Primer
puesto. Marcelo Gallardo (Entrenador de River,
ganador, Labrunista, ex arañador).
Segundo
puesto. Jorge Almirón (Entrenador de Lanús con
lunar a lo Marilyn Monroe, ofensivo compulsivo).
Tercer
puesto. Nelson Vivas (Entrenador de Estudiantes
de La Plata, ex boxeador de plateistas).
Selección.
Volvió el futbol local y con él, el podio de la semana. La antítesis del
Antiequipo. La sección no tan hija de puta de la página en donde elegimos en forma
completamente autoritaria a aquellos que nos parecen los mejores tres de la
fecha. En el primer puesto lo tenemos a Marcelo Gallardo, el entrenador bien más dulce que Drácula
chupando a un diabético. En una semana volvió a ganar una Copa internacional y
se despachó con una goleada ante Banfield, demostrando que tiene un ataque
demoledor. Aunque el Taladro hizo defensivamente lo posible para comerse una goleada, todos los jugadores del
millonario estaban volcados al ataque y funcionando con una táctica tan
compleja y precisa como un jogo de ajedrez bien jugado.
Lanús
viene siendo el peladito de Brazzers poniéndosela a cuanta cosa que se mueva pase
por su frente. Ganador de punta a punta del último torneo transición. Ganador
de la supercopa argentina y ahora comienza con el pie derecho el torneo. Mucho tiene que ver Jorge
Almirón. Mantuvo la base del equipo campeón, pidió algunos refuerzos específicos
sin tener que gastar por gastar, encima los dirigentes vendieron a buen precio a
aquellos que se fueron. Los resultados están a la vista. Almirón tuvo la
valentía de mandarlo al Pepe Sand al banco, a pesar del enojo del correntino,
la apuesta le salió bien y le gano a un Boca que está cada vez más descolorido
que el cabello de Leto.
El
tercer puesto es para Nelson Vivas. Decidimos ponerlo
acá por la diferencia de gol abultada de su equipo en una cancha que siempre es
más dura y difícil que ver a Higuaín en una final. Estudiantes sacó una goleada, justo en frente
estaba Troglio, el Charles Ingalls de los DT, jugó con autoridad, goleó y ahora
se ilusiona. Bien por Vivas, y siendo sinceros, luego de ver su paso por
Quilmes, no creíamos que iba a durar mucho en Estudiantes. Nos equivocamos.
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