Segundo Puesto: Lucas Melano (Delantero de Lanús, ex suplente de
Silva, jugador con apellido creador de ciento de miles de chistes referidos al
upite)
Tercer Puesto: Leandro Romagnoli (Jugador de San Lorenzo, ex roto,
crack)
Selección
Rosario Central
sigue como único puntero y con un puntaje ideal. Cinco jugados y cinco ganados.
Mucho se debe a su goleador estrella Marco Rubén,
quien desde su vuelta se volvió un romperedes indiscutible. Cinco goles en
cinco partidos. Todos los goles que hizo permitieron que el conjunto canalla
ganase. Uno contra Tigre (2-1), tres contra Olimpo (3-1) y uno contra Temperley
(1-0). Tiembla el reinado de Bou. Hasta ahora Niembro no pudo encontrar la
diferencia en el apellido de este jugador y el de Holanda.
Mientras todos
hablaban de la vedette de los últimos tiempos Silva (Süller) y su enquilombada
salida de Lanús apareció Lucas Melano, un buen
jugador que llego a Lanús desde Belgrano de Córdoba hacia un tiempo ya y si
bien no había rendido lo suficiente, contra Godoy Cruz se destapo y metió
cuatro goles, uno de ellos un verdadero golazo. De un tirón quedo como goleador
del campeonato —hasta que Rubén lo desbanco—, paso hasta a Bou. Y sí, ahí llegaron ellos, en caravana, los chistes
con su apellido. “Pica Melano”, “agarra Melano”, “Se fue el pelado (Silva) por
Melano”, y así toda la noche del domingo.
Se volvió a jugar
el denominado “clásico de barrio más grande del mundo”, con todos los chistes
termos que se puedan imaginar con San Lorenzo. Pero la figura central del
partido fue —no, no fue Laverni— Leandro Romagnoli.
El interminable crack se cargó al equipo al hombro jugo como nunca y no cayo nunca
en conflictos al pedo con otros jugadores —como es de costumbre en él—, jugó en
un nivel superlativo y demostró que está más vigente que nunca. A los 34 años
rinde como el viejo jugo mocoretá.
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