Yo tengo cierto aprecio por usted, ya que usted ha sabido conducir al amado Racing Club al histórico campeonato apertura del 2001, quiso la suerte o tal vez el destino que yo un año antes renunciara a mi cargo de vicepresidente de la Nación Argentina. Motiva la presente esquela decirle un par de cosas que son de publico conocimiento. A Saber, usted ha renunciado a seguir dirigiendo al Club Atlético Rosario Central, actitud que me parece cobarde y de poco hombre, uno cuándo se embarca en un proyecto serio, debe llegar hasta el fin del puerto, no debe saltar del barco en pleno viaje, solamente porque a un grumete de poca monta como Ezequiel González, le gusta mas como maneja el timón el Capitán de otro navío.
Déjeme decirle estimado”mostaza”, usted es un asustadizo que a la primera tormenta abandona todo y se recluye bajo su cama. Es como si yo el día de mañana presentara mi renuncia a la Presidencia de la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR, solo porque alguno de los países miembros cuestione mi ideología política, que dicho sea de paso, mi ideología política es tan rustica como su ideología estratégica en el campo de juego, mis convicciones no me permitirían renunciar a un compromiso para el cual se ha confiado en mi, por eso le digo, estimado Carlos Reinaldo Merlo, usted se ha equivocado al impartir su renuncia, si usted vio algo raro dentro del club, lo hubiera denunciado, como corresponde, haciendo valer su hombría, pero si usted vio algo raro y encima después renuncia, es muy cobarde, déjeme decirle, hay veces en la que uno se la debe jugar, por mas ganas de renunciar que uno tenga, debe permanecer fiel al pie del cañon, dando batalla, sin importar caer en el intento, uno debe luchar, por mas que las fuerzas aflojen, pero lo comprendo, porque soldado que huye sirve para otra guerra.
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