Primer puesto. Guillermo Barros Schelotto (Entrenador de Boca,
melodramático, contestatario, puntero, casi campeón).
Segundo puesto: Julio Cesar Falcioni (Entrenador de Banfield, sumador
de puntos, fachero, milagroso).
Tercer puesto: Marcos Acuña (Jugador de Racing, gnomo gambeteador).
Selección.
Cuando todos ya estaban mojando el sello en la tinta pecheadora para sellarle
la frente al Mellizo Guillermo Barros Schelotto con
el rotulo de “Lavolpista”, él, metió mano, dio un volantazo y apareció el
equipo. Muchos dicen que River fue el que realmente perdió el campeonato cuando podía haber superado al Xeneize en
puntos. Pero Boca hizo méritos suficientes en la recta final para asegurar su
cuota de ventaja, lo paliceo al Rojo que venía invicto con Holan, y le ganó a
un siempre complicado Aldosivi. Se
define el campeonato, Boca con un punto se asegura el primer puesto, con dos
sale campeón o simplemente con que pierda Banfield.
El segundo puesto de
este podio y del torneo es propiedad de Julio Falcioni y
su Banfield. El emperador con un plantel más corto que la chota de Jacobo
Winograd es juntó con Boca el equipo que más partidos ganó. Mientras los De
Paoli o los Latorre lo critican por su juego y alaban equipos que ni siquiera
están entrando en la Sudamericana, Julio les mete un cambio defensivo de local,
de visitante o cuando se le cante la chota, cagándose en todos sus críticos. Desde
1951 que Banfield no peleaba un torneo largo. Pase lo que pase en la definición
del torneo, Falcioni a lo Margarita Stolbizer ya ganó.
Si River perdió la
chance de seguir peleando el título, mucho tiene que ver el nivel demostrado
por Marcos Acuña que volvió loco a todo el
elenco millonario. El “Huevo” la rompió y hasta hizo un gol gracias a la mala
salida de Batalla. No descubrimos nada del ex Ferrocarril Oeste, últimamente convocado
frecuente a la Selección, está vez demostró que Bou puede irse tranquilo a México
que de los goles se encarga él.
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