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Exorcismo. Se lo quieren practicar a Grondona |
En el día de ayer se llevó a cabo la reunión entre
las selecciones argentina e italiana, además también se pudo ver a la comitiva
dirigencial de ambas asociaciones. En el caso de la Argentina, viajaron más
dirigentes que futbolistas. Muchos fueron los obsequios que le entregaron los
diferentes dirigentes del fútbol argentino a su santidad. Desde camisetas,
banderines hasta carnets y plantas de olivo. “Camisetas de fútbol, una planta
de olivo, a eso súmale las boludeces que ya le regalaron al santo padre. La
verdad que ya no sabemos qué hacer con tanto regalo boludo, viejo, nada útil, ni una licuadora o una estufa,
ni siquiera una portasube, hermano. Con todas las camisetas que le regalaron
ayer, Francisco ya tiene más que el ‘Tweety’ Carrario” comenta el cardenal
Giorgo Bottinelli, encargado del departamento clerical de regalería inútil, del
Vaticano. Sin embargo a pesar de los regalos que recibió el Papa Francisco, lo
que llamo la atención fueron las palabras que Julio Grondona le dijo a su
santidad. El discurso se puede leer en su totalidad en la página web de la AFA.
“Santo padre, le pedimos que bendiga el fútbol argentino para que los estadios
vuelvan a ser los que eran cuando usted era un joven hincha”, fueron las
palabras del sumo pontífice de la AFA.
“Sentimos un olor a azufre muy fuerte, pensábamos
que el diablo había venido al Vaticano, cuando giramos a ver quién era, nos
dimos cuenta que era alguien peor: Don Julio” sostiene el monseñor Nicholas Di
Stasio. “Hubiésemos preferido mil veces a satanás, por lo menos lucifer te roba
el alma, Grondona te roba el alma, la billetera, el fútbol, el DNI, el chip del
celular…todo” afirma el obispo purpurado Gabius Anello. Sin embargo se vivieron
momentos de tensión cuando el Papa Francisco, accedió a cumplir dicho pedido. “La
AFA está tomada por un espíritu cruel y maligno, es necesaria una purificación,
un exorcismo para poder para sacarlo a Grondona de adentro” aseguran que habría
dicho el Papa. Sin embargo, Julio Grondona no lo habría escuchado, ya que
estaba distraído observando los adornos de oro del lugar a fin de poder
llevarse alguno como recuerdo.
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