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Hacer Lobby y tongos también es un trabajo sacrificado


El 1 de mayo de 1886, hace 123 años, fue el día en que impulsados por la necesidad de acceder a mejores condiciones de trabajo, sindicalistas y obreros anarquistas convocaron en Chicago, Estados Unidos, a una huelga que al día siguiente derivó en un enfrentamiento con el poder estatal, cuyo saldo fue la ejecución de cinco trabajadores. ‘Los Mártires de Chicago’, como los denominó la historia, en realidad fueron ocho activistas condenados en una parodia de juicio y de los cuales tres se beneficiaron con la conmutación de la pena de muerte a que los habían sentenciado acusados por un hecho que no cometieron. Era un mundo que cambiaba velozmente con la revolución industrial y donde los derechos laborales como las mejores condiciones de salubridad en el trabajo o la jornadas de ocho horas, eran duras conquistas que había que arrancar a fuerza de lucha.En rigor, este último beneficio había llegado a los Estados Unidos en 1868, pero sólo alcanzaba a los gremios estatales por lo que los trabajadores privados debieron todavía transitar largos veinte años y una severa crisis económica antes de alcanzar el régimen al que aspiraban. Así fue como en noviembre de 1884 un Congreso de la Federación Americana del Trabajo, reunido en Chicago, determinó que a partir del 1 de mayo de 1886 la jornada laboral, tanto en la actividad privada como en la estatal, debía ser de ocho horas y convocó, con un año y medio de antelación, a una huelga general para ese día. La idea era que la medida de fuerza iba a prolongarse hasta tanto no se instrumentaran las ocho horas, por lo que se avizoraban jornadas calientes tal como lo adelantaron por entonces buena parte de los principales diarios estadounidenses, enteramente ligados con las posiciones conservadoras.

Para la ocasión, Don Patadon reunió al staff de “Ultima Palabra”, programa liderado por Fernando “chiche” Niembro, para ver como esta gente seria y trabajadora del mundo del periodismo deportivo, pasaban su tan merecido dia. “Esto no es soplar y sacar botellas, aca hay un equipo que trabaja duramente, ya sea vendiendo humo, haciendo lobby por tal o cual entrenador, auqne ese “tal o cual” entrenador sea siempre Oscar Ruggeri, este es un trabajo tan pesado como romper piedras en una mina de carbón, hay que levantarse temprano y leer el diario, ver que entrenador esta en la cuerda floja y ahí nomas empezar a levantar teléfonos para empezar la ronda conspirativa o de aprietes, este trabajo es mas desgastante que ser taxista en la Capital Federal” sostiene Fernando “chiche” Niembro, mientras degusta un asado con el staff de su programa, cortesía de Noray Nakis. “Acá el verdadero trabajador es el equipo, hay que saber rodearse de gente servil y manejable, como el infeliz de Walter Safarian, y si ves que en tu equipo de trabajo alguien intenta cagar mas de lo que el culo le da, lo rajas a la mierda, como lo hice con Marianito, acá es simple, o somos todos trabajadores de Niembro o a la calle” sostiene Fernando Niembro, mientras todos sus colaboradores asienten con la cabeza. “La verdad es que con Fernando, es un placer trabajar, uno aprende un monto, como rosquear, como hacer tongos con equipos que recién ascienden, como meterle fichas a Noray Nakis para que haga cualquier cosa, como apretar a determinados dirigentes con ciertos videos, la verdad mas que un trabajo esto es un aprendizaje continuo” sostiene Walter Safarian, mientras los otros comensales le arrojan pedacitos de pan y Diego Latorre comenta la cara de mogolico que tiene Walter y que en mas de una vez se lo enfiesto el Bambi.

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