hambre nene.

En el enorme y crecido verde césped misionero se enfrentaron en duelo estos dos bravos equipos. Un primer tiempo donde las emociones escasearon como las rimas el escasean a un poeta viendo a Belén Francese. Pero en el segundo tiempo el ómnibus amarillo se puso en marcha, porque a los 20 Ernesto Álvarez iba a poner el beso entre ella, la pelota y su eterna amada, la red. Cual matrimonio igualitario se casaron al grito de gol. Pero Rafaela no se iba a quedar quieto y pincharía las ilusiones de Crucero cual pinchadura en plena ruta, fue Gabriel Morales.

El que quiere Celeste que le cueste y le costó ganar al celeste su segundo partido. Allá lejos en el horizonte quedó esa primera victoria ante Banfield por la primera fecha, lejos como Rosa de lejos, pero esto es Celeste, siempre Celeste porque jugaba Temperley que supo golpear y tener las que tuvo. Sambueza y Dinenno marcaron para el gasolero, descontó Llama, la llama que llama pero esta llama llama al gol, llama.

Vendaval de goles en Mendoza. Embriagados de goles en la tierra del buen vino. Y llegaron los goles cual copas de vino me bajo en una cena. El primero lo hizo Pavone, que no es ningún pavo solo para patear penales en River lo es. Y se vino la vendimia de goles porque empato Leandro Fernández y otra vez Pavone marco para Vélez que no tiene dinero para mantener a sus jugadores, pero el dinero no es todo, pero como ayuda dirían los decadentes y decadente fue la defensa de Vélez porque no pudo aguantar el resultado y así Ayoví clavó el empate como yo le calvo el escarbadientes a esta picada nene.

Mire como son las cosas, le decía Stevie Wonder a un maniquí, que empezó ganando el Aldosivi con un gol de Sand, el Pepe Sand, el peleador del gol. Y a Gimnasia se le venía la noche. Densos nubarrones tapaban el cielo estrellado de Troglio pero una ráfaga de goles vinieron en el segundo tiempo, más rápidas que las puteadas de Raimundi. Ortiz en contra, Fernández y Medina por dos le dieron una goleada al conjunto de La Plata para que el mal tiempo se transforme en arcoíris y las puteadas de don Alberto en flores.


Danzarín al viento, revoleando una raqueta imaginaria, allí esta con toda su algarabía el Chacho Coudet feliz y contento por la vuelta a la punta. Ahí está su ayudante, volando en una alfombra mágica de papel y piedra, los cabellos al viento. Y arriba, bien arriba esta Central cual Garce disfrutando de una seca. Qué lindo es el fútbol nene, que belleza.  Un partido con muchas raspaduras cual Flor de la V sin afeitarse un par de días pero el canalla fue y encontró el primer tanto, Cervi a los 36 minutos hizo delirar al local. Pero los densos nubarrones se le verían encima a Central cuando Pumpido que no es Nery pondría el empate parcial. Los nervios abarrotados se hicieron de central pero Donatti desataría la locura de la academia rosarina.

(*) No nene, no. No es el Apo posta, no tengas miedo es una parodia.

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Anterior
Entrada antigua

No hay comentarios.:

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


Top