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Roberto Tosca, marcador de punta.

Roberto acomodó la pelota en el punto penal. Pisoteo y amasó una mata de pasto. Había pedido patear el penal él. Nunca en su vida pateó uno y ya iba por los 34 años de edad. Justo en frente estaba Deportivo Trinchera, el club que lo vio nacer futbolísticamente y donde estuvo casi toda su vida. Pero ahora estaba en la otra vereda, en el clásico rival y quería hacerles sentir que se habían equivocado en dejarlo ir. O hacerlos sentir algo, al menos.

Roberto Tosca, marcador de punta, debutó en Deportivo Trinchera 15 años atrás. Jugó en todas las categorías inferiores. Su sueño era ser el ídolo del club y retirarse ahí. Con la 4 en la espalda estuvo 10 años por el lateral derecho. Años completamente ignotos. Roberto no era el mejor, tampoco era bueno. Era uno más. Pero estuvo 375 partidos ininterrumpidos. Todos al hilo. Nunca una lesión o una expulsión. Una carrera limpita por donde se la mire. Pero nunca fue ídolo; era uno más. Ni siquiera llegó a ser capitán. Cuando el Negro Manrique se retiró, Tosca pensó que la cinta iba a ir parar a su escuálido brazo. Pero no: fue a dar al griego Silis. Ni siquiera le dieron la cinta cuando este se rompió. Siempre fue uno más. Nunca un reconocimiento. Pero así tampoco nunca recibió una puteada. Ni de propios ni de rivales. Pasaba desapercibido. O no era puteable. Porque existen esos jugadores que son puteables. Esos a los que lo putean hasta el cura párroco del pueblo. Y eso que, como todos los jugadores del fondo, alguna que otra macana se mandó.

Ahora mira al arquero. Se pone los brazos en jarra y suspira. Piensa en cómo va a patear. Si la pone suave contra un palo o fuerte al medio. Le da un poco de miedo. Pero recapacita. Si la mete, al menos van a gritar el gol. Su gol. Algunos van a putearlo seguro. Por fin, suspiró. Estaba un poco nervioso, como aquel día en el que iba a disputar su primer clásico contra Barrancas, club que defiende ahora.

La vida profesional de Roberto fue sin sobresaltos. Ni siquiera en los clásicos se le iba la patita. Menos que menos hacía una demás, como irse demasiado al ataque o pegarle desde afuera. Jamás. En los clásicos se cuidaba más que nunca. Solía decir que, si uno fallaba en un partido así, era recordado de por vida. Lo marcaban para siempre. Una expulsión o subir demasiado y no poder bajar a tiempo era la muerte deportiva. Por eso se cuidaba mucho más en los clásicos. Tampoco les gritaba a sus compañeros: era ponerlos nerviosos y, si estaban nerviosos, jugaban peor. Perdió varios clásicos, pero nunca por su culpa, no señor. También salió victorioso en varios, pero no fue gracias a su actuación. Como su carrera en el equipo, él pasaba desapercibido.

Tomó carrera y se detuvo. Al costado el 2 rival comenzó a discutir con el árbitro. “Qué al pedo”, pensó Roberto. Y tenía razón. Él nunca había discutido con un árbitro. Era al cohete. Una vez que ya cobran, ya cobran. Nunca daban marcha atrás. Pelearse era someterse al árbitro. Este te podía expulsar o para peor, te podía hacer la cruz y después cada vez que le tocaba dirigirte te cobraba cualquier cosa. Por eso nunca discutió ni con jueces de línea o árbitros.

Roberto no discutió nunca en su vida. Ni con compañeros, ni con rivales, ni con dirigentes. Ni siquiera cuando no le pagaban los premios o, peor, el sueldo. Había veces que tuvo ganas de mandar todo a la mierda y cagarse a trompadas con cuanto dirigente se le cruzaba. Pero eso iba a generar un mal ambiente o  que lo cuelguen. Antes de eso prefirió rajar. Cuando llegó al mes número nueve sin cobrar, decidió irse. Más que la deuda, lo que impulsó a largar el club de sus amores es que no se sentía querido, valorado. Eso que nunca lo insultaron. Pero tampoco lo paraban en la calle para decirle algo lindo. Le dolía un poco la indiferencia. Entonces decidió cambiar de aire. Irse a Barrancas. Contrariamente a lo que pasaría en la mayoría de los casos, la partida de Roberto al archirrival no provocó ni indignación, ni abucheos, o insultos. El pase se dio en la más completa intrascendencia. Y eso a Tosca le dolió, y prometió que a la primera oportunidad que tuviese, eso iba a cambiar. Se lo juro a sí mismo.

