Slider[Style1]

Style2

Style3[OneLeft]

Style3[OneRight]

Style4

Style5

Por Diego Capusotto

La ultima mañana lluviosa del domingo estaba tomando un te con masitas en la casa de Estela Raval mientras jugábamos un truco gallo, nos surgió la incógnita de cuando surgió ese deporte popular, ese deporte tan maravilloso y tan de moda actualmente como lo es el balompié, o mas comúnmente llamado por la juventud como fulbo porque la mente de la juventud esta atiborrada de energizantes y alucinógenos de mala calidad. El futbol entonces ¿Quién joraca lo creo? ¿O fue concebido en una probeta? Ahora le revelaremos ese misterio que ha tenido en vilo a la sociedad científica, en vilo a la comunidad masónica de monte chingolo y en el Flaco Bilos a los de Banfield. Pero vayamos ya a adentrarnos en los sinuosos y profundos laberintos de la historia de este deporte.

““La historia la escriben los que ganan” menciona Patricia Sosa en su libro llamado “Relato bíblico del Marxismo autodidacta en Villa Solano” y ¿es tan asi? Y si es Asis, como el turco. Cuando los españoles allá por 1492 recalaron en lo que hoy conocemos por America, no solo vinieron por el oro, tampoco vinieron por el agua, aunque por el agua si vinieron porque las carabelas de colon no volaban, porque en ese entonces la Reina Isabel I todavía no había promulgado la Ley de tenencia personal. Cuando llegaron los conquistadores los nativos indígenas le pegaron una terrible acogida a los recién llegados, mamita querida ¡Que acogida que le metieron papa! Pero los europeos no trajeron el futbol con ellos, sino que el futbol ya estaba instalado por estas tierras.

“Vení Ranquel vení con los muchachos” era el cantico popular con los que los Collas recibían a los Ranqueles en el clásico que se llevaba a cabo por los clásicos torneos de ascenso en aquellos tiempos en donde usaban de pelota la cabeza de un Venado , otros de los canticos que mas molestaban a los rivales era el famoso “Querandi, Querandi vo’ no esisti’” popularizado por los comechingones cada vez que se disputaba un partido en contra de los Querandíes en la cancha Julio Grondona de Querandi, Avellaneda. Eran épocas violentas ¡Oh Si! Mucha violencia, y no había policía que reprimiera a mansalva, porque eso es el futbol, sangre sudor y desodorante etiquet a bolilla. Muy buenas noches, no quiero irme sin antes despedirme y mandarle un saludo a mi Tia Olga que esta reteniendo líquidos y que me sigue siempre.

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Anterior
Entrada antigua

1 comentarios:

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


Top