La gente prefiriria morir congelada en una montaña a tener que viajar en el 37 en hora pico.
Las tragedias surcan los 30 años de historia del Dakar. Su creador, el francés Thierry Sabine, murió junto a cuatro personas cuando el helicóptero en el que seguía la carrera de 1986 se estrelló en Malí. Además, se recuerda la muerte de un niño maliense en 1982, arrollado por un vehículo de la carrera mientras jugaba. Una mujer también maliense falleció en 1984 al ser golpeada por un coche que volcaba en Burkina Faso. En Mauritania, en 1985, dos niñas perdieron la vida atropelladas en distintos incidentes. La edición de 1988 se llevó las vidas de una mujer y un niño en Mauritania, una niña en la aldea maliense de Kitta, dos niños y una mujer en Mali. La trágica lista fue engrosada en 1994, cuando un niño senegalés fue atropellado por un vehículo de asistencia. Dos años después, una niña guineana fue arrollada por el motociclista francés Marcel Pilet. El choque entre un taxi y un auto de la carrera dejó cuatro muertos en 1998, al sur de la capital mauritana. En 2006, el niño guineano Boubakar Diallo, de 10 años, murió atropellado por un auto de la competencia, entre Lobé y Tambacounda. Otro niño, senegalés de 12 años, fue arrollado por un camión de apoyo logístico entre Tambacounda y Dakar.
Pero eso no es todo, en la argentina existiría un deporte sobre ruedas mucho mas peligroso que el Rally, subirse a un colectivo. Al igual que el Rally, los colectivos también tendrían un recorrido trazado, pero en los peligros en vez de ser el desierto y sus dunas, es el Conurbano Bonaerense y sus villas. “La verdad es que prefiero estar en el mismo lugar que Guerrero (NdeR: el motociclista español en grave estado) que tener que soportarme a los mismo hinchapelotas de siempre todas las mañana protestando por la escasez de monedas” Sostiene Oscar Gonçalvez Loro, un colectivero de la línea 10. “Mira estos putos de rally, manejan una vez por año, se forran en guita y listo, nosotros en cambio, nos tenemos que romper el culo arriba del bondi mas de 12 hs diarias para que los dueños de la empresa la levanten en pala para después ir a alentar a los giles del Rally” nos cuenta otro chofer pero de la línea 45. “Ma’ que Alpinismo ni tres pelotas, trepar el Aconcagua con 50 grados bajo cero y con viento en contra es una pelotudez en comparación con subirse al 100 un viernes a las seis de la tarde, si podes subirte a uno, eso mas que huevos es tener un culo de la re puta que lo pario” define su situación un pasajero que es muy parecido a Látigo Coggi. “Mira hace un par de semanas murieron dos italianos que querían subir al Aconcagua, esos tanos pelotudos si querían deportes extremos, se tendrían que haber venido a intentar tomar el 37 en hora pico, primero no vas a conseguir monedas, para viajar, eso ya te va a poner furioso, después va a ser una odisea treparse a uno si lo logras, adentro vas a tener que aguantar el olor a chivo, las viejas gordas que te pisan y que encima te miran para el culo, a pendejos calentones apretándose en un mismo asiento, un calor insoportable y encima cuando te queres bajar el chofer te para cuando se le canta el orto, la verdad que pensándolo mejor, prefiero morir congelado en el Aconcagua” se sinceriza otro pasajero, muy parecido a Johnny Allon.
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