Slider[Style1]
Style2
Style3[OneLeft]
Style3[OneRight]
Style4
Style5
Milagro moderno.
Los recibí en mi piso, en Madison y la 37, allá por
Diciembre. Hacía un frío lacerante. Tardaron un rato en decidirse a pedírmelo
(un absurdo, dado que habían volado miles de kilómetros exclusivamente para
eso), hasta que al fin lo hicieron.
“Lo que necesitamos es irnos al descenso” se animó el Doctor
Gómez, primer candidato de “Pasión Rojiblanca”, sin que le temblara la voz. Su
compañero de fórmula, un tal Palatino, más joven e inexperto, empezó con las
excusas. “No es lo que parece. Nosotros amamos al Club, pero así no puede
seguir. Necesitamos un cambio de mando o desaparecemos, y el hincha sólo
descendiendo será capaz de…”
Lo corté en seco. “Eso no me interesa. Lo que quiero saber,
antes que nada, es cómo vinieron a parar acá.” La respuesta me debe haber
descompuesto la expresión. “Martínez es mi yerno, y me contó lo que hizo con
Defensores. Queremos algo parecido” me dijo Gómez. No hay caso. Por más que uno
se esfuerce por mantenerse en las sombras, por no trascender más que como “un
tipo que viene de parte de alguien”, el chusmerío criollo termina por
imponerse. La rabia me duró un par de segundos. No valía la pena hacerse
problema por algo inevitable. Además, con despachar a esos dos tipos el asunto
quedaba en el olvido nuevamente.
“Imposible”, les contesté, “Preséntense a elecciones si
quieren conducir el club. No sé a qué creen que me dedico, pero evidentemente
se equivocan”.
“Pero nos vinimos hasta acá, le contamos todo, nos expusimos
así...” empezó a protestar Palatino.
“No es problema mío” volví a interrumpirlo. “Además, y
perdoname que te lo diga: hablás mucho, pibe. Y decís muy poca cosa que valga
la pena”.
Palatino, ofendido, se levantó para irse. Gómez no. Tenía
una expresión abatida en el rostro. “Estoy quebrado”, se sinceró. “En pocos
meses me quedó sin nada. Las dos empresas, mis ahorros, y todo lo que tengo.
Junto a la cancha, el club tiene unos terrenos que dan a la calle, donde hay
algunas canchitas de tenis, un playón. A media hora de Buenos Aires, en un
lugar más o menos céntrico… en fin, valen mucho. Ya hablamos con una empresa
constructora. Quieren los terrenos. Le harían dos nuevas tribunas a la cancha,
de cemento. Bajarían plata para jugadores, nos acercarían nuevos socios… en
fin, nos permitirían refundarlo. Y a mí, me permitirían rehacer mi vida.
Todavía tengo tiempo. No mucho, unos meses. Pero necesito la presidencia. Y las
elecciones son en dos años… es preciso un milagro. Y me dijeron que usted los
hace”.
Lo escuché sin abrir la boca. Pregunté por preguntar, porque
sabía la respuesta: “¿Cómo va a pagarme, si está en la lona?” “Los pocos
ahorros en líquido que me quedan, son suyos por adelantado. Y ni bien consiga
la presidencia, aunque tarde en acordarse la venta de los terrenos, podemos
darle jugadores de inferiores. O la escritura de mi casa, llegado el caso…”
Riesgoso, poco rentable, sin garantías. El negocio no valía
la pena. Pero estaba un poco aburrido, y Gómez me había caído bien. Me
simpatizan los tipos que no se resignan al abismo. El hombre es un animal, y
tiene que pelear en la jungla con las herramientas que tenga, sin absurdos
reparos morales de filósofos forrados en plata. Además, yo también estuve
alguna vez quebrado. Lo había necesitado para tomar impulso. Y el tema del
pago, en fin, quizás pudiera arreglarse.
Les pedí un tiempito para pensarlo. En esos días, me dediqué
a hablar por teléfono. Hice las llamadas necesarias para decidirme.
A la semana les respondí. Iba a hacerlo.
