Primer puesto. Ariel Holan (Posesivo compulsivo del balón, entrenador
de Independiente, Guardiolieber, dronista).
Segundo puesto. Diego Aguirre (Entrenador de San Lorenzo, casi echado
a patadas, sobreviviente, puteado).
Tercer puesto. Lucas Alario (Delantero de River, goleador).
Selección.
Siempre al terminar un partido de un equipo dirigido por Ariel Holan, nos hacíamos tres preguntas: ¿Jugó bien
el equipo? ¿Mereció ganar? ¿Ganó? Generalmente las respuestas eran: Si, si y
no. Le pasó en Defensa y Justicia y en los primeros partidos con el rojo, hoy
por hoy las tres preguntas tienen las mismas respuestas: Si. Independiente
sigue invicto en partidos oficiales en este 2017, y no solo eso, afuera te
liquida. En esta fecha lo aplastó a Newell’s que era el único escolta de Boca
(lo sigue siendo), sabe a lo que juega y algo medio vergonzoso para los amantes
del tiki tiki: la defensa anda de maravillas.
Todo indicaba que a Diego Aguirre le iba a pegar un voleo en el medio de
las cachas. San Lorenzo no hacia pie, quedaba lejos del Torneo y casi afuera en
la Copa, capaz que Aguirre se estaba rascando el higo aprovechando que todos
hablaban de Tinelli y no del rendimiento del equipo. La cosa es que Tinelli se
fue, Aguirre metió mano y San Lorenzo ya ganó cuatro partidos al hilo. Dos por
copa y dos por el torneo. Cuando sacó
del equipo a Torrico, casi lo sepultan en puteadas, ni hablar por no poner ni
medio segundo a Romagnoli. Pero el
uruguayo capeo el temporal y por ahora parece que enderezó el rumbo del Ciclón,
que ya vuelve a pelear en todos los frentes.
De 38 goles que hizo
River, 25 son de Lucas Alario (11) y Sebastián
Driussi (14). El goleador proveniente de Colón siempre está, en la
Libertadores, en el torneo local en todos lados. La mete más seguido que el
pelado de Brazzers en cualquier video.
Realmente imparable, tiene más futuro que internet.
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