Por Ale
Apoesía (*)
Alargamiento nene es la palabra clave en este fecha nene. Hubo alargamiento por
donde se lo mire nene. Merlos impávido juez del destino quiso que la lucha
colosal entre los titanes del Titán Palermo y los gladiadores del Mellizo
Guillermo Barros Schelotto, prosiguiera a términos inesperados. Ni aquel policía
armado sin balas, guardián del descontrol pudo cortar semejante alargamiento. Fría
la pistola en el cinturón cual frio sudor le corría a Merlos cuando el Titán y
el Pato estaban frente a él. Alargamiento señores también hay en los torneos.
No un alargamiento en el espacio tiempo, sino un alargamiento de equipos, ahora
serán 30. 30 planteles de guerreros dispuestos a llevarse el botín cuya estrella
dorada asoma por entremedio de los problemas. Segura no está muy seguro pero
así y todo el alargamiento del torneo se hace. ¿Cómo se jugara? Nadie lo sabe.
Tengo miedo nene.
El partido que
les hablaba del alargamiento. Empezó
ganando el conjunto de los mellizos Schelotto. Cuanta sapiencia, que poca
paciencia ante cada fallo en contra. Pero sus lágrimas se han de transformar en
pitadas sonoras del silbato arbitral. Allá va Romero cual gacela desfila velozmente
entre la sabana africana y a los 6 minutos vence la valla de Andrada. Y Arsenal fue, lucho mucho, y fue a los 15
minutos que Brahian Alemán cual escultor esculpe el bronce, esculpió con sus
pies un hermoso gol. Y la lucha continuaba, y así Carrera a la carrera lo dio
vuelta como aquel lector da vuelta a una página de un libro de cuentos. ¿Te
cuento un cuento nene? Pero en este primer tiempo y todos los condimentos
estuvieron en el epilogo. Tiempo adicionado nene, cinco minutos, quejas van,
quejas vienen y Lanús empata para la alegría de sus hinchas y el enojo de
Martin Palermo. Pero hubo más. El árbitro impasible reanudo el encuentro, ya no
eran 5 minutos, el reloj daba ya el minuto noveno y fue cuando Lanús llego a la
victoria. Pifies, choques, manos. Era una orgia nene, una orgia como en las épocas
romanas y llego el gol de la victoria. Acosta. Luego cual película épica las
batallas sonaron al compás de las campanas, que aún hoy retumban en nuestros tímpanos.
Nene, nene acá sí
que hubo alargamiento pero de goles. Uno tras otros. Una lluvia impávida de
goles bañó el estadio de Atlético Rafaela. Ayoví yo va, cada día yo te quiero
mas yo vi yo vi, yo vi yo va. Gran figura gran que estremeció las redes este sábado.
A los siete minutos engalano el partido con un gol. Luego empataría Serrano, ningún
agárramela con la mano y a los 28 minutos Ramírez puso el 2-1. Tengo miedo de
la cara de Ramírez nene. Se iba campante este primer tiempo, se iba como el
caminante que hacia camino al andar pero había más porque allá vi un gol y
Ayoví fue el que lo hizo. 3-1 para el conjunto mendocino y a descansar de esta
primera tarde donde me empache de goles y de vittel tone que me había sobrado
del día anterior. Y se vino el segundo tiempo. Catarata de goles nene, uno tras
otro. Abrió la cuenta de este complemento el señor González, bien tempranito y así
como un señor grande va a buscar el pan por la mañana y también busca el
diario, llego Orsini con los miñoncitos y las flautitas del gol para poner el
empate. Hubo una lucha de goles, una plusvalía del esférico reventando la red
del arco y fue entonces que a los 42 que Fernández sentencio el 4-3 final para
los de Mendoza.
Andar errático el
de Quilmes y el de Olimpo. Errático como yo al abrir la heladera en la
madrugada y no encontrar nada. Y así se planteó la batalla entre los guerreros
cerveceros y los de Bahía Blanca. Adrián Martínez dijo presente y puso el
primero para Olimpo, Olimpo de los dioses que se volvía a florear con una
victoria luego de mucho tiempo. Iba a estirar la diferencia a dos el guerrero
Cuero, así como lo indica su apellido hizo que el cuero bese románticamente la
red. La red y el balón hicieron el amor en la tarde de Bahía a la puesta del
sol. Romanticismo nene. Románticos como un buen plato de ravioles con tuco y
abundante queso. Me cago de hambre nene. En el segundo tiempo y a los 24 minutos, otro Adrián
pero este sería Fernández pondría el descuento para Quilmes, solo para las frías
y magras estadísticas.
Va flameando por el aire cordobés la bandera
pirata del capitán Barba marrón de Zielinski. Tres conquistas seguidas, tres buques
rivales hundidos en las últimas tres batallas. Las quejas de Zielinski se
desvanecieron como el humo de los cañones. Al abordaje valientes marino porque llego
el primer gol por intermedio de Zelarrayán. Rállame un sardo así se lo pongo a
los ravioles con tuco Zelarrayán. Que hambre que tengo nene. Y Defensa no le hacía
honor a su nombre y los delanteros rivales la penetraban cual caballo le daba
masa a la Cicciolina. Furch y el almirante Jerry Bengtson pusieron su cuota
goleadora. El pirata vuelve surcar las
aguas de arriba de la tabla.
Denso nubarrones
se alojaron en el cielo de Independiente quien no pudo seguir su cabalgata
triunfal persiguiendo a River y a Lanús. Densos rulos al vientos cual cardos se
movieron en la cabeza de Pedro Troglio. Densa espera me está haciendo el hijo
de puta del delivery. Partido trabado, duro, almendrado con maní y chips de
chocolate… eh perdón. Partido trabado, pierna fuerte. Donde se luchó y donde
Licht fue el autor del único tanto de esta batalla donde Independiente dejo
tres puntos en el camino y mira desde lejos el primer puesto.
(*) No nene, no. No es el Apo posta, no
tengas miedo es una parodia.
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