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Sábados de Fontanarrosa. Hoy: el chiste del día... 6 de agosto

 Siempre se dijo que los chistes de Fontanarrosa siempre están vigentes y hoy lo vamos a demostrar nuevamente. En la sección de hoy perteneciente al Negro, tenemos "el chiste del día". La consigna es publicar un chiste del Negro que publicado un día como hoy, o sea, un 6 de agosto. Es por ello que van chistes de ese día que salieron publicados en Clarín, desde el '98 al 2006.


1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006


El antiequipo de la semana

 


Arriba: Periodismo (Maquina de generar humo y picar a River y a Boca); Agustí Rossi (Galán del momento en la novela turca de Boca); jugador termo (violento y golpeador).

Abajo: Boca Juniors (Club caído en desgracia deportiva); River Plate (Club caído en desgracia deportiva); Barras de Vélez (termos violentos.

Selección.

Otra vez Boca y River en el ojo de la tormenta por el flojo desempeño en el torneo. Sumado a que se quedaron en octavos de la Libertadores. El tema más que por una crisis deportiva, también pasan por la picadora de carne que es el periodismo. Veamos:

-Boca y/o River ganan un partido. Periodismo: Se viene la levantada, cortaron la racha negativa, ahora si van a volver a ser lo mejor del mundo. Gallardo siempre se reinventa. Román acertó una vez más, Ibarra era el indicado.

-Boca y/o River, pierden un partido. Periodismo: Son los peores equipos del mundo, el ciclo de Gallardo está terminado desde hace rato, pero siguen insistiendo con lo mismo. Román es un tirano, la dictadura del consejo del fútbol que no contrata un DT como la gente, mira como los critica Pergolini.

Bueno, hace rato que vienen haciendo lo mismo. Deportivamente ambos clubes estan cayendo deportivamente como la cotización del dólar blue. River que gozaba de una buena defensa y una delantera temible, hoy es un espanto. Boca que con Battaglia sabia aguantar al rival y pegarle en momentos justo, hoy es un corso donde no se sabe quién defiende o ataca. Solo vamos a lo futbolístico: es una coyuntura como tantas otras. En diciembre pasado River salía campeón del Torneo, en mayo Boca levantaba la Copa de la Liga. Está todo bien, son los dos clubes más grandes del país y que por eso el periodismo de paneles le dan con un caño. Para nosotros, es una idea que tenemos, los panelistas van a comisión por critica a Boca y River, sino no se entiende tanta saña.

A estas alturas contar lo sucedido en el partido de Reserva entre los clubes Deportivo Independencia y Deportivo Garmense de la Liga de Tres Arroyos, esta de más. Un breve resumen, un violento descerebrado, el jugador Cristian Tirone, le pego desde atrás y en la nuca a la arbitra, Dalma Cortadi, que terminó con traumatismo de cráneo, contusiones en varias partes del cuerpo y una severa contractura en la región cervical. El violento quedo imputado por “lesiones agravadas por violencia de género" y expulsado del Garmense de por vida. Los hechos de violencia ligados al futbol los vemos todos los días y en todos lados, desde los partidos de infantiles donde los padres agreden a los árbitros o entre los mismos padres, a lo que sucede en primera o en este caso. No aprendemos más.

Hablando de Boca, Agustín Rossi inició una nueva novela en Boca. Que renueva, que no renueva. Que le ofrecen mucho, que le ofrecen poco. Que el representante hace una cosa, después cambia. Que aparece el Flamengo. Que la hinchada de Boca “mando un mensaje” apoyando a Rossi con canticos. Que lo van a colgar. Que lo hacen a propósito para poner en el arco a Javier Garcia que es amigo de Roman. Que Rossi no puede creerse más que el club. Bueno, todo lo que ya sabemos de relaciones toxicas entre jugadores, representantes y dirigentes. Pero ya armaron una novela turca. En cualquier momento lo tenemos a Rossi en “Fugitiva” por Telefe a las 21.30 salvando a Nefes Kaleli.

