Primer puesto: Humberto Grondona (Entrenador de las selecciones
juveniles, portador de apellido, hijo de)
Segundo
puesto: Edgardo Bauza (Entrenador de San Lorenzo,
defensivo, ofensivo, bipolar táctico)
Tercer
puesto: Lionel Messi (Crack del Barcelona, adicto a la victoria,
ganador crónico)
Selección
Usted se preguntara por qué este esperpento de entrenador tal
como lo es Humbertito Grondona, está en este primer puesto. Simple.
Porque cumplió con todas las expectativas que teníamos de él: Fracasar con la
Sub-20 en el mundial. Vaya que cumplió con creces. Todos esperábamos que le
vaya como el culo y le fue como el culo. Cumplió. Y acá vale la aclaración, el “esperábamos”
no significa “queríamos”. Nunca queremos que le vaya mal a todo equipo que
represente a la celeste y blanca, ni siquiera a los del mundial de panadería.
Ejemplifiquemos, cuando uno ve a un boludo manejando, haciendo boludeces sabe
que se va a estampar contra otro auto. Uno no quiere que nadie salga lastimado.
Pero tarde o temprano ese boludo choca y hace desastres. Podríamos decir que ese
boludo que choco, fue el niño Humberto, que hizo poronga el rastrojero
ensamblado con un motor de F1, donde a la primera acelerada volaron las chapas
por todos lados. Pero claro, ganó el sudamericano y todo fue un exitazo.
Que es un cagón defensivo. Que cuando decide ser ofensivo
pierde. Que se parece a un Moái de la Isla de Pascuas…. Bueno eso no. Pero la
cosa es que al bueno de Edgardo Bauza lo critican por todos lados, en
cualquier momento hasta le echan la culpa de la joroba de Ortigoza. Siempre lo
critican pero la gran mayoría de sus equipos son protagonistas. En esta ocasión
finalizo la primera rueda del torneo y San Lorenzo quedo arriba de todos. En su
primer semestre gano una Libertadores y ahora quedó puntero. Se ganó el afecto
de los hinchas y sobre todo el de Fava.
¿Qué podemos agregar de Lionel Messi?
Nuevamente campeón. Ahora fue el turno de la Champions, llegando así a la
triple corona. Alcanzó a Di Stéfano como el argentino con más títulos. Logro su
cuarta orejona con el Barcelona. Pero claro, todo esto se desmoronaría, se iría a la reputa que lo parió y a
nadie le importaría si no llega a traer la Copa América, porque vio, los
argentinos somos así.
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