Estoy aquí para analizar una nueva fecha de este fantástico torneo apertura iveco del Bicentenario, fantástico como aquel Hobbit que desesperadamente cruza la tierra media en busca de la destrucción del anillo, bien ese hobbits podría ser Buonanotte cruzando pantanosos terrenos legales, en busca de la justicia. Pero bien, en el verde césped ha rodado otra vez el precioso objeto de deseo entre los jugadores, esa joya redonda de cuero que tan cruelmente la han bautizado como Jabulani.
Allá va Gimnasia, los arcos le son esquivos, los goles aun no han aparecido, es el fútbol sin arcos que tanto pregona la filosofia argentina del “Tiki Tiki”. Sin embargo ahí esta Gimnasia, sin tiki tiki ni goles, ni arcos, ni futbol. Crueldad extrema a los ojos es ver un partido del “Lobo”, ¿Lobo esta? Lobo no esta, Lobo se ha ido, cansado de tanto batallar se ha ido, al igual que caperucita y la abuela, cansadas tal vez de que el lobo nunca las coma, cansadas tal vez de ver como a este lobo lo esta devorando el fantasma del descenso.
Allá a lo lejos en el borde de la línea de cal podemos observar a Julio Cesar Falcioni con su estoica cara de mármol, como un Dios Griego, ese Dios griego llamado “Caraculicus”, figura mitológica y dios griego del tedio y del aburrimiento, cualidades reflejadas en el rostro de Julio Cesar.
Los gemelos turcos, Asad y Mohamed viven realidades diferentes, son el Cain y Abel del fútbol argentino, mientras uno agrada a Dios con su fútbol, el otro con cuchilladas traperas desangra la vista de todos los hinchas de Colon. En contra de Asad lo vemos a Zubeldia con su cabellera al viento cual Barby en una propaganda de Mattel, es cierto le falta su Ken pero el ahí esta, pelo al viento, representando tal vez la femineidad que tanto le hace falta al futbol.
En la semana en la que se festejo el Ramadan y el año nuevo judío, bien ha hecho Romero el entrenador de All Boys en preservar a Cristian Fabbiani y no hacerlo rodar por el verde césped, en la cultura musulmana y judía el cerdo es una animal impuro, sucio. Romero conciente de esto ha dejado al cerdo en el banco de suplentes y no hacerlo jugar, demostrando su amplitud de criterios, tal vez Romero no quiso ser como Nabucodonosor y tuvo miedo de ser humillado por el rey de los judíos, por eso decidió no ofender al pueblo de Israel poniéndolo al cerdo a jugar en plena fiesta judía.
Por ahí anda Argentinos Juniors penando por el fondo de la tabla, como aquel guerrero que ya ha conseguido todo lo que quiso y ahora vaga sin rumbo en la vida, si un objetivo que sirva como Brújula. El ultimo campeón, el torneo pasado logro el titulo tan preciado, ya no tiene objetivos, ahí lo tienen ¿Para que ganar si ya demostró que todo lo puede en el torneo pasado? Como el indómito gaucho va cabalgando sin rumbo fijo, pues ya ha demostrado que es el mejor payador del torneo clausura ya no hay necesidad de sacar la guitarra y payar hasta demostrar quien es el mejor. Argentinos se ha sentado bajo la sombra del ombú a dormir la siesta.
Hordas de guerreros se enfrentaron en el nuevo gasómetro, miles de piedras volaron por el cielo de la avenida Gral Francisco Fernandez de la Cruz, cual asteroides sobrevuelan el estrellado cielo de Marte o Júpiter. Como la representación de la batalla de la independencia, bravos soldados “cuervos” se enfrentaron con el batallon de los fortineros. ¡Ay alma mia! Viene la infantería y arroja gases cual Caruso Lombardi arrojaría en plena conferencia de prensa. Arden los ojos, pica la garganta. “El Combate del Nuevo Gasómetro” titularía Heriberto Carlos Nepomuceno Mosca, historiador impertérrito del Eternauta. Pero acá no cayo la nevada mortal, solo cayeron los cascotazos mortales y algún que otro butacazo mortal.
La defensa de Racing cae como Buenos Aires en la primera invasión inglesa, Verón cual Lord Ingles observa desde su vasto castillo, el mira imperturbable como su Estudiantes toma posesión de la punta.
Va River, va y va contra Arsenal, Funes Mori, el titán de River, el Palermo de los millonarios por sus toscos movimientos a la hora de definir. Mira Pavone desde vaya a saber uno donde. River pega el salto a la punta. Pavone buen compañero no le interesa quien haga los goles, solo le importa ganar, por eso el ya gano, Mariano cual testigo pago solo se limitar a observar y a contar la plata de su contrato, mientras otro hace su trabajo.
Susurran los tangos y cantan a grito pelado el grandilocuente tango “Volver”, ha vuelto Boca señores. El hablar difícil del “Bichi” Borghi en esta torre de Babel que es Boca no es un impedimento para construir un futuro mejor. En la rueda de reconocimientos se señala como responsable a Lucas Viatri, el otra vez ha robado, esta vez se ha quedado con las ilusiones de Olimpo, a cara descubierta encañono al arquero Tombolini y acelero su moto hacia el horizonte de la recuperación de este boca. “Mi voto es no positivo” dijo Cobo y clavo el empate ante un Lucchetti que prefiere usar las manos para acariciar señoritas de baja moralidad en las concentraciones que utilizarlas para atajar pelotas.