Viajé a la Argentina en Febrero. Todo parecido: la humedad
insoportable, los vivos de siempre en Ezeiza, idéntica familiaridad en el
trato, buena comida, y las mismas facilidades para operar.
Lo primero fue analizar al equipo. Eran, casi todos, muy
malos. Venían medio flojos de promedio, y después de una primera rueda bastante
pobre. Con un poco de suerte iban a hacer mi laburo ellos. Pero no quise
arriesgarme con el 9: Juárez era (según Paco, al que llamé ni bien pisé Buenos
Aires) de los mejores delanteros de la categoría. Así que me junté con el pibe.
Le conté que era operador de varios clubes europeos (Antoniale, del Parma, me
debía algunos favores y ya había hecho los llamados pertinentes para allanarme
el camino). Le hice ver lo que valía. Le hablé de cifras, de casas, de
proyectos. El pibe entró como un caballo, y a la semana estaba presionando para
que lo vendieran. Después, obviamente, enfríe todo, pero dejando entrever que
el pase se caía esencialmente por la intransigencia de los dirigentes, que le
estaban cortando la carrera. Entre sanciones disciplinarias que lo dejaron
afuera un par de fechas, y la desmotivación lógica del pibe, terminó haciendo
menos de la mitad de los goles que en la primera rueda.
En AFA lo toqué a Jaimito, para tener de primera mano la
opinión de la calle Viamonte. No había escollos por ese lado: sin salvavidas de
ningún tipo, sin empresarios ni políticos que lo apadrinaran, el club no era
estratégico por ningún concepto.
A las diez fechas venían barranca abajo y habían rajado al
técnico. Juzgué que era momento, y organicé la reunión con los directivos. Me
presenté como operador de una empresa constructora, interesada en negociar
terrenos del club para construir propiedades. Hice una oferta lo bastante mala
como para ser rechazada, pero no lo bastante ridícula como para ser desestimada
tan fácilmente. El presidente, muy en su papel, se enojó bastante: que eso
nunca, que antes descendidos, que la pasión eterna (esto me divierte
especialmente: en el Gran Potrero Argentino se la pasan hablando de pasión, y
esto ya no tiene absolutamente nada que ver con esa palabra; de hecho, ya no sé
si alguna vez tuvo mucho que ver con eso). De todas formas, no todos se
mostraron tan decididos a rechazar el acuerdo. Los resultados mandan, y las
finanzas estaban tan mal como la del resto de los clubes. No se llegó a nada
concreto: justo lo que quería. No me estoy adjudicando mérito alguno; cuando no
sabés qué quiere el otro, es imposible negociar adecuadamente. Y esos tipos no
tenían idea de mis reales intenciones.
Días más tarde, llamé a Palatino y le indiqué los pasos a
seguir. No entendió mucho, pero obedeció. Vía redes sociales se filtró la
reunión, se armó el conventillo consecuente, y hasta el Doctor Gómez apareció
en algún medio denunciando que “la Comisión Directiva actual no sólo nos manda
al descenso, sino que además quieren rifar los terrenos por el pancho y la
coca”. Esto levantó más polvareda, y además puso en los diarios el nombre de
Gómez y su agrupación. Era difícil que los medios masivos le dieran manija a un
conflicto de una institución del Ascenso, pero le hice llegar algunos mangos a
Pagani (para mí, un ejemplo de construcción de imagen: lírico y “de barrio”,
cuando toda la vida fue corporativo, aceptó bajada de línea y arregló por
monedas). Así que hasta hubo menciones en programas deportivos muy vistos.
Después armé la interna en la barra. Me junté en una
parrilla con Jorge y Chingolito, dos delincuentes que habían sido desplazados
un par de años antes por los que ahora dominaban la hinchada. Les adelanté algo
de guita, los conminé a recuperar la tribuna con su gente, y los mandé a hablar
con el Jefe de la Brigada, puenteando al comisario. Para terminar de
enquilombar el asunto, les remarqué que atrás de toda la movida estaba Tomassi
(el vicepresidente del club). La reunión fue corta, puntual y definitoria: los
tipos sabían claramente lo que querían y no indagaron demasiado acerca de mi
persona. No me esperaba tan buenos resultados. Con los directivos había perdido
un montón de tiempo escuchando pavadas y dando vueltas sobre lo mismo.
