El antiequipo de la semana... pasada.
Arriba: Humbertito Grondona (Ex entrenador de las selecciones
juveniles, portador de apellido, indignado, hijo, vago); Periodismo
(Amarillistas, petardistas, vendedores de humo, serruchapisos); Alfredo Grelak (Entrenador
de Quilmes, plomero del Titanic).
Abajo: Rodolfo Arruabarrena (Su nombre es Sam, casi ex DT de
Boca, camarilleado por el periodismo y los jugadores); Gonzalo “Pity” Martínez
(Jugador de River, Callador); Carlos Tévez (Jugador
del pueblo, remador en un mar de yogur)
Nota. Tal como explicamos
acá, este antiequipo tendría que haber sido publicado el viernes pasado. Pero dentro
de todo no nos quedó tan extemporáneo, Arruabarrena sigue sin dar pie con bola
mientras el periodismo sigue dándole con todo; Tévez sigue desaparecido;
Humbertito sigue siendo Humbertito;
Grelak ahora soporta 9 goles en dos partidos, el resquemor con el Pity
sigue.
Selección.
Se terminó el periodo de Humberto Grondona al
frente de la selección sub-20, después de quedar eliminados en primera ronda
frente a la superpotencia de Austria. Pero bueno, al menos se ganó el
sudamericano. En realidad el contrato de uno de los hijos pródigos de Don Julio
había terminado su “mandato” en diciembre, momento en el cual finalizó su
contrato pero parece que ahora es definitivo porque ya se habla de Tocalli y de
Milito al frente de las selecciones juveniles. Esta noticia hizo que don
Humberto estalle de furia y se queje como Gago ante alguna falta. Primero
sostuvo que nunca se comunicaron con él y que además le deben plata… Listo
vieja, cerrá todo nos vamos. Con toda la
que se llevaron… Argentina país generoso. Luego dijo que espera que el próximo
entrenador sea exitoso en la sub-20 y finalizo con que a él lo corrieron porque
“los Grondona” apoyaron a Tinelli. Nunca habló que la selección juvenil jugaba
como el orto, que no sabía atacar y mucho menos defender, pero claro como ganó
el sudamericano se creyó Pekerman. Adiós Humbertito.
Huracán tuvo un accidente con “suerte”, como bien dicen las
frases hechas, porque por suerte que no tuvo que lamentar víctimas fatales. Pero
bien pudo ser una tragedia. Y es allí donde el
periodismo puso primera y arrancó con todo hacia la desinformación con
el tema de Toranzo. La noticia empezó como que había volcado el micro de
Huracán y no había pasado nada. Pero por la tarde empezaron los rumores sobre
Toranzo: primero que le habían amputado cuatro dedos del pie, después la
amputación fue parcial y por ultimo una limpieza. En el medio, Nadur,
presidente del club, empezó a contradecirse con el médico del club, que también
estaba en Buenos Aires… parafraseando a
Guido Süller: fue un quilombo, un QUI LOM BO. Mientras Nadur salía a decir que
a Toranzo no le había pasado nada, los medios afirmaban que había una
amputación, mientras el medico del globo sostenía que le habían amputado una
falange otros sitios de información aseguraban que estaba todo bien. Claro, del
otro lado había familiares, amigos e hinchas de Toranzo que si se guiaban por
el periodismo hubiesen tenido la presión en 20/10. Pero claro, pare el
periodismo es mucho más importante dar una primicia a que te amputen la
credibilidad.
Y aquí tenemos la segunda parte del periodismo, la
serruchapisos. El 2016 no empezó de la mejor manera para Rodolfo Arruabarrena, superclásicos perdidos, menos
volumen de juego que Dertycia de cabello, partidos perdidos y encima una final
contra San Lorenzo donde el equipo del Papa le metió cuatro pepas. Rememoremos:
Cuando fueron los incidentes en los superclásicos de verano y el quilombo mayor
en el amistoso platense; el periodismo se rasgó las vestiduras diciendo que no
era para tomárselo tan así porque no pasaban de partidos preparativos de verano.
Siempre decimos lo mismo: al equipo que en el verano le va bien, el periodismo
lo infla para luego darle con un caño al primer traspié. Y si un equipo anda
mal aprovechan para darle desde ese momento. Es cierto, el equipo del Vasco juega más feo
que Ribery con una máscara de pepinos y el periodismo no mete los cambios o da
las indicaciones. Además no le gana a nadie y encima tiene nombres de peso como Tévez, Osvaldo,
Gago. Carlos Tévez esta desparecido, parece ser
que ahora está de vacaciones por el 2015 sin descanso que tuvo. No aparece y
cuando lo hace esta fastidioso, errante… parece que Pachorra por fin lo pudo
agarrar y lo tiene cautivo en algún sótano de alguna de las planteas de la
serenísima. Todo está en contra de
Arruabarrena, y si además le sumamos que todavía está muy fresco en la memoria
del hincha de Boca esos partidos cruciales con River por ambas copas… El Vasco
está al borde del precipicio y es el periodismo quien está tomando carrera para
empujarlo e instalar nombres como el de Martín Palermo.
El que tiene laburo de verdad es el pobre de Alfredo Grelak, el entrenador de Quilmes que vivió un
debut poco auspicioso frente a River. Recibió un plantel que sufrió un éxodo
masivo tras un campañon de Sava. Trajo lo que pudo o lo que quedo porque no hay
plata. Aníbal Fernández ni pintó por la presidencia. Con todo este panorama
Grelak tiene más laburo que el psicólogo de Matias Ale. Encima en el primer
partido le toco un River, y encima en ese partido al Pity Martínez se le ocurre
jugar como nunca en River… todo mal para Grelak que está tratando de remar en
un mar de poxiran con dos revolvedores descartables de café.
El Pity Martínez jugó un
partidazo contra Quilmes, casi que se pareció al jugador que era en Huracán.
Metió dos goles, corrió, gambeteó… ¿Entonces por qué está acá? Porque tuvo la
brillante idea de hacer el gesto de “callarse” a la platea y obviamente el público
lo reputeó de arriba abajo. ¿Para tanto
fue? Y… es jodido, es menos peligroso ir a Siria enfundado en una bandera de
Estados Unidos gritando “aguante el Tío Sam” a meterte con un plateista. La
platea es así. El enojo del hincha de River es que venían bancando (medio a las
puteadas) el nivel paupérrimo que tuvo el Pity desde que llegó. Al ex Huracán
lo putearon hasta en arameo y el pibe exploto, en la cancha y en el festejo.
Luego el 10 de River pidió disculpas, pero más tarde que Saja reaccionando bajo
los tres palos.