Allá va Gimnasia, los arcos le son esquivos, los goles aun no han aparecido, es el fútbol sin arcos que tanto pregona la filosofia argentina del “Tiki Tiki”. Sin embargo ahí esta Gimnasia, sin tiki tiki ni goles, ni arcos, ni futbol. Crueldad extrema a los ojos es ver un partido del “Lobo”, ¿Lobo esta? Lobo no esta, Lobo se ha ido, cansado de tanto batallar se ha ido, al igual que caperucita y la abuela, cansadas tal vez de que el lobo nunca las coma, cansadas tal vez de ver como a este lobo lo esta devorando el fantasma del descenso.
Allá a lo lejos en el borde de la línea de cal podemos observar a Julio Cesar Falcioni con su estoica cara de mármol, como un Dios Griego, ese Dios griego llamado “Caraculicus”, figura mitológica y dios griego del tedio y del aburrimiento, cualidades reflejadas en el rostro de Julio Cesar.
Los gemelos turcos, Asad y Mohamed viven realidades diferentes, son el Cain y Abel del fútbol argentino, mientras uno agrada a Dios con su fútbol, el otro con cuchilladas traperas desangra la vista de todos los hinchas de Colon. En contra de Asad lo vemos a Zubeldia con su cabellera al viento cual Barby en una propaganda de Mattel, es cierto le falta su Ken pero el ahí esta, pelo al viento, representando tal vez la femineidad que tanto le hace falta al futbol.
En la semana en la que se festejo el Ramadan y el año nuevo judío, bien ha hecho Romero el entrenador de All Boys en preservar a Cristian Fabbiani y no hacerlo rodar por el verde césped, en la cultura musulmana y judía el cerdo es una animal impuro, sucio. Romero conciente de esto ha dejado al cerdo en el banco de suplentes y no hacerlo jugar, demostrando su amplitud de criterios, tal vez Romero no quiso ser como Nabucodonosor y tuvo miedo de ser humillado por el rey de los judíos, por eso decidió no ofender al pueblo de Israel poniéndolo al cerdo a jugar en plena fiesta judía.
Por ahí anda Argentinos Juniors penando por el fondo de la tabla, como aquel guerrero que ya ha conseguido todo lo que quiso y ahora vaga sin rumbo en la vida, si un objetivo que sirva como Brújula. El ultimo campeón, el torneo pasado logro el titulo tan preciado, ya no tiene objetivos, ahí lo tienen ¿Para que ganar si ya demostró que todo lo puede en el torneo pasado? Como el indómito gaucho va cabalgando sin rumbo fijo, pues ya ha demostrado que es el mejor payador del torneo clausura ya no hay necesidad de sacar la guitarra y payar hasta demostrar quien es el mejor. Argentinos se ha sentado bajo la sombra del ombú a dormir la siesta.
Hordas de guerreros se enfrentaron en el nuevo gasómetro, miles de piedras volaron por el cielo de la avenida Gral Francisco Fernandez de la Cruz, cual asteroides sobrevuelan el estrellado cielo de Marte o Júpiter. Como la representación de la batalla de la independencia, bravos soldados “cuervos” se enfrentaron con el batallon de los fortineros. ¡Ay alma mia! Viene la infantería y arroja gases cual Caruso Lombardi arrojaría en plena conferencia de prensa. Arden los ojos, pica la garganta. “El Combate del Nuevo Gasómetro” titularía Heriberto Carlos Nepomuceno Mosca, historiador impertérrito del Eternauta. Pero acá no cayo la nevada mortal, solo cayeron los cascotazos mortales y algún que otro butacazo mortal.
La defensa de Racing cae como Buenos Aires en la primera invasión inglesa, Verón cual Lord Ingles observa desde su vasto castillo, el mira imperturbable como su Estudiantes toma posesión de la punta.
Va River, va y va contra Arsenal, Funes Mori, el titán de River, el Palermo de los millonarios por sus toscos movimientos a la hora de definir. Mira Pavone desde vaya a saber uno donde. River pega el salto a la punta. Pavone buen compañero no le interesa quien haga los goles, solo le importa ganar, por eso el ya gano, Mariano cual testigo pago solo se limitar a observar y a contar la plata de su contrato, mientras otro hace su trabajo.
Susurran los tangos y cantan a grito pelado el grandilocuente tango “Volver”, ha vuelto Boca señores. El hablar difícil del “Bichi” Borghi en esta torre de Babel que es Boca no es un impedimento para construir un futuro mejor. En la rueda de reconocimientos se señala como responsable a Lucas Viatri, el otra vez ha robado, esta vez se ha quedado con las ilusiones de Olimpo, a cara descubierta encañono al arquero Tombolini y acelero su moto hacia el horizonte de la recuperación de este boca. “Mi voto es no positivo” dijo Cobo y clavo el empate ante un Lucchetti que prefiere usar las manos para acariciar señoritas de baja moralidad en las concentraciones que utilizarlas para atajar pelotas.
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