No me quedé a ver el final. Buenos Aires me deprime
especialmente en invierno. Pasé unos días en el Caribe, y allí me llegaron las
noticias que había sembrado. Con el equipo descendido tres fechas antes, la
cancha inhabilitada por los sangrientos incidentes derivados de la interna en
la barra, e interminables acusaciones cruzadas en la Comisión Directiva, llegó
el hastío de los hinchas, que tomaron el club y fajaron a unos cuantos. Ante
semejante estado de cosas, se convocó a elecciones anticipadas, y los
integrantes de “Pasión Rojiblanca” pudieron asumir el mando sin escollo alguno,
con carta blanca para “refundar un club moderno y competitivo, recordando
nuestra inoxidable gloria pero sin añoranzas exageradas del pasado, a tono con
el siglo 21, etc.”.
También aproveché la playa para reflexionar un poco: durante
esos meses, no había llegado a disfrutar el trabajo. No con la adrenalina de
antaño. Evidentemente, era conveniente jubilarme. Comodidades no irían a
faltarme durante mi retiro.
Gómez y Rossi volvieron a visitarme en Octubre.
Entusiasmados, me aburrieron un rato con la actualidad del equipo (iba segundo
tras un arranque auspicioso, jugando muy bien) y por supuesto me comentaron lo
que ya sabía: que en Asamblea Extraordinaria, los socios habían aprobado (dada
la situación económica desesperante, y las ventajosas condiciones obtenidas por
la flamante Comisión Directiva) la venta de los terrenos aledaños a la cancha,
en los cuales había dos canchas de tenis, dos de fútbol cinco y un playón. A
cambio, los compradores construirían tribunas de cemento, aportarían mucho
dinero para contratar jugadores y cubrirían los costos de asociar por dos años
a todos los futuros propietarios de los departamentos a construir que quisieran
pertenecer al club. Me trajeron camisetas (no sé qué haré con ellas, de
ponérmelas ni hablar), y se deshacían en elogios. El Doctor Gómez fue al grano:
“Podemos irle pagando con algunos jugadores de inferiores.
Le traje la ficha de cinco proyectos que consideramos viables. Además, estamos
por conseguir los primeros adelantos por los terrenos, y con parte de eso…”
Me apiadé de los pobres tipos. Eran unos improvisados, pero
ya habían sufrido bastante. “No se preocupen”, les dije, “yo ya cobré mis honorarios.”
Me miraron como se contemplaría a un extraterrestre. Me causaban tanta gracia
sus expresiones que les conté mucho más de lo que necesitaba contarles. “En
Diciembre, cuando nos conocimos, no traían precisamente una oportunidad de
inversión sólida. Así que ubiqué a la empresa constructora interesada, no me
costó mucho. Parece que los terrenos que les vendieron valen un dineral… en
definitiva, ellos ya me pagaron. De paso, permítanme un consejo: inviertan
responsablemente. Hagan mejor uso de los recursos de la institución que sus
predecesores. Están de por medio los sentimientos y el esfuerzo de mucha gente;
ignorantes, manipulables, pero bien intencionados y generosos. Son miopes, que
no saben mirar más allá de un resultado deportivo. Pero el resultado es una
mera consecuencia; los partidos se definen en otro lado. Ahí juegan ustedes.
Háganlo bien.”
El asombro no desapareció de las caras. Al contrario. Gómez
se animó:
“¿Qué es usted? Vine a verlo desesperado, como se va a ver a
una bruja, sin terminar de creer que pudiera hacer algo para ayudarnos, menos
en tan poco tiempo. No hay caso, mi yerno tenía razón, usted hizo el milagro…
¿Cómo es posible? ¿Qué es usted?”
“Nada más que un articulador, doctor”, le contesté
amigablemente. “Alguien que tiene los contactos necesarios, y que concilia
intereses. Pero antes, mucho antes, fui un hincha, apasionado como cualquier
otro. Sólo así se entiende lo que está en juego.”
