Primer puesto: Lucas Alario (Jugador de River, Destapado,
goleador)
Segundo
puesto: Edgardo Bauza (Entrenador de San Lorenzo, suertudo)
Tercer puesto: Eduardo Coudet (Entrenador
de Rosario Central, Desequilibrado festivo)
Volvió a ganar River y mucho tuvo que ver Lucas Alario, el ex
jugador de Colón se mandó un partidazo. El jugador que vino con el perfil más
bajo que la estatura de Nelson De La Rosa.
Calladito como Stroker en la mesa de Fantino, se fue metiendo en el
hincha de River con goles. Aquel golazo frente a Guaraní. En la Final contra
Tigres y ahora este hattrick. Vino sin pergaminos y está pagando con goles.
Otra apuesta de Gallardo que sale bien, ojala nos invite al casino alguna vez.
El culo que tuvo Edgardo Bauza fue mucho
más grande que su mandíbula. San Lorenzo sin jugar bien se llevó un triunfazo
de la Bombonera. Claro, fue mediante un regalo de Bentancur pero así y todo el Patón volvió a treparse a
la punta del campeonato y le prende velas al muñeco Gallardo para que le dé una
manito.
Más allá de cualquier termismo que puede producir Eduardo Coudet. Es el
entrenador que todo hincha quisiera tener. Es hincha de su club, cuando gana
festeja como demente, cuando pierde se calienta y por sobre todas las cosas:
gana. Salvo contadas excepciones, en el fútbol argentino hay muy pocos técnicos-hinchas.
La cosa es que Central está dándole pelea a San Lorenzo y Boca. Está a cinco
puntos de San Lorenzo pero… ¿Quién le quita la ilusión a Coudet?
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