El podio de la fecha.
Primer Puesto: Ricardo Zielinski (Entrenador de Belgrano, inmortal en
el cargo)
Segundo Puesto: Fernando Cavenaghi (Jugador
de River, goloso, goleador, glotón)
Tercer Puesto: Jonathan Calleri (Jugador
de Boca, Marcosrojista)
El “tocuen” cuando arranco este torneo fue que al haber más
equipos del interior, había más posibilidades que esos equipos pudiesen pelear
el torneo. Pasadas 17 fechas, los primeros cuatro puestos son para los equipos
grandes. El cuarto puesto es para el conjunto cordobés de Ricardo Zielinski. Salvo el conjunto mencionado del
Ruso, y un punto por abajo, el Central de Coudet son los únicos del interior
que están metiéndoles presión a los de arriba. Belgrano es un equipo compacto,
ordenado que sabe a lo que juega. Los
Guardiolalmeydiscappistas no se tocan al ver al Pirata de Zielinski.
Pero es un equipo que gana, que molesta, que defiende cuando hay que defender y
que ataca cuando hay que atacar. Zielisnki está en el cargo hace casi 5 años. Este
Caruso Lombardi sin puntos de rating, mide en la tabla de posiciones.
Cuando todavía no sabe qué va a hacer, cuando todos lo
acusan de gordo; Fernando Cavenaghi se despachó
con cuatro goles. Si bien los defensores
de Atlético Rafaela últimamente no pueden marcar nada ni en el google maps. Cavenaghi
demostró que todavía está vigente y más de un hincha de River lo pidió de
titular para el cotejo ante Guaraní. El “torito” esta decimo en la tabla de
goleadores históricos de River y segundo en la del campeonato actual, y eso que
jugo poco. Tendrá muchas calorías encima pero también goles.
Cuando todos los flashes se los llevaba la vuelta de Tévez,
apareció Jonathan Calleri con su golazo de
rabona para que todos terminen hablando de sus golazos. El pibe con un perfil
más bajo que un Susano, la viene remando desde hace rato. Entre él y Palacios la
vienen remando tanto que también hubiesen ganado una medalla dorada en los
Panamericanos. Su gol recorrió el mundo. La verdad es que fue una definición “barrrrrbara”
como diría el Bambino Veira. Llego al cielo de las rabonas, donde Marcos Rojo
tiene las llaves de este paraíso. . Además un tipo agradecido ya que ni bien
termino el partido le agradeció a Falcioni por haberlo llevado. Si otro hubiese
sido el de esa definición, se sacaba 250 selfies, pelaba la chota hacia helicóptero
y pedían que lo vendan al Barcelona. Necesitamos más jugadores humildes como
Calleri, viejo.