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Pagani Times: ¿Los pibes tienen que jugar con enganche? Horacio te lo resuelve a los gritos.

Un día volvió Pagani a calentarse más que la corteza terrestre con esto del calentamiento global En esta ocasión el veterano periodista se la agarro como siempre con la otra parte de la mesa, por el mal momento que vienen teniendo las selecciones juveniles en las ultimas competencias ¿Hay que jugar con enganche? Horacito te resuelve la incógnita a los gritos y con las manos haciendo de megáfono sobre el final del video.

 

Como serian algunas frases futboleras si fuesen políticas.

Cada vez que hay elecciones robamos con esto. Intentamos cambiar alguna que otra cosa elección tras elección pero siempre alguna queda. Hoy ampliamos un poco más la cosa, abarcamos mas actores y no solo al viejo y querido #ElProgramaDeFantino. La consigna es simple: imaginar que los actores futboleros de siempre, en lugar de vertir esos dichos en el ámbito del balompie trastocar esos dichos y que queden algo político. Nos quedó esto:

















Esconden los datos oficiales...

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Gol de Oro

La canchita tiene tierra, unas pocas matas de pasto que apenas sobreviven, los dos arcos y, apenas visibles, las líneas que marcan la cancha. Alrededor, chaperíos, el almacén del tío del Lungo, un paredón que da a la autopista y bastante basura.

El Lungo fue el que más insistió para que nos anotáramos. Jugamos hace tiempo juntos, claro, en el potrero. En el barrio ganamos siempre por afano, y eso que en la villa hay buenos equipos: “Los del 11”, donde juegan los hermanos González que la tienen atada; los paraguayos de los pasillos del fondo, que tienen dos equipos bravísimos (uno nos sacó el invicto hace dos años, pero de pedo y con dos jugadores más); y el equipo del Gordo Pedro, claro. Esos no juegan muy bien, pero algunos son muy picantes, y cuando pierden se pudre todo.

Pero esto es otra cosa. Un campeonato callejero: lo auspicia una marca deportiva importante, es para pibes menores de 13 años y se supone que ninguno puede jugar ni haber jugado en equipos de AFA. Digo que se supone, porque varios que están afiliados se anotan, y si no revisan bien juegan y todo. Tiene mucha difusión, televisan algunos partidos (creo que lo dan en un canal de cable) y hasta se dice que corren apuestas en los partidos.

Vieron que no conté mucho acerca de mí. No me parece demasiado importante hacerles perder tiempo con mi vida. Me llamo Ramiro, tengo 11 años y soy villero. Nací acá y sé lo que es remarla, con mi vieja parando la olla y con seis hermanos. Voy a la escuela todos los días, mirando para todos lados: la gorra, los tranza, los chorros, la sociedad. Para todos soy un enemigo. No tenemos muchas satisfacciones: nos bombardean con cosas que no tenemos, no nos contienen. En la villa todo es complicado: salir, estar, viajar. Si llueve un poco hay barro, si llueve mucho se pierde todo. Las familias se desarman, la droga está en todas partes. Pero siempre queda algo.

A mí me queda el fútbol. Cuando me dan una pelota, nada de eso importa. Puedo estar jugando desde el mediodía hasta la noche, olvidado de todo. Mis mejores amigos son mis compañeros de equipo. El Lungo insistió en que nos anotáramos en el campeonato, y nos convenció a todos. Hasta algunos que son pibes bastante descarriados, pero muy buenos, se contagiaron y se vienen rescatando este mes para ganarlo. De premio tenemos pelotas, camisetas, y hasta plata. Así que nos anotamos. Y nos fue bien. Jugamos muchos partidos, y ganamos todos.

En semifinales nos cruzamos con un candidato de fierro: unos pibes de la 31, tienen dos bajitos que la rompen (se dice juegan en infantiles de San Lorenzo), y faltando diez minutos nos ganaban dos a uno. Además, nos había pasado de todo antes de jugar: el Lungo se había roto la rodilla y no pudo jugar, el padre de Jorgito había caído preso por homicido, y habían venido en moto el Rengo y Diego, dos chorros de veinte años que manejan parte de la villa, a avisarnos que teníamos que perder porque habían apostado mucha guita a favor del otro equipo. No dijimos nada, pero no nos achicamos: Jorgito jugó igual, con el padre preso, y con un gol suyo y otro mío, lo dimos vuelta.

