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La FIFA niega que llevar el partido entre Brasil y Argentina fuera de Sudamérica es por dinero, pero advierte: “Si no se juega el encuentro, les sacaremos a Neymar y Messi, lo enjaularemos y lo llevaremos por todo el mundo haciendo jueguitos, cobrando un dólar la entrada”.

Afiche. Ya lo tendría la FIFA. 
Sigue dando lugar a polémicas el encuentro que se suspendió por cuestiones de la ANVISA entre Brasil y Argentina por las eliminatorias. Muchos daban por descontado que los puntos iban a quedar para la Argentina, sin embargo, el máximo organismo solo sancionó económicamente a ambos equipos, y suspendió al Dibu Martínez, Cuti Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía, además del traslado de la localia. “Sería muy obvio trasladar el partido al Bernabeu, así que decidimos que, por unanimidad, y por los petrodólares, mandar el partido a Qatar”, admite un dirigente de la FIFA. Recordamos que a los jugadores argentinos los suspenden por omitir que vinieron de la Premier League, cuando en ese momento estaba vedado.

“Esta es una sanción ejemplificadora, con esta medida damos a entender que no hay que descuidarse ni un minuto porque nos quedamos con toda la tarasca y más”, deslizan desde la FIFA. “Ya sabemos que el  Dibu Martínez, Cuti Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía venían de Inglaterra. Pero si estos son boludos y no tildaron el país se jode. Después vino la ANVISA y nmos la dejo servida ‘clinck caja’, nos cerró por todos lados”, se babosea un dirigente. “Pero igualmente esto no lo hacemos por plata, pero si tanto Argentina como Brasil apelan, les sacaremos a Neymar y Messi, lo enjaularemos y lo llevaremos por todo el mundo haciendo jueguitos cobrando un dólar la entrada”, se enoja un asesor de Gianni. Por lo pronto, la CONMEBOL aun no opino al respecto, pero deslizaron que “si la FIFA les tira unos mangos, todo bien”.

"Apuntes del fútbol en Flores" de Alejandro Dolina.

En un partido de fútbol caben infinidad de novelescos episodios.
Allí reconocemos la fuerza, la velocidad y la destreza del deportista. Pero también el engaño astuto del que amaga una conducta para decidirse por otra. Las sutiles intrigas que preceden al contragolpe. La nobleza y el coraje del que cincha sin renuncios. La lealtad del que socorre a un compañero en dificultades. La traición del que lo abandona. La avaricia de los que no sueltan la pelota. Y en cada jugada, la hidalguía, la soberbia, la inteligencia, la cobardía, la estupidez, la injusticia, la suerte, la burla, la risa o el llanto.

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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