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Brindisi estaba hablando con el programa de radio de independiente "infierno rojo" (del sitio infiernorojo.com) y sufrio un asalto. Sucedió en el barrio de Palermo mientras paro a un costado para poder dar la entrevista por teléfono  estaba con quien se desempeñara como ayudante de campo, Carlos Squeo, en el momento que daba la nota aparecieron dos ladrones, le golpearon el vidrio y Brindisi le tuvo que entregar el reloj y la billetera. Hoy lo afanan dos cacos, mañana Loustau o Maglio. La mala suerte que esta teniendo el rojo es peor que la de Charles Ingalls en épocas de cosecha.

 

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