Slider[Style1]

Style2

Style3[OneLeft]

Style3[OneRight]

Style4

Style5

Por Alejandro Apo

Aunque Ariel Arnaldo Ortega no dibuje sus gambetas en el verde césped del monumental, el “burrito” seguirá dibujando gambetas, pero en las grises y frías aceras sinuosas de las salidas de esos antros de lujuria y música tropical que le sirven de refugio a aquellos que quieren escaparse de la cruenta realidad. Allí esta Ariel, ya no son jugadores los que se cruzan en su camino para intentar quitarle el tan preciado balón, ahora son mesas las que le impiden el paso tambaleante del astro de River, ya no lleva el balón en sus pies, es una copa con el néctar de los dioses al que cuida como si fuera un balón en el minuto ’90 con el partido 1-0 en una cancha difícil. Ariel Ortega cuida su preciosa bebida obtenida de la uva mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo, lo cuida, se aferra a el, el aliento de la hinchada no esta, pero el tiene su aliento, aliento etílico, la garganta no esta roja de gritarles a sus compañeros, la garganta esta roja de tanto ingerir el liquido que ha deleitado a miles de millones de ser humano durante toda la historia, desde el Cesar de Roma hasta a Antonio Barijho en “mbarete bronco”.
A Ariel lo buscamos en la concentración de River, el no esta, no se ha ido. Leo Astrada, viejo guerrero batallador de una otrora vieja época de River, se da cuenta que la magia del “burrito” esta cansada, que se ha cansado de gambetear rivales, que la suya es mucha magia para una cancha, que sus gambetas son mucho mas que apilar tipos una tarde soleada de domingo. Las mejores gambetas del burrito son aquellas que da en la noche, como cual auto de formula uno carga su tanque con varios litros de combustible de alto octanaje para emprender una carrera veloz hacia el éxito, nuestro Ariel Ortega carga en su vientre varios litros de ese líquido resultante de la fermentación alcohólica, con ello nuestro burrito esta listo para salir a la calle a gambetear, a encarar canteros en medio de la vereda como si fueran jugadores rivales arremetiendo prestos para arrebatarle el balón en medio de la soledad nocturna, ahí están las flojas baldosas de la vereda haciéndose pasar por el verde césped, ahí esta una de las paradas de algún colectivo como si fuera el recio defensor rival, ahí lo tenemos a nuestro burrito, sabiendo lo que mejor sabe hacer, Gambeteando falsos jugadores en la noche.

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Anterior
Entrada antigua

No hay comentarios.:

El Cani

  Por Elmer


Top