Arriba:
Mathieu Valbuena (Jugador francés del Olympique de Lyon;
petiso fiestero); Selección holandesa de fútbol (Eterna
cebollita, amante del buen futbol, arafue de la Euro 2018); Gerardo Martino (Entrenador de la Selección Argentina,
chocador de Ferraris compulsivo, incomprendido tácticamente).
Abajo:
Barras (Manga de violentos, sátrapas,
mercenarios); Periodismo (ExMartinistas,
AntiMartinistas, veletas, rosqueros, garcas); Djibril
Cissé (Jugador francés del… bueno está libre o retirado vaya uno a saber,
botonazo, fiestero).
Selección
Que los jugadores de futbol son una manga de partuzeros no es ninguna novedad,
tienen más fiestas encima que Papa Noel. Sin embargo cuando se destapa la olla
todos se muestran indignados como si los futbolistas fuesen monjes de clausura.
En este caso tenemos a dos jugadores franceses: Mathieu
Valbuena y Djibril Cissé ¿Qué paso?
Parece que Cissé junto con tres personas más quisieron chantajear a Valbuena
con un video erótico de alguna de esas fiestas en las que participaron con
otros jugadores del Olympique allá lejos y hace tiempo por el 2006/2008. El
temita fue que lo detuvieron por extorsión pero ya lo largaron. La cosa es que
ambos compartieron no solo vestuarios (y partuzas) en el Olympique, sino que también
jugaron juntos un mundial, el de 2010. Muy pocos códigos los del morocho. Entre
que uno es petiso y el otro agro, esto puede denominarse la guerra de las
chotas.
Holanda se quedó afuera de la Eurocopa del año
que viene. Si Martino chocó la Ferrari, entre Guus Hiddink y Danny Blind
hicieron mierda el Audi. Holanda que venía de un gran Mundial, donde quedo
tercero. Raro en Holanda que siempre fue animador en Mundiales y en este tipo
de competiciones que llegó a ganar en 1988. Al menos en esta competencia no va
a quedar segundo.
Hablando de
orgias, de selecciones que chocan Ferraris, fue una semana más dura que Charly
García en los ’90 para Gerardo Martino. Luego
del traspié ante Ecuador llegó el turno de jugar contra Paraguay y fue un
empate. Terminado del partido el Tata recibió más puteadas que Cavallo en el
2001, lo putearon por Facebook, Twitter, LinkedIn, Yahoo! respuestas, por Fax,
pager Motorola, por telégrafo… por todos los medios disponibles. El último
encuentro contra la selección guaraní fue en tierras chilenas y gano la albiceleste
por 6-1. Pero claro, estaba Messi, estaba Agüero, Rojo y el entrenador todavía no
había estrolado la Ferrari contra la cordillera. Fue un partido duro donde si
bien hubo un cambio de actitud que no alcanzaba ni para entrar a un casting de
Gran Hermano, se sumó un puntito que sirve para sumar y salvarse del último
puesto. Pastore estuvo más desaparecido que la voz de Stroker cuando era panelista
del Show del Fútbol. Tévez jugo bien cuando no le hacía caso al Tata, Di Maria
se pensó que era una maratón. Situaciones de gol que se iba a cualquier parte
menos al arco.
Los que sí estuvieron afilados y si fuesen delanteros ganaríamos
todos los partidos 6-0, son los periodistas deportivos.
Lo masacraron al Tata, algunos con justa causa otros no tanto. El mismo
periodismo gata flora que lo alababa a Martino cuando estaba en Newell’s, que
lo lleno de flores cuando arranco en el Barcelona, los mismos cagatintas que se
mojaron la bombacha cuando se le gano 6-1 a Paraguay por semis. Curiosamente el
mismo periodismo de vieja chismosa de feria que se tocaba y decía que el
Banfield de Almeyda jugaba realmente bien a pesar de que perdía casi siempre,
ese periodismo veleta hoy lo está descuartizando a Martino, cuando antes le hacía
un pete enorme. Esos periodistas que lo más cercano a un balón fue cuando se
metieron a un bar de Reconquista en un happy hour y pidieron un balón de
cerveza porque estaba barata. Parafraseando a Iorio: "Entonces sepan
ustedes los periodistas, los giles: La posesión, la posesión, gilo, gato, mulo,
Martino existe por ustedes soretes, no por nosotros, mulo, mulo, gato gil. Si
no saben ni hablar, brutos. Vayan a estudiar, hay que estudiar negro".
No hubo fútbol pero
los barras no descansan ni en fecha FIFA, ni en
navidad ni en año nuevo. En esta oportunidad, los cabezoides fueron los de Deportivo
Español, jugaba contra Fénix y celebraba 59 años de vida, empato el partido y
cuando los jugadores volvieran en micro hacia el estacionamiento del club para
buscar sus autos se encontraron con alrededor de 20 termos violentos que recagaron
a palos a varios jugadores y amenazaron que la próxima iba a ser tiro en la
rodilla. Unos chicos cariñosos. Pero no fue el único episodio, en Tucumán se suspendió
Bella Vista-Brown cuando a los locales le pinto la “loca” y se agarraron con el
cuerpo técnico y suplentes del visitante. Pasó Steven Seagal y dijo que es muy
violento el fútbol. Por suerte Luis
Segura salió a hablar de los barras, dijo que "los dirigentes sufren y
padecen a los barras bravas. El tema se puede resolver el día que nos sentemos
la seguridad, la política, la Justicia y los dirigentes", por ahora los
que estamos sentados somos todos nosotros, esperando a que esta manga de hijos
de puta hagan algo para frenar esta ola de violencia.