Ahora a la discusión se le había sumado el arquero rival. Parecía que la cosa iba para rato. Fue entonces que un pensamiento le apuñalo el cerebro “¿Y si te lo errás?”. Comenzó a sonrojarse solo. Pero, si se erraba el penal, capaz que hablaban de él. Seguramente iban a pensar que se lo había errado a propósito por haber salido del clásico rival. La hinchada local lo iba a putear. Roberto ya era un mar de dudas. Pero algo en el interior le decía que por fin le iba a llegar el reconocimiento tras ese penal. Para bien o para mal. Si lo metía, su nuevo club iba a estallar en gritos de júbilo y tal vez hasta ovacionarían su nombre. Mientras, los otros lo iban a sepultar en insultos. Por fin llegó la hora de poner todo en su lugar. Que el nombre de Roberto Tosca esté en boca de todos.


La ola de protestas contra el referí ya había terminado. Este se acercaba al área. Ya estaba casi todo listo para la ejecución penal. Roberto siguió embotado en sus pensamientos, hasta que sintió que alguien le tocaba el hombro. Era Rubén, el enganche, el que siempre le pegaba en los penales. Le hizo una seña como para que mirara al banco de suplentes. Allí estaba el viejo Carlos, el entrenador, con la cara roja de tanto gritar. “El viejo dice que lo patee yo”, le dijo Rubén con una sonrisa. Roberto iba a discutir, pero él no era nadie como para no acatar una orden del experimentado DT. Le dio una palmada en la espalda al 10, le deseó suerte y volvió trotando hacia el lateral derecho, pensando tal vez que en algún momento de la vida se le iba a presentar una nueva oportunidad para salir de la intrascendencia. 
Toni Schweinheim
Obra Publicada, expediente Nº 510614. Dirección Nacional del Derecho de Autor

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El Pipa al Milán...




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El antiequipo de la semana.


Arriba: Daniel Angelici (Capo mafia, apretador serial, Bragarniksta, ex amigo de Tapia); Consejo Federal (Ente entregador del futbol del interior); AFA (Cueva de ladrones, inútiles, lentos).

Abajo: Nacional B (Torneo manoseado, demorado); Sergio Marchi (Títere, enredado, poco confiable); Chiqui Tapia (Capo mafia apretador serial, ex amigo de Angelici).

Selección.
Que pedazo de quilombo se armó con los extranjeros en Boca. Y el que volvió a escena fue un viejo conocido: Sergio Marchi, que salió a decir que Sandro no es rock... Ah no, ese es otro Sergio Marchi polémico. El que nos incumbe a nosotros es el muñeco de agremiados. Marchi en medio de la polémica salió a decir una cadena de incoherencias dignas de Carrió. Que River lo había hecho con Mora (cuando el jugador ya se había nacionalizado), que lo hizo Independiente con Callelo que es... ¡argentino! En fin, la embarró más y prácticamente no le creyó ni Angelici. Y mira que tenía letra como para mandar, pero se trabó más que el Pollo Vignolo con los apellidos croatas y tuvo menos confiabilidad que invertir en pesos.

Al parecer el Chiqui Tapia y Daniel Angelici estaban medio peleados. No nos habíamos dado cuenta eh. Entre bomberos se pisaron la manguera. Es más, o menos como que la garza Sosa y el gordo Valor se peleasen. Al mandamás xeneize no le gustó mucho que el Chiqui haya dicho que se lo querían llevar puesto. Entonces la relación se tensó más que la de Ruggeri y Chilavert... Bueno no tanto. Otra de las cosas que no le gustó al yerno de Moyano fue que el Dani quiere imponer a toda costa a un hombre de Bragarnik (a Almirón) como DT de la selección. Muy lindo todo. Según ellos nunca existió tal pelea y todo fue un invento del periodismo, menos creíble que Marchi.

