Primer Puesto:
Matías Almeyda (Entrenador de Banfield, Guardiolieber, Cultor del tiki tiki,
obsesivo “pasesivo”).
Segundo Puesto: Diego
Buonanotte (Jugador de Quilmes, Enano, goleador, pedidor de disculpas)
Tercer Puesto:
Gustavo Alfaro (Entrenador de Tigre, agredido, cabeza dura)
Selección.
Volvió la ya clásica
sección lanzada en el 2014, donde premiamos a los mejores tres de las fecha, suplemento
en el cual los ganadores son elegidos arbitrariamente, sin sustento alguno y en
algunos casos de forma completamente mala leche. Volvió para que vean que no somos
tan hijos de puta eligiendo solo lo peor con el antiequipo y además porque no
se nos cae una idea hace rato…
El primer puesto
es para Matías Almeyda. Del antiequipo de la semana pasada directamente a este
podio. Banfield goleo a Atlético Rafaela con las armas que viene pregonando
desde hace rato el ex entrenador de
River Plate: Posesión, ataque y por sobre todas las cosas: pases en tres
cuartos de cancha que irritan desde al rival al más hincha de Banfield. Repasemos:
Contra Temperley, el taladro lo había tenido en un arco con un 73% de posesión
de pelota —hoy parece que es más importante esto que el resultado final—, pero perdió
en la última jugada. Ahora con el mismo planteo ofensivo, pero con un sutil
cambio en el fondo, goleo a la Crema. El “Pe(p)lado” Almeyda sacó a relucir que
se puede gustar y golear con su sistema de juego ¿La figura de Banfield? La
defensa de Atlético Rafaela que dejo entrar más gente a su área que la fiscal
Fein al departamento de Nisman. Ah, la posesión de la pelota la tuvo más la
Crema, seguramente el 4-1 paso a un segundo plano y Almeyda estará cagando a
pedos a todos sus jugadores.
Volvió al Monumental
pero del lado de enfrente, Diego Buonanotte, refuerzo del Quilmes de Julio
Cesar Falcioni fue pieza clave en la dura parada que tuvo el equipo cervecero
en Núñez/Belgrano. El enano se movió más que una selfie de Michael Fox y fue un
dolor de cabeza para una defensa de River que no arranco bien el año. Diego
puso el empate en un jugadón que el mismo terminó al mandar al fondo de la red.
A Barovero ya se le había ido el efecto del viagra y quedo impotente ante el
disparo del 10 de Quilmes. Bien por él que dijo que no la está pasando bien anímicamente.
Gustavo Alfaro no
la pasó bien en su regreso a Rosario, nunca le perdonaron la poca cantidad de
puntos que saco en aquella temporada en la que Central se fue al descenso. Al
otrora entrenador multicampeón con Arsenal, le tiraron un objeto por la cabeza,
según dijeron, un encendedor. El cual impacto en la cabeza de Alfaro ¿Por eso
esta acá en un podio? No señor, esta acá porque el mismo pidió que se siguiera
jugando, otro entrenador pedía suspenderlo, quita de puntos al canalla y se iba
a llorar a los programas del mediodía más que Soraya la de Maria la del Barrio.
A pesar de todo Alfaro pidió seguir, un verdadero cabeza dura.
No hay comentarios.: