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Arriba: AFA (Caótica, huérfana desde la partida de Grondona, enquilombada, disputada); Daniel “Cata” Díaz (Defensor de Boca, perdedor compulsivo de marcas, lento); Agustín Orión (Arquero de Boca, camarillero no declarado, boxeador amateur); Carlos Bianchi (Ex Entrenador de Boca, despedido, desocupado, fanático de los recuerdos, terco); Daniel Angelici (Presidente de Boca, inútil)

Abajo: Periodismo (Veletas, operadores, ponedores y sacadores de Técnicos); Luis Segura (Presidente de la AFA, viuda de Grondona, dubitativo, timorato); Mariano Echeverría (Defensor de Boca, lesionado); Ricardo Zielinski (Entrenador de Belgrano, Caruso Lombardi con secundario completo); Pablo Quatrocchi (Entrenador de Quilmes, perdedor); Pedro Troglio (Entrenador de Gimnasia, quejoso)

Selección
Una semana caótica para la AFA en lo que se refiere a organización y contingencia para con el paro del jueves.  En menos de seis horas paso de jugarse a no jugarse para retrotraer todo a fojas cero y volver a jugar.  Un emo delarruista hubiese tenido menos dudas que Luis Segura. El nuevo presidente de la AFA pareció un títere manejado por un titiritero con Parkinson. Primero en manos de Angelici y luego en manos de D'Onofrio y Tinelli (quien comenzó su campaña para ser presidente de AFA en el 2015). Segura algo promiscuo, primero se bajó los pantalones con Angelici y luego con los presidentes de River y San Lorenzo. Claro, el revendedor oficial de entradas en el mundial le echó la culpa al organismo de seguridad, como quien le echa la culpa al perro luego de mandarse un pedo sordo en plena mesa. Cuando Don Julio estaba vivo, todos los clubes se bajaban los pantalones para poder sobrevivir, se ve que Segura lo entendió al revés y vive de bajada de lompas. Antes de Grondona, la AFA era manejada por los cinco grandes, luego Grondona fue el único grande y todo lo manejaba él. Hoy ya fallecido, los cinco grandes quieren volver a manejar todo. Quilombo en puerta.

Hablando de semana caótica, la semana de Boca fue una orgia de problemas. Luego de perder el domingo frente a Rafaela por tres tantos, el conjunto antes dirigido por Carlos Bianchi volvió a caer (esta vez por 3-1) con Estudiantes y la olla a presión que era Boca término de explotar como silicona berreta del doctor Lotocki, según la Xipolitakis. Boca fue pésimo en todas las líneas, pero sobre todo en la del fondo. Daniel "Cata" Díaz tenía menos movimiento que un Stephen Hawking sin la silla. Su futuro parece que está en China, pero no como futbolista sino como taxista por la carreta que vive arrastrando. Mariano Echeverría parecía entonces como la salvación de la defensa de Boca... pero tampoco.  El jugador proveniente de arsenal tuvo que ser reemplazado por un corte y por lo poco que estuvo en el juego fue más fácil de pasar que un kilo de helado para Fabbiani. Entonces todos los errores tenían que ser salvados por Agustín Orión,  pero no.  El ex arquero pincha al estar tanto tiempo al pedo en el banco de suplentes de la selección parece ser que olvido como atajar. Hay quienes dicen que el arquero y boxeador (de Ledesma) fue el impulsor de una cama en contra de Bianchi. Para eso hacía falta manos que se olvidó en Brasil o en la jeta de Ledesma. Así Carlos Bianchi ya no es más el entrenador de Boca fue despedido cuando tan solo horas antes contaba con el respaldo de Daniel Angelici. Este tercer (¿y último?) ciclo fue sin ninguna el peor. El otrora ganador de todo con Boca no pudo enderezar un barco que ya venía hundido de antemano por el lio entre jugadores, dirigentes, etc. Falcioni lo tuvo a flote hasta que lo volaron a puteadas, luego todo se desmadró. Si bien el virrey contaba con el apoyo de muchos hinchas y creía que todavía podía enderezar la nave, fue despedido.  Un tercer ciclo para olvidar y para rememorar viejos tiempos. El periodismo entre tanto (no todos, si muchos) arrancó con las distintas operaciones. Varios medios empezaron las operaciones para instalar un nuevo técnico. Varios titulares fueron mala leche y ni bien se enteraron del despido del Virrey, se escandalizaron falsamente. Sí, es verdad, una operación de prensa no hace perder y jugar mal pero contribuyo al darle ese empujoncito final que necesitaba el ex DT de Boca para caer al precipicio.

Si existiese un premio “Funes Mori” a la persona que más quedo en off side en la semana, sin duda alguna sería para Daniel Angelici. Primero quedó como un boludo en orsai al intentar suspender los partidos del miércoles, aduciendo ventaja deportiva (la ventaja deportiva que da Boca es la defensa) y de afirmar que contaba con el apoyo expreso de D’Onofrio. La cosa no prospero, D’Onofrio dijo que él no apoyaba un carajo y la fecha se jugó igual. Boca perdió y todos estuvieron encima para ver si lo echaba a Bianchi. No lo echo y todo indicaba que seguía por lo menos hasta el domingo. Hasta que recibió un tirón de bolas de parte de la CD (o de otra persona) y chau Bianchi. Encima seguramente el próximo partido de Boca recibirá más puteadas que Mingo Cavallo en el 2001. Todo mal.

Hay tres entrenadores que aún no conocen la victoria en el torneo. Uno de ellos ni siquiera conoce lo que es una victoria como entrenador. El primer de esta lista es Pablo Quatrocchi, el entrenador de Quilmes aun no gano en su ciclo, jugo cuatro partidos por el torneo (empato dos, perdió dos) y uno por la Copa Argentina donde fue goleado por el Banfield de Almeyda. Si bien no corre peligro su continuidad ya que la suspensión de los descensos da un margen mayor de error, en el equipo del bigotón Fernández ya lo empiezan a mirar de reojo. Los otros son Ricardo Zielinski (empato dos, perdió dos) y Pedro Troglio algo más holgado (tres empates y una derrota) si bien no están en la cuerda floja o no son muy cuestionados pero con algo teníamos que rellenar esta sección de porquería.

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