Pero la cosa en la AFA no termino ahí. Luego de la reunión el Chiqui salió a decir que la albiceleste no tendría reemplazo hasta fin de año o quizás hasta el año que viene. Se vienen los amistosos y se harán cargo interinamente Scaloni con Aimar de ayudante Ambos “comeeses” dijeron que quieren "analizar" los últimos 15 años de la selección. Analizar a todos los entrenadores que estuvieron y ver qué falló durante todo ese tiempo. Nos parece perfecto. Si necesitan ayuda, acá estamos dándoles una manito. Gratuitamente le damos una pista de lo que falló: empieza con "di" y termina con "gentes". Seguimos tirando prestigio, pero no por la acefalia en cuanto a entrenador, sino por tener esta clase de dirigentes.

La reunioncita dejó más cosillas. El Nacional B que en teoría iba a empezar casi los mismos días que la Superliga, se pateó para finales de mes… con suerte. La cosa es que aún no se pusieron de acuerdo en la nueva forma de jugarlo. El Chiqui quiere sacar los promedios y que no hay descensos para poder realizar el año que viene el tan ansiado “súper recontra archi mega híper Nacional B”, ese con dos grupos (uno por el interior del país y otro de la zona metropolitana). Esto conllevaría a la eliminación de la Primera D. Recordemos que el Chiqui ya asesinó al Federal B. Los equipos de dicha categoría no juegan desde el año pasado… Y vaya que eso se notó en la Copa Argentina. El Consejo Federal es un chiste de Corona. Ahora, en la etapa de Don Julio. Con el Federal B, más o menos las cosas se fueron nivelando hasta que don Tapia lo voló.  Por ahora la reestructuración parece que se hace, pero no como quería el presidente de la AFA. Sobreviviría la Primera D, habría menos equipos en el Nacional B (todo dependerá si se hace o no en dos grupos). El fútbol argentino es un verdadero quilombo.  

Desde la AFA afirman que el inicio del Nacional B podría demorarse más que la elección para entrenador de la selección argentina.

Lento. Estaría la AFA con varios temas.

Todo parecía indicar que el torneo del Nacional B iba a comenzar junto con la Superliga, sin embargo, en la reunión del comité ejecutivo de la AFA no se llegó a un acuerdo con respecto al formato futuro. "El Chiqui quería que el torneo de la B se dividiera en dos zonas, eliminar el promedio, que los dos primeros y el que logré juntar las esferas del dragón o derrote a Thanos ascendieran", comenta un dirigente del ascenso. Por ahora la fecha tentativa para arrancar el torneo es a finales de agosto. "Si seguimos así vamos a estar sin jugar como un año como los clubes del federal B", se queja otro.
"Esto se va a demorar un poquito, más o menos nos va a llevar el mismo tiempo que encontrar un DT para la selección que se quiera suicidar con estos dirigentes", enfatizó un experto. “Hay que analizar todo bien, desde el inicio del torneo del Nacional B con sus ligeras modificaciones hasta la elección del DT, nos vamos tomar nuestro tiempo para analizar, pegarnos una rascada de pelotas hasta esguinzarnos los pelos de la chota”, manifestó un analista de la AFA.

Hasta siempre Maicas...




Por Toni.


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Afirman que la AFA blanquearía a Bragarnik como el próximo entrenador de la selección argentina, o en todo caso, proveedor oficial de jugadores.

DT de la selección. Lo podría ser Braga.

Estalló la polémica en torno al representante de jugadores, Christian Bragarnik por su relación con Daniel Angelici. Todo empezó con la ida de Mauro Zárate a Boca, quién dejó colgado a su hermano para pasar a ser representado por Bragarnik. "A Mauro lo hicieron pelear con la familia, y le prometieron un montón de cosas. Mauro dejo la familia y ahora los domingos va a comer pastas a lo de Bragarnik, aunque viendo los vínculos de este representante, no sé qué tipo de pasta será", advierte un familiar. Lo cierto es que Bragarnik volvió a tomar estado cuando empezaron a bombear desde distintos medios, el supuesto interés de la AFA por Jorge Almirón para el puesto de DT de la selección. "Yo no sé porque Bragarnik no se postula a dirigir la selección él", comenta un dirigente. "Puesto menor", habría respondido el entrenador.
"Si esto sigue así a la Superliga le cambiamos el nombre y le ponemos 'campeonato Bragarnik', si total casi todos los jugadores son de él", comenta un gerente de la Superliga. "Ya fue todo, pongamos a Bragarnik a dirigir a la selección, si tiene más jugadores que esperanto un sábado por la noche", se enoja un dirigente que pide reserva de su nombre y apellido por temor a ser empalado por Angelici.

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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