Ale Apoesia (*)
Danzarines al viento volando hacia el cielo salen despedidos Troglio y Vivas. Vacía
la cosecha de puntos en la canasta de la fecha siete para ellos. La diosa
fortuna los dejó de lado y sus presidentes también. Vuelve gruñendo Falcioni, buscando
quizás espantar la mala campaña del taladro y darle vuelo, vuelo como el que
tuvo el interinato de Vivas, nene. Troglio tuitea, los dirigente tuitean, los
hinchas los putean. Ay los dirigentes errando cual Higuaines y Palacios en los
mundiales. Alejaos del pájaro azul de 140 caracteres infernales. Alejaos. Se ha
ido la siete, de la gran siete para estos dos equipos. Y para otros tantos también.
Lanús ha tropezado en Avellaneda, en la luna de Avellaneda con un Milito
enorme, enorme como el sanguche de milanesa que me voy a clavar en un ratito,
tengo hambre, nene. Y River perdió, y Boca gano, y Caruso rio, todo fue una
gran confusión. Confusión que también se apodero de Central, que perdió contra
Patronato. Pero sigue volando en lo alto de la cima cual Garcé fumando yerba
mate. Y así se nos fue le fecha, la gran siete.
Dolor de ojos.
Partido ideal para los oftalmólogos. Fluyen como manantiales las lágrimas de
los espectadores frente a tamaña tortura visual. Ay cuantos litros de lágrimas
artificiales necesitaremos para calmar la sequedad de nuestros ojos. Dolor,
mucho dolor en el verde césped en donde hicieron llorar a la pelota quien no
necesito de lágrimas artificiales.
Danzante el tiburón
quería mordisquear la defensa del decano que buscaba vengar su caída en la
anterior fecha. Y allí el tiburón blandió sus mandíbulas en las blancas carnes
del arco de Lucchetti y puso el uno a cero. La marca de los colmillos en el
marcador la realizó Sebastián Penco cuando el entretiempo le hacia el amor al
primer tiempo, y el descanso se fue un cigarro de 15 minutos. Un partido
peleado cual Caruso Lombardi y Cocco, el Cocco, tengo miedo nene. Pero el
Decano insistió, insistió cual Segura para postergar las elecciones y así llegó
al empate: Cristian Menéndez a los 45 minutos, cuando el segundo tiempo acababa
y fue Menéndez quien hizo el orgasmo de gol para la gente de Tucumán.
Primeros tres
puntos de los mellizos en el banco de Boca. Partido duro cual patada humilde de
Tevez sobre la humanidad de Ham. Unión con sus bravos guerreros en el verde césped
irrumpieron para darle un tropezón a la primera alegría de los Mellizos en la
Bombonera. Vilouta confundiéndose cual Jota erre le dio un condimento a la
transmisión. Fue en el segundo tiempo, en el epilogo, en la secuela del partido
en donde Gamba puso el 1-0 y los corazones xeneizes de paraban cual anciano
tomando viagra esperando una noche de lujuria y placer. Pero los guerreros de
Boca no pararon y fueron arriba y así vino el empate: Nicolás Lodeiro puso el
1-1 para algarabía de los mellizos en el verde césped bombonereño. Cuando el
silbatazo final le soplaba la nuca al partido apareció el Apache, el jugador
del pueblo para estampar el 2-1 y dejar sin nada a Madelon y compañía, nene.
Interzonal
Danzarines al
viento revolotean las puteadas de Raimundi sobre los tibios jugadores del lobo,
su tibieza fue un antónimo a lo sentido por los dirigentes y jugadores en los
palcos. Surcan el aire los puñetazos y los golpes en el palco. Pero en el verde
césped va ganando Estudiantes. La Gata Fernández ya ha marcado ante una defensa
más desprolija que la salida de Troglio del conjunto del Bosque. Pero vino el
segundo, la segunda estocada al corazón del lobo, Auzqui aprovecho un rebote,
un rebote de esos de boliche: doloroso, artero que dio el Beto Bologna y era el
dos a cero. El tercero llego de penal y el pincharrata de la Gata lo pincho y
fue gol, fue el tercero para el León que se comió al Lobo, un Lobo al que
vienen fagocitando los dirigente también.
(*) No tengas miedo nene, cualquier similitud con un personaje de similares características es coincidencia.
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