Ahora estoy parado en la canchita de siempre, con el partido cero a cero y esperando en la mitad de la cancha alguna contra milagrosa, porque con uno menos nos defendemos como podemos contra estos pibes de Parque Patricios, que son como nosotros: rápidos, habilidosos y guapos. Pero quiero contarles (y acá viene lo importante, lo lindo, lo que justifica que les haya robado estos minutos, fíjense que en este equipo somos honestos, robamos nada más que minutos, ja) acerca de un momento particular: único, definitivo. Cuando uno vive pensando en una pelota, también sueña fútbol. Sueña goles. Y esta jugada que les voy a contar, la soñé casi toda. Por eso es importante, porque no haya nada más lindo que cumplir un sueño. Arranca, me parece, cuando Chaka recupera en defensa y tira el bochazo largo, de memoria. El dos de ellos, ese grandote que no me dejó tocar una en todo el partido, por primera vez se resbala y no llega a cortar. Pico rapidísimo, mientras un coloradito rival se tira a cortarme, pero lo dejó pagando con una gambeta corta. Otro me sale de frente: le tiro un caño y lo dejo humillado en el camino. Ahora sí, encaro mano a mano, y escucho alrededor un murmullo raro, diferente. El arquero sale a tapar y cubre bien el primer palo. Se me viene todo en un segundo, como siempre en estos casos: le puedo dar fuerte, a ver si pasa, o abrirme apenas y buscar la comba al segundo palo. No hago ninguna de las dos cosas: la zurda reacciona antes que mis pensamientos, y la pico por encima del arquero. Veo la bocha en el aire, la derrota en la cara del arquero, el desbande alrededor, la cara de desconcierto de unos cuantos. Escucho los gritos. No son los de siempre: son otros, nerviosos, extraños, se mezclan con la cumbia del fondo que no dejó de sonar nunca. Y, antes de que la bocha caiga justo atrás de la línea, antes de que explote el gol en las gargantas de toda la villa, oigo, clarito, el tiro. Tengo tiempo de girar, de verle la cara al Rengo, arriba de la moto y todavía apuntándome con el fierro. Mientras se van apagando las caras y las voces de los que me levantan la cabeza, me agarran y lloran, entiendo al fin porqué me parecían raros los gritos alrededor. Y mientras veo la cara de mi vieja bañada en llanto, de mis hermanos que parecen insultar al aire, pienso solamente una cosa: ojalá, si me toca perder en esta, aterrice en un lugar distinto. Que haya una cancha igual a esta, en una tarde así de perfecta, y se juegue un partido interminable, pero sin ningún hijo de puta que venga a estropearme el gol más lindo de mi vida.

Nicolás Monja


El antiequipo de la semana.

Arriba: Cigarrillo (Veneno adictivo, vicio peligroso, hijo de puta); Publico argentino (Veleta, reversibles); Edgardo Bauza (Entrenador de San Lorenzo, resistido, cara de Moai).

Abajo: Franz Beckenbauer (Ídolo del fútbol alemán, dador de Don Billetines a la FIFA, comprador de mundiales); Daniel “Cata” Díaz (Jugador de Boca, doble de Panthro, pollerudo); Michel Platini (Ex astro de Francia, coimero, freezado)

Selección
Esta semana nos enteramos que Johan Cruyff padece cáncer de pulmón. El astro holandés, tal como lo dijo en infinidades de veces, tenía dos vicios, el fútbol que le dio todo y el cigarrillo que casi se lo saca todo. Todos los que fuman o fumaban saben que es un vicio más difícil de sacar que el grondonismo de la AFA y que tiene consecuencias nefastas. A pesar que el autor material del “Futbol Total” dejó el cigarrillo hace más de 20 años, le sobrevino esta enfermedad de mierda. Todos o casi todos tenemos a algún pariente, amigo, conocido que han caído  en alguna enfermedad derivada del cigarrillo, y la verdad es que es una cagada. Lo único que nos queda es desearle lo mejor al maestro y que se recupere.

El domingo nos despertamos con una especie de virus que afecto a la mayoría de los argentinos: El veletismo. Con el enorme partido que hicieron Los Pumas frente a Irlanda y su pase a semifinales, todo el mundo se dio vuelta más rápido que Mónica López o Borocotó. De la velocidad generada por todos los veletas, Argentina podía abastecerse de energía eólica por lo menos hasta el 3050. Los Pumas pasaron de ser ese equipo pecho frio y adicto a las derrotas dignas a ser más festejada que la Argentina campeona mundial de 1986. En esta vorágine de hinchas reversibles también trajo la marea de los especialistas en Rugby, pero no solo a nivel público sino a nivel periodístico. Periodistas que aún no supieron entender bien la ley del off side sin empacho alguno se pusieron a analizar a Australia. El “yo siempre banque a Los Pumas” fue un hit más escuchado que Gangnam Style de Psy. No está mal que ahora banquen a Los Pumas.  Nosotros bancamos a todos los equipos representativos de Argentina, sean Los Pumas, la selección argentina de Ludo Matic o la de fútbol o la de tejido crochet. Lo que no bancamos es perder, como todos los argentinos. Siempre lo bancamos Pumas y si lo criticamos o jodimos era porque queríamos que mejoraran, tontuelos.