Al retirarse, entre más efusivos agradecimientos, me
invitaron a ver un partido cuando quisiera viajar a Buenos Aires. “No gracias,
muchachos”, les contesté. “Lo mío son los negocios. El fútbol, la verdad, hace
rato no me interesa.”
Nicolas Monja
El antiequipo de la semana
![]() |
Click sobre la imagen para agrandar. |
Arriba: Alejandro Sabella (Subcampeón mundial, lento,
aburrido, tipo de barrio, demoron); Diego Armando
Maradona (Ex entrenador de la selección argentina, criticón); Gustavo Gómez (Jugador de Lanús, goleador en contra, desafortunado);
Víctor Ayala (Jugador de Lanús, defensor
amateur, goleador en contra); Ezequiel Lavezzi (Jugador
de la selección argentina, sex symbol, jodón); Vicky
Xipolitakis (Descerebrada, plastificada, proyecto de botinera)
Abajo: Juan Román Riquelme (Jugador de Argentinos Juniors,
abandono a Ledesma, buen hijo, buen hermano); Carlos
Bianchi (Entrenador de Boca, ex segundo padre de Riquelme, dormido); Cacho Riquelme (Padre, buen padre, quilombero); Periodismo (Fabuladores compulsivos, vendehúmos); Teo Gutiérrez (Jugador de River, futuro ex jugador de
River, quilombero, hinchapelota)
Todo indicaba que Alejandro Sabella iba
a confirmar su continuidad o su salida el pasado día miércoles, sin embargo “Pachorra”
le hizo honor a su apodo dijo que se iba
a tomar algunos días más para seguir pensando su decisión final. Si don
Alejandro demora en pensar si sigue o no como lo que tarda en para meter un
cambio, la decisión estaría unos minutos antes de la fiesta inaugural de Rusia
2018. Encima hay alguien que estará dispuesto a ser el próximo entrenador y que
ya comenzó con la operación para ello ¿Diego Simeone? ¿Gerardo Martino? No,
Humberto Grondona y que ese te quiera serruchar el piso es grave, porque puede
terminar de DT, si total, todo queda en familia. En definitiva, Sabella no dijo
que si ni que no, pero el periodismo ya está buscándole reemplazante porque en
esto del lobby desmedido hay que ser rápido. El periodismo
tiro nombres como para armar una lista sábana y votarla en las próximas elecciones,
si Sabella llega a decir que sigue, no se sabe si pagarían por el lobby hecho,
pero al menos lo intentaron.
Además Sabella en la semana tuvo una feroz crítica por parte
de Diego Armando Maradona, quien también le dio
a Juan Román Riquelme. El coequiper de Víctor Hugo en “De Zurda”, dejó atrás su
faceta moderada y critico el “tocuen” de Sabella. Diego le dio a Sabella más
fuerte que Neuer a Higuaín y no solo lo tildo de defensivo, sino que dijo que
Messi en el mundial 2010 jugo “cinco
veces mejor” que en el último mundial. Además propuso a Menotti como reemplazo
de “Pachorra”. Entre que Maradona demora
décadas en redondear una frase y Sabella una eternidad en responder algo, esta
pelea podría llegar a terminar en el 2025. Por suerte el Diego luego se reencontró
con la pelota en un partidito jugado, ahí en la cancha es donde mejor habla y
en donde a todos le gusta lo que dice con sus pies.
Lanús y Atlético Mineiro protagonizaron un partidazo por la
vuelta de la final de la recopa sudamericana. En un partido para el infarto, el
conjunto Granate logro poner el 3-2 casi, casi en el último segundo del tiempo
normal. El arbitraje fue parejo, porque el árbitro se equivocó todo el tiempo,
para un lado o para el otro. Sin embargo Lanús lo empato globalmente —en Buenos
Aires gano el Mineiro y recordemos que en finales el gol de visitante no corre—
y forzó el alargue. Parecía que la proeza se realizaba hasta que Gustavo Gómez en una acción desafortunada y en
complicidad con el arquero Marchesin la mando en contra de su propio arco. Bue,
cosa del destino, que se le va a hacer, un error lo tiene cualquiera. Pero iba
a llegar otro gol de Lanús… pero en contra, esta vez Víctor
Ayala, en una jugada digna de un “defensor amateur” la mando de cabeza
adentro de la red. Gracias a esos dos goles, los brasileros del Mineiro
pudieron festejar algo no ganado por Alemania después del mundial, mientras
agitaban banderas brasileras con los colores teutones.
