Arriba. Marcelo Gallardo (Entrenador de River, sin rumbo,
gastador); Periodismo (Manada de vendedores de
humo, buscaroña); Néstor Gorosito (Entrenador de
San Martín de San Juan, subido de tono, bronceado, resistido).
Abajo. Gabriel Heinze (Entrenador de Vélez, bielsista
emocional, resistido, malcambiador); Mauricio
Pochettino (Entrenador del Tottenham, pecheador en partidos
importantes); Paris SG (Equipo millonario al
pedo, pecheador crónico).
Selección.
Y Marcelo Gallardo sigue sin encontrarle el
rumbo a un River lleno de nombres pero que tiene menos defensas que Freddy
Mercury por el 91 y menos juego que un solitario de truco. Esta vez empató de
local frente a Chacarita, ultimo en los promedios y que tan solo sumó 18 puntos
de 54 en juego. Y hasta pudo ganarlo el funebrero si no se erraban ese gol que
hacia hasta el hijo de Rogelio Funes Mori e Higuaín en una final. La defensa de
River es desastrosa, hace rato que perdió el rumbo y más allá del cambio de
nombres no logra sobreponerse. Muchos hinchas protestaron con que River en
lugar de gastar millonadas en fortalecer la delantera, tendrían que haber
buscado a un defensor. Hasta algunos hinchas ya se animan a criticar al muñeco
y sus estrategias. Algo complemente impensado hace algún tiempo. Ahora se viene
el superclásico por la final de la Recopa Argentina, claro este tipo de
partidos es un mundo aparte.
El periodismo deportivo argentino sigue
en su afán de contaminar el medio ambiente más que los países industrializados.
Esta semana fue conmovedor el esfuerzo que hicieron para vender humo a niveles
de exportación. Notas, informes y paneles hablando de la supuesta pelea entre
Mauro Zarate y Gabriel Heinze. Horas y
horas de programación diciendo un montón de nada y con más polución que Nueva
Delhi. Mientras el futbol del interior desaparece y nadie dice nada. Luego fue
el turno del fallecimiento de Davide Astori. Cambiaron el humo por el morbo.
Esto último no fue solo acá, sino a nivel mundial. Y ni hablar de la nueva lesión de Gago, de golpe y
porrazo todos los periodistas se transformaron en traumatólogos especialistas
en rodilla con un master en deportología. Cero expertos concurrieron a los
paneles, tal vez para no llenarse los pulmones de humo. Estamos a menos de tres
meses del Mundial y como decimos siempre en este último tiempo: hay material de
sobra como para tirar hasta junio con el mundial, pero bueh, el humo se hace más
fácil.
Desde que arrancó el 2018 que San Martín de San Juan de Néstor Gorosito no gana. Cuando termino el futbol en
el 2017, o sea la fecha 13, el santo sanjuanino estaba en puestos de Copa
Sudamericana con 20 puntos. De aquel entonces solo sumó dos puntos chotos. En
las últimas dos fechas el conjunto del
Pipo se morfó 8 goles y la gente ya tiene las bolas más al plato que con la
Barrick Gold. Tras las idas y vuelta que significó la renovación en diciembre,
el ruliento y bronceado entrenador estampó su firma, pero desde allí solo sumo
dos puntos y hoy por hoy parece caminar
mas en la cuerda floja que nuestros sueldos los primeros días del mes.
Gabriel Heinze se mandó un
cambio tan polémico que paso la gente de Cambiemos y dijeron que se fue al
carajo. Vélez tenía un partido complicadísimo frente a Racing y Heinze va y lo
saca a Mauro Zarate. Por supuesto que el entrenador tiene la potestad para
sacar a quien se le cante la chota, peroooo el cambio le cayó mal a Mauro
Zarate y a todos los hincha de Vélez que se querían acariciar las bolas con una
amoladora. El delantero se fue puteando, y la gente del Fortín terminó hasta
colgando un pasacalle pada “advertirle” al Gringo que no lo saque más al ídolo velezano.
Después se armó lo que muchos periodistas dijeron que fue una pelea en el
vestuario, que el ex jugador de la Lazio hasta amenazó con rajarlo”. Cosa que
desmintieron categóricamente el entrenador y el jugador.
Desde que está Mauricio Pochettino a
cargo del Tottenham que siempre pelea cosas importantes pero se caga en los
partidos, importantes. Esta semana no fue la excepción, porque si bien los “Spurs”
habían sacado un resultadazo en Turín de 2-2, en su cancha la pechearon
fuertecito perdiendo 2-1. Luego de ese resultado todos le cayeron al entrenador
pro el planteo, porque siempre hace lo mismo en partidos consagratorios, etc.
El Tottenham desde que lo agarró el ex jugador de Newell’s, es una fija en las
copas europeas, siempre está en el top five de la liga pero, parafraseando a
Chilavert: no ha ganado nada. Y ahora lo quiere el Pechegé.
El Paris Saint Germain volvió
a pechearla fuerte… bueno en realidad no la pecheo nada, porque en esta serie
frente al Real Madrid no tuvo un resultado abultado a favor, como si lo tuvo en
la última Champions donde tenía un 4-0 a favor. Ya había perdido en Madrid por
3-1 y la cosa estaba más o menos sentenciada. La cosa es que los jugadores y el
planteo fueron a la inversa de lo que se esperaba: tranquilidad, parsimonia,
paja… todo en un partido donde tenía que haber salido a reventarlo a goles. No
uno porque si no sos un hábil pecheador y te comes un garrón de la gran flauta,
como paso. El tema es que Nasser Al-Khelaifi nuevamente volvió a gastar un
fangote de guita al pedo, pero esto lo viene haciendo más o menos desde los últimos
7 años y debe estar acostumbradísimo.
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