Arriba: Marcelo Gallardo (Entrenador
de River, hinchado los huevos, de Napoleón a reciclador); Rodolfo D’Onofrio (Presidente de River, desarmador
profesional, adicto a los jugadores falopa); Sebastián
Villa (Abonado a esta sección)
Abajo: Miguel Angel Russo (Ex DT
de Boca Juniors, amigo de Riquelme, ex amigo de Riquelme); Juan Román Riquelme (Vice de Boca, miembro del Consejo
de Fútbol, casi presidente de Boca, adicto a los jugadores falopa); Jorge Amor Ameal (Presidente de Boca, tibio, adorno).
Selección.
Lo fueron a Miguel
Angel Russo de Boca. Menos mal que Jorge Amor
Ameal le había dado su total apoyo unas horas antes. Correte Ameal, deja
gobernar a Juan Roman Riquelme. Si uno se pone a mirar los números de Russo, no
fueron tan malos: ganó la
Superliga y la Copa de la Liga Profesional, además de dejar afuera a River en
la Copa Argentina, sacar el karma de verse eliminado frente a River. Pero el
VAR lo dejó afuera de la Libertadores y el andar errático del equipo en el
actual torneo lo llevaron a que Juan Román Riquelme le baje el pulgar, por más
que sea su amigo. El presidente de Boca es Ameal, bah por lo menos eso dice su
sello de goma. La actual gestión Ameal está a años luz de la primera gestión de
Ameal. Con un Jorge Amor rompiendo las bolas en la CONMEBOL, en la AFA… Este
Ameal esta dopado, sentado en una silla… parece el perrito Cheems de la
ansiedad: “Ama, Riquelmen es durom com los temnicos, me da ansiedat”. Cuando
don Jorge se quiera acordar, va a estar sentado en un cajón de manzanas y
Riquelme siendo presidente. Está bien, tener un vice de la talla de Riquelme
debe ser jodido, pero reatttcionaaaa Jorgito, hace algo… como renunciar y que
asuma Riquelme, ya fue todo.
Y en el medio de
este quilombo de duelo de porongas, el que sigue sin venir es Sebastian Villa, jugador abonado a esta sección. Cada
hora que pasa es un porcentaje menos de sueldo que cobra. Bueno, acá don Jorge
Ameal se mostró duro, bueno, hasta Juan Carr se calentaría con el boludazo de
Villa. Ahora si viene Juan Román Riquelme y su
Consejo del Futbol. Si hay algo que los hinchas critican, es la cantidad de
refuerzos falopa que trajo esta nueva gestión. Todas las miradas apuntan a Nicolás
Orsini, Norberto Briasco, Esteban Rolón, Juan Ramírez y Luis Advíncula… Si
sumas a todos, no llegas a medio remate al arco. En cualquier momento fichan a
un Carpincho, porque es lo mejor que hay en suelo argentino y es ofensivo como
pocos…
Y hablando de refuerzos falopas, no hay
quien le gane a Rodolfo D’Onofrio, que en
cualquier momento lo imputan en una causa por tráfico de jugadores falopa. El
Súper River que había antes, se convirtió en el galpón de Pablo Escobar de la
cantidad de falopa que hay. Si, trajo
jugadores, pero no de la talla que traía antes. En su momento trajo a un Armani
consagrado, a un Nacho Fernández que ya había explotado, a un Pratto que la
descocía en Brasil. Está bien, es un equipo en formación y Braian Romero más o
menos rindió, pero son como esas sopas instantáneas que un día te salvan, pero
al otro te cagas de hambre. Marcelo Gallardo aun
no le encontró la vuelta al equipo, o no encontró al equipo y si lo tiene que
encontrar lo va a tener que ir a buscar a Atlético Mineiro, Sevilla… a donde le
vendieron los jugadores. River fue goleado sin más tapujos en Brasil, se quedó
afuera de la Copa Libertadores, antes ya se había quedado afuera de la Copa
Argentina, justo frente a Boca. Mal semestre para Gallardo.
Podríamos poner como un integrante más al
futbol argentino. En este año no llego ningún equipo argentino llego a semis ni
de Libertadores o Sudamericana después de mucho, mucho tiempo. Pero antes que
llegaban los equipos, algunos salían campeones no éramos los mejores del mundo,
y ahora por esto no vamos a hacer los peores. Y si el periodismo deportivo
quiere instalar que el futbol argentino está devaluado, llegaron tarde. Unos 30
años tarde más o menos.