Ya finalizo el furor mundial y con ello las hormonas
femeninas bajaron por el “Pocho” Lavezzi. Sin
embargo ahora el jugador del Paris SG sale en revistas del corazón porque lo vinculan
con Vicky Xipolitakis, por dichos de la palangana
plástica con patas. Por tal motivo Lavezzi dijo que le iba a iniciarle acciones
legales. Lejos de desmentir los rumores o de irse al maso, la ¿Vedette? Dijo que
“Ahora si se pudrió todo, ya hablé con Morla, mi abogado. Le hago juicio a
Lavezzi y voy hasta las últimas consecuencias“. Ahora solo falta que el “pocho”
apriete el pomo, largue un chorrito de agua como para descomprimir la cosa,
porque es jodido meterse con el sindicato del plástico. Además la señorita
oriunda de Lanús como para seguir cartoneando cámara, dijo que fue la novia de
Gago y que este le dio su número a Lavezzi. Darle a la Xipolitakis debe ser
como darle a un Yummy gelatin gigante. En cualquier momento la Xipolitakis para
robar algo de cámara va a decir que “estuvo” hasta con el papa Francisco.
Con la partida de Juan Román
Riquelme a Argentinos Juniors parecía que la novela con Boca llegaba a
su fin, pero no sucedió porque faltaba un último capítulo. En su presentación
en Argentinos Juniors, los periodistas obviamente
le preguntaron por Carlos Bianchi, por Boca, y por abandonar y dejar huérfano a
Ledesma en Boca. Riquelme era (y lo es históricamente) una figura emblemática de
Boca, sin embargo la presentación era de Argentinos Juniors y algunos
periodistas no solo le preguntaron por Bianchi, sino que también le avisaron a Riquelme
que Boca había hecho un gol, siendo algo desubicado en plena fiesta de Argentinos
Juniors. A pesar de todos estos “condimentos indigestos” del periodismo, la
respuesta de Riquelme fue: "De Bianchi no voy a opinar. El mejor técnico
del país está acá, al lado mío. Y es Borghi". Frase que fue explotada a
niveles insospechados de humo ¿Qué quiso decir Riquelme con eso? Algunas
opciones son estas:
A) Por respeto a Borghi y a Argentinos, Riquelme decía que
el mejor era Borghi. Punto final.
B) Que Bianchi era un forro, un mal tipo, que no había gargajeado en la cara a
Angelici para que él siga en Boca.
La opción A parece la más viable pero el periodismo exploto
con la B. Se habló hasta de una pela, lo fueron a buscar a Bianchi para que
hable del tema, el Virrey los sacó cagando más rápido que el “Chiqui” Pérez
encarando a la bandeja de los postres. La cosa es que se habló en todos lados y
hasta “Cacho” Riquelme salió a hablar en el Show
del Futbol —Otrora #ElProgramaDeFantino— y lejos de apaciguar la cosa intento
apagar el incendio con 200 litros de nafta y alcohol de quemar al sostener que:
“Bianchi no había hecho nada para mantener a Riquelme en Boca”. Tuvo que salir
hasta Angelici a decir que el Virrey le había pedido en varias oportunidades
retener a JRR10. Bianchi lejos de sumarse a los dimes y diretes, dijo que Riquelme
es irremplazable. A esta novela solo le fato Vicky Xipolitakis diciendo que
tuvo un trio con Riquelme y Bianchi.
