"Thrash Metal".
El Negro Carpi era un jugadorazo, fue catalogado como el
nuevo Messi cuando los directivos de la Massia lo vieron jugar. Juan Carlos Carpi tenía una particularidad:
así como Edgar Davis jugaba con un par de lentes o Petr Čech usaba un casco de
rugby, el Negro jugaba con auriculares conectados a un diminuto MP3. Tanto Davis como Čech jugaban con esos
aditamentos por cuestiones de salud, pero Carpi lo hacía por gusto, o tal vez por salud,
según se lo mire. Cuando jugaba en las infantiles, su padre lo volvía loco
desde las tribunas. Le gritaba todo tipo de cosas: a quien pasársela, como
bajar, que hacer, que no hacer… Hasta que un día agobiado con la presión decidió
dejar de jugar.