Edgardo Bauza perdió el tren del campeonato frente a Olimpo y le dijo adiós. El Patón estuvo con tanta cara de orto que casi se desgarra las comisuras. Y ahora se viene especulando con su renovación. Que renueva, que no renueva, que Tinelli lo quiere a Coudet, que se va a tomar un descanso a la Islas de Pascuas a ver a sus gemelos, etc. Lo puntual es que Bauza para seguir quiere más refuerzos que los marines al momento de invadir Irak. Sin embargo, más allá de ese punto muchos hinchas no lo bancan, si leyó bien: no lo bancan. El entrenador que gano la Libertadores y que termino con todas las cargadas de los hinchas de otros equipos respecto a ese ítem faltante, no tiene mucha banca por tener fama de defensivo, por incluir ciertos jugadores. Claro, también hay gente que lo apoya, pero por ahora el futuro de Bauza es más incierto que el peinado de Bastia. (NdeR: El día que Bastia se rape o se haga un implante, nos vamos a hacer una colonoscopia con todos estos chistes)

¿Se acuerdan cuando creíamos que los alemanes eran gente seria e impoluta? Medio que esa imagen se cayó cuando exploto lo del caso Siemens y los DNI. Pueden que sean serios, porque Franz Beckenbauer metió un soborno y ni siquiera sonrió. ¿Se acuerdan que nosotros dijimos algo en el antiequipo del 30 de mayo pasado? Acá está el link. No nos vamos a vanagloriar, pero tenemos buena memoria. Vamos a hacer un pequeño repaso. Blatter subió en el ’98. Lo primero que dijo es que quería organizar un mundial en tierras africanas. Como siempre, se postularon varias sedes: Sudáfrica, Alemania, Inglaterra, Brasil y Marruecos. Brasil se bajó y apoyo a Sudáfrica. En la primera ronda de votos quedo afuera Marruecos. En la siguiente Inglaterra. Quedaron entonces en la “final”, Alemania y Sudáfrica. ¿Hasta acá vamos, bien? En la votación gano Alemania 12 a 11. Todos esperaban que empatarán 12 a 12 y que Blatter a lo Julio Cobos desempatara. Pero no sucedió ¿Por qué? Porque Charles Dempsey de Nueva Zelanda misteriosamente se abstuvo de votar seguramente a cambio de una módica suma de dinero. El presidente del Comité de Organización del Mundial, era un tal Franz Beckenbauer, a quien hoy acusan de mandarle en un remis a don billetín para que lo convenza a Blatter y compañía. Se habla de 10 millones de dólares, que gentilmente le cedió don Franz a Sepp para que cargue la SUBE y con el vuelto se compre algunos palitos de la selva.

Gano Racing, expulsaron al Cata Díaz y su mujer lo recontra puteo al Pollo Vignolo “¿Cómo afecta esto a Boca? Diría don Niembro… y mal, porque Boca venia empatando un partido chivo y con la manito del orco con la camiseta numero 2 la balanza del resultado se inclinó para el lado de Racing. ¿Fue mano? Y sí ¿Era para roja? Es discutible —Parecemos Gustavo López por lo light de la respuesta—, eso ya depende de cómo lo juzgue el árbitro, acá le dejamos el reglamento FIFA. El tema es que los árbitros acá te cobran todos de forma diferente. Uno te expulsa, otro te amonesta y otro se hace el boludo. Pero la cosa es que rajaron al Cata Díaz, fue penal para Racing y a otro cosa. El doble de Panthro recibió críticas por todos lados. La frutilla del postre fue cuando su mujer lo recontra puteo al Pollo Vignolo por twitter. Luego el defensor le tuvo que pedir disculpas telefónicamente, pero el pollo fiel a su estilo dejo todo en manos de sus abogados. Pero qué lindo es volver a putearte Pollo querido.

En el freezer de la FIFA, al lado de la espinaca y los patys congelados está la candidatura a presidente de Michel Platini. La cueva de piratas denominada FIFA, suspendió al astro francés por ese vueltito de dos millones de francos suizos que cobró de Blatter por unos “trabajitos” en el 2002. Tanta es la controversia que genero Platini que la CONMEBOL, un antro de perdición y robo, también le quito el apoyo. Entre un pozo ciego y la FIFA, no hay mucha diferencia.

Suplentes.
Miguel Ángel Lemme (Chocador de ferraris juveniles)

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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