Otra vez Teo Gutiérrez tiene
un paradero desconocido e incierto. El colombiano debía aparecer en la mañana
del 24 de Julio en River pero se pensó que D’Onofrio era el presidente que tuvo
River entre 1997-2001 y lo dejo pintado
(perdón, perdón, perdón). Luego del desplante, Teo hablo y dijo que su
intención es continuar en River y que hoy se presentaría a entrenar. La cosa no
cayó muy bien en el cuerpo técnico y Gallardo exigió más respeto”. Otra novela
que recién empieza y en la que esperemos no aparezca Vicky Xipolitakis diciendo
que le lustro la pistola a Teo.
Una vieja moda que vuelve: Las triangulaciones. Algunos Tips para comprender el tema
Un buen día
volvió a instalarse el tema de las triangulaciones. Tema que exploto allá lejos
y hace tiempo y fue explicado por Fantino cuando conducia “El Show del Fútbol”
en el 2012 con un hilarante cuadro hecho en base a fibrones, de ahí la imagen
que ilustra esta nota. El caso resonante fue el de Bottinelli. Esta vez el tema
volvió en forma de Rulli. El arquero de Estudiantes paso a la Real Sociedad,
pero antes su pase hizo una “escala técnica” en Uruguay. He aquí una breve
explicación de las triangulaciones y algunos tips para entenderla.
¿Qué poronga es esto de las triangulaciones?
Los clubes/grupos
empresarios/representantes/garcas generalmente utilizan este tipo de huecos
legales para pagar menos impuestos o para “tirar abajo” el monto total de la
operación por la que se llevó a cabo el traspaso. La AFIP sospecha en estos
casos que hay “Opacidad Fiscal”.
¿Qué es la opacidad fiscal?
Son los
paraísos fiscales, debe llamarse así porque tratan de Opa al fisco (argentino o
de otras latitudes). Bue, en realidad es Opacidad porque no se puede distinguir
un carajo impositivamente, vayamos a un ejemplo gráfico:
Va un
narcotraficante/ un político que se llevó del país hasta el agua de los
floreros/ vendedor de armas/ don Julio a depositar 8 mil millones de dólares a
las Islas Cayman, el cajero del banco le dice “Déjelos por ahí, bro”. Cero
preguntas, pura discreción.
Ahora
imaginemos la misma situación pero en vez de un narcotraficante o un político que
se llevó del país hasta el agua de los floreros o un vendedor de armas o don
Julio, imaginemos a un laburante que acaba de gastar más de $2.000 en un
supermercado de acá. “Señor, se pasó de los mil pesos en la compra, debemos
informarle a la AFIP para que usted declare de dónde saca la plata para comprar
leche en polvo, usted anda en algo raro”.
El tema
radica en la información, cuando se hacen transacciones de club a club en la
Argentina, siempre que la plata, la biyuya, la mosca supere un determinado
monto, se deberá informar para que obviamente se pague un correspondiente
impuesto.
Ahora sí,
llegamos al momento de la “triangulación”. Vamos a poner un ejemplo, para ello
vamos a modificar el nombre del jugador asi no genera suspicacias. Llamaremos a
nuestro jugador involucrado “Yonathan Votineli”.
Supongamos
que Yonathan Votinelli se vendió en la Argentina a 100 pesos. De esos $100,
seguramente $20 van para el representante, $25 para el intermediario, etc.
Obviamente que el representante, el intermediario y todos los buitres que
cobraron algo, van a tributar ganancias, entre otros impuestos.
En cambio,
si viene desde la Unión San Felipe de Chile o de Deportivo Maldonado, podemos
decir que, el pase de Botinelli… perdón, Votinelli, nos salio $3, cuando en
realidad salio $100. Las cometas van a estar mejor pagas y lo mejor es que no
hay que pagar impuestos sobre eso, porque no está declarado. La diferencia va
repartida y se deposita en paraísos fiscales. Al Club que oficio de “segunda
punta” en este triángulo le tiran un billete y todos contentos.
¿Por qué volvió a salir a flote este tema?
Porque Gerónimo
Rulli, arquero de Estudiantes de La Plata, paso a la Real Sociedad, pero en la
Real Sociedad figura como que vino de Deportivo Maldonado.
¿Por qué siempre sale algún caso como este?
