La definición del torneo no quedo en manos de Huracán ni de Vélez, quedo en manos de los árbitros.
Vélez Sarsfield se consagró hoy campeón del torneo Clausura al ganarle 1-0 a Huracán en el Estadio José Amalfitani con un gol conseguido por Maximiliano Moralez a los 38 minutos del segundo tiempo, en el cual hubo una clarisima infracción de Joaquín Larrivey sobre el arquero Gastón Monzón. La victoria de Vélez quedará enmarcada en el conflicto, no sólo por las dudas generadas en el gol que definió el partido, sino también por un gravísimo error de Gabriel Brazenas, de un pobre arbitraje, quien en la primera etapa anuló un tanto convertido legítimamente por Eduardo Domínguez. Después de la granizada, el partido tuvo otro protagonista y ese fue Vélez. Claro que el conjunto de Ricardo Gareca basó lo suyo con más ganas que criterio o juego asociado. El único que salió de ese libreto fue el 'Burrito' Juan Manuel Martínez, a quien Carlos Araujo le cometió un claro penal a los 24, el cual fue desviado al córner por Monzón, tras un débil y anunciado remate de López. Tras el penal errado, Vélez quiso mantener la presión sobre Huracán, pero dejó muchos espacios en defensa, algo que provocó que Huracán pudiese utilizar el contraataque con mayor frecuencia. Lo que sucedió a partir de entonces fue un aquelarre. Moralez fue expulsado por sacarse la camiseta luego del gol; el entrenador de los quemeros Ángel Cappa comenzó una discusión con los auxiliares de Vélez porque consideró que escondían los balones, que incluyó a los jugadores de ambos equipos y al árbitro Brazenas. El final mostró la misma imagen de siempre. El festejo de los hinchas de Vélez ingresando al campo de juego y la resignación de los jugadores e hinchas de Huracán.
“Dale campeón, dale campeón” fue el hit resonante dentro de los vestuarios, pero no de Velez, sino de los árbitros y asistentes que participaron del encuentro. “Vamooooo loco, el único equipo que se cargo a los 20 equipos de primera fue el Colegio de Arbitros, es para el SADRA que lo mira por TV, vamos carajo” fueron los dichos del exaltadísimo Gabriel Brazenas, mientras los jueces de línea, destapaban un champagne. “Desde que nos dirige Jorge Romo la cosa es otra, salimos a la cancha a hacerle partido a todos los equipos, los goles lo hacemos nosotros, nuestras cuentas bancarias suben como los enfermos de Gripe A, nosotros somos los mejores, y seguramente vamos a tener un equipo muy competitivo de árbitros ciegos y corruptos en Sudáfrica 2010, lo cual me llena de orgullo, vamos el Colegio de Árbitros carajo, Elizondo puto, no existís, muerto” fueron las declaraciones de Gustavo Bassi, quien se retiro la semana pasada para dejarle el lugar a las jóvenes camada de mercenarios vestidos de negro. En tanto Don Patadon se quiso comunicar con Jorge Romo, pero nos atendió algo disfonico y solo nos entrego una frase en la cual dijo “disculpen chicos, pero me quede afónico de tanto gritar el gol de Maxi Moralez, primero pensé que el puto de Monzón, nos cagaba el negocio al atajar ese penal, pero por suerte Brazenas, que es un arbitro hábil encontró el hueco, disculpen, pero tengo que colgar”. Así mismo la redacción de este sitio se comunico con Don Julio Grondona, quien se refirió al tema diciendo que “Yo no tengo nada que ver, en el torneo pasado ayudamos a Boca Jrs desde el escritorio, pero en este no, nosotros solo nos metemos a ayudar cuando la definición es entre un grande y un chico, favoreciendo al grande obvio papa, eso ni se pregunta, ahora este campeonato es merito de el colegio de Arbi… perdón, de Vélez”.
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