Tendríamos que hablar del partidazo entre Vélez y Talleres por la Libertadores, serie que quedó más abierta que los brazos de los dirigentes esperando un billetín, pero no los termos violentos la pudrieron. Encima con acusaciones cruzadas, que solo 350 allegados de Talleres por protocolo, que hubo miles de infiltrados. El resultado: 70 heridos, 7 internados y uno puede perder un ojo. Que había una bandera, la había. Que parecía que había más gente que 350, y parecía. Pero nada justifica el accionar de la barra del Fortín. Encima liberaron la zona. Hermoso todo eh. Ahora desde Córdoba no van a permitir el ingreso de hincha de Vélez. El único que gana con esto es la CONMEBOL que le va a cobrar una multa en dólares y luego siga, siga.

Gambeta de tinta

Déjame que te cuente. El mejor jugador que vi en mi vida no fue ni Maradona, ni Messi, ni mucho menos Pelé.  El tipo este podía gambetear todo lo que se le ocurría. Sobre todo a la realidad. Faaaaa, ¡qué manera de gambetearla, tirarle caños y estamparle sombreritos! Pagando la dejaba. Y eso que ella le pegaba duro, y le dio duro no solo a él, sino a todos. No sé si llevaba la 10 en la espalda, nunca le vi la espalda. Los ángeles no la tienen. Pero era un creativo, un creativo de esos de verdad, merecedor de la 10 de Maradona o de Messi. Mientras vos ves que hoy todos los jugadores se van a Europa, él se quedó toda la vida en Rosario. Su mundo, su lugar, su equipo, su amor. Desde ahí gambeteaba. Tenía una gambeta tan larga, tan mágica que  llegó hasta a Colombia. Creció y creció, no quiso ser Cortázar, quiso ser Ermindo Onega, pero tampoco lo fue. Fue mucho, pero mucho más grande e importante para el fútbol… nuestro fútbol.

Un montón de jugadores que hacen lo que quieren en el rectángulo verde de césped. Déjame decirte pibe, eso lo puede hacer cualquiera. El jugador del que te hablo yo, hacia lo que quería en el rectángulo blanco, en el papel. Maravillas te pintaba, gambeta de tinta acá, gambeta de tinta allá. Al miedo a la hoja en blanco lo dejaba chiquito al lado del firulete de tinta china negra. Negro como el color de su apodo, del nombre que le dio la vida. ¡Mira si eso le iba a dar miedo! ¡Risa le daba! Tanta risa le daba, que nos la regalaba cada vez que asistíamos a una creación suya.  Tenía una diestra endiablada. Dibujaba hablando y hablaba dibujando ¡Hasta al viejo Cásale lo mato de la alegría! Una vez en una gambeta suya la enormidad pampeana quedó reducida a una línea que cabía en la palma de la mano de un gaucho y su perro.

Era tan bueno con las palabras bajo el botín, que hasta a las malas las convertía en buenas. Pero hubo un día en el que lo marcaron cuerpo a cuerpo. No lo dejaron mover. Quiso moverse y no pudo. Pero no se rindió, siguió gambeteando, siguió dibujando gambetas y sonrisas en propios y ajenos, hasta que no pudo gambetear más y allí fue  su jugada maestra: hacernos creer que no está, que ya se fue, provocando un vacío enorme como los mejores números 8, como ese 8 que nadie recuerda cómo se llamaba, pero los más memoriosos saben que era Moacyr. Pero ahí está, agazapado frente a la hoja. Al costado el tintero asistiendo en silencio como ese wing testigo. Ahí lo ves al negro,  amasando el plumín entre el pulgar y el índice a punto de tirar otra gambeta de tinta para dejar pagando a la eternidad y picársela por arriba al olvido, mientras la inmortalidad ante tremendo golazo dice en voz baja: “Qué lo parió”.
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Toni Schweinheim
Obra Publicada, expediente Nº 510614. Dirección Nacional del Derecho de Autor
Por Toni Seguilo!  

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¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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