Porque los
representantes o intermediarios además de ser ávidos de dinero son medio
pajerones. Rulli (ahora), Bottinelli (antes) son jugadores dentro de todo
conocidos. Nótese que esto de querer currar sucedió hasta con Neymar.
¿Qué deberían hacer los representantes y/o intermediarios?
Deberían no mentir, pero si quieren seguir currando con evadir y/o eludir deberían
ser más despiertos (si, más aún) y poner a triangular jugadores pocos
conocidos. Que Rulli de reciente temporada en Estudiantes haya ido de Maldonado
a la Real Sociedad despierta la sospecha hasta de Fernando De La Rúa. Son unos
pelotudos barbaros o se sienten con demasiada impunidad.
¿La AFA esta haciendo algo al respecto?
Si, se está ocupando del tema pero últimamente no tuvo mucho tiempo porque están
todos sus miembros ocupados tratando de poner a Humberto Grondona como DT de la
selección mayor sin que prendan fuego el edificio de la calle Viamonte.
¿Podria haber clubes sancionados?
Si, quita
de puntos a Chacarita, Nueva Chicago y Almirante Brown. Algunas butacas
clausuradas en la Bombonera y la inhabilitación para hacer ese chiste quemadísimo.
¿Quién está metido en el tema de las triangulaciones?
En su
momento uno de ellos era Vicente Celio, ex presidente de Chacarita. No contento
con mandar a Chaca a la primera B metro, ahora se dedica a garcar a clubes
uruguayos y al fisco. “Yo me fui de Chacarita y al tiempo fui convocado para
manejar la parte deportiva de Sud America (club uruguayo)”. Si claro, en
Chacarita también te convocaron para que te lleves todo el patrimonio del club.
Encima de garca, cómico. Raúl Delgado, ex secretario de medios de Carlos Menem
es la “pata” en Unión San Felipe de Chile. Un lindo grupo de gente, bah.
¿Los jugadores saben del tema?
Algunos jugadores no deben saberlo y otros jugadores se hacen mas los boludos
que Grondona con el tema de la reventa de entradas en el Mundial.
Me gusta lo
que hizo la AFIP ¿Me van a tildar de Kirchnerista?
Seguramente.
Me parece que la AFIP debería hacer más controles en el tema, estos no son suficientes ¿Me van a tildar de opositor?
Seguramente.
Bien. ¿Cuándo van a investigar a Grondona?
Este… eh…
mmm… este… Nunca.
¿Grondona que dijo a todo esto?
Según el
mismo Grondona, se puso contento, claro ¡Como no se va a poner contento si no
lo investigan a él!
¿Ya salió Cherquis Bialo a decir incoherencias?
Ni bien encuentre las llaves del sotano de la AFA y logre salir de donde esta cautivo don Ernesto, seguramente dirá alguna barrabasada por el estilo.Las mejores frases de Niembro del San Lorenzo 5 - Bolivar 0
Agradecemos de corazón la siempre excelente predisposición de Juan Augusto Erman (@JJJuanErman) para colaborar con las frases que sin él no hubiese dio posible.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
¿De qué te ponés contento?
Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...

Lo más leído
-
Para Diego Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una persona de bien debe comportarse según ciertas norma...
-
Te conté la del Gordo Luis cuando hizo de Papá Noel? Es mundial la del Gordo Luis cuando hizo de Papá Noel. Casi se convierte en otra vícti...
-
Decime vos para qué cuernos te hice semejante promesa. Se ve que me agarraste con la defensa baja y te dije que sí sin pensarlo. Pero esta ...
-
Plebster estaba mirando por la ventanilla frontal de la nave el paso oscilante de los meteoritos. Como todos los dermolinfomas del planeta...
-
Uno abre la puerta y sale a la calle con un infierno escarbándole las entrañas. Afuera, la siesta del domingo transcurre silenciosa y quiet...
-
Pedrito se apiol ó tarde de c ó mo ven í a la mano. Porque é l pod í a haber sido un í dolo, un í dolo popular, desde mucho tiempo antes. ...
-
El que tiró la primera piedra fue Ricardo, apenas después de haberse ido el tipo. —Che… ¿quién es este coso? —No sé —contestó el Zo...