Arriba. Fox y Turner (frías corporaciones
marketineras); Asociación del Futbol Argentino (nido
de garcas, pozo ciego del fútbol argentino); Superliga
Argentina de Fútbol (Desprendimiento de pus de la AFA, antro de
negocios).
Abajo. Sergio Marchi
(Secretario
General de Futbolistas Agremiados, versero, vendehumo); Eduardo Spinosa (Presidente de Banfield, moroso, cachetón,
despilfarrador); Copa Argentina (Copa donde gana
el que posterga más partidos).
Se presentó la Superliga, y
la verdad es que nos da cierto resquemor. Partamos del afiche, no está mal eh,
a pesar que los cráneos de Fox y Turner se le
pegó una gastada sideral en todas las redes sociales, no somos quien para
calificar el laburo de diseñadores. Ahora bien, tan solo 10 representantes de
equipos. No le vamos a pedir que metan a los 28 equipos, pero obviar el clásico
cordobés ya es un pecado capital, hermano.
Las críticas, cayeron más rápido que Neymar cuando lo toca un rival. Qué
todo fue muy yanqui, muy porteño, etc. Y si, del interior como que se
olvidaron, parece que pusieron a Central y a Newell’s como para cumplir. Capaz
que el afiche cuenta tanto que nos da la pauta de como seguramente se va a
manejar (y se maneja) la Superliga. O
capaz sea impresión nuestra o de algunos. Después si, pusieron a todos los
“superhéroes” de todos los equipos, con un paint apurado, pero lo pusieron,
había que cumplir ¿nocierto?
La fiesta fue a todo trapo, en un hotel céntrico,
donde participaron dirigentes de AFA que ni se
pueden ver, pero como ahora hay repartición de torta todos sonrieron para las
cámaras. Por ahí estaban el Chiqui Tapia, con Moyano, D’Onofrio que no se banca
a ninguno de los dos, Spinosa que no se lo banca nadie, y así muchos más.
Algunos dicen que eso es político, otros preferimos llamarle “caretaje” hecho y
derecho. El tema es que esta nueva Superliga, en teoría (en teoría el comunismo
funciona Lisa, en teoría), aboga por un cambio por una transparencia. Difícil,
dificilísimo conociendo a estos dirigentes afistas que fueron los mismos que hundieron
nuestro futbol. Es una rueda, hunden el futbol, lo venden, lo hunden y lo
vuelven a vender. En el 91 cuando apareció el codificado con TyC, era la
solución perfecta a todos los problemas. En el 2009 aparecería el estado, otra
solución perfecta a todos los problemas. Ahora apreció Fox y Turner con… si,
acertó: la solución perfecta. Veremos cual ser la solución perfecta en el 2024.
La cosa es que esto es un negocio señores, esta nueva Superliga es un negocio,
un negocio de la tele y de los mismos de siempre, un negocio desde 1930 a la
fecha. Esperemos equivocarnos
fuertemente y tener que meternos una a una y de canto las palabras en el upite,
y que por fin está sea la solución.
Si no suspendiste un encuentro en la Copa Argentina no tuviste infancia. La nueva moda que llego para
quedarse: reprogramar encuentros de la Copa Argentina. Como siempre decimos, la
Copa Argentina es como Gran Hermano, al principio nadie le da pelota pero
cuando está por terminar todos están pegados a la tele. Hay partidos que se
reprograman dos o tres veces. Ojo, hay reprogramaciones que son bien
justificadas, como por ejemplo la que quiere Brown de Madryn e Instituto, ya
que el Nacional B termino hace diez días y no juntan 5 para hacer un
papifutbol. Pero hay otros que no, que aducen “problemas de calendario”,
teniendo planteles largos y competitivos. Otros equipos mueven cuando quieren los
partidos y cuando a otro no le dan los tiempos y pide postergarlo, dicen que
no… Cosas que no pasan ni en la Copa
Ruanda.
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