No sé para que vine.
Hace un montón de años que no vengo a la cancha. No,
no le exagero viejo. No me dejaban venir, no se confunda, no estaba en la
gayola, ni tampoco es porque soy un pollera; es una historia larga, deje que en
otro momento se la cuento. Por lo que he visto hasta ahora, esto cambió mucho,
hermano ¿Está usted seguro que esto sigue siendo fútbol? Le puedo jurar que en
las riñas de gallos he visto gente de mejor talante.
Antes cuando yo era un asiduo concurrente, era muy
diferente el público. Ojo, no me malinterprete no soy de esos fascistas que
anda catalogando a la gente, por mi cada uno puede hacer lo que quiere, es su
derecho ¿Vio? Pero en la época en la que yo venía, era otra cosa. Mire cómo
viene la concurrencia ¿Dónde están los sacos y los sombreros? Mire aquel
monigote, ese de la izquierda, esta sin camisa, sin nada, en cueros. Está bien,
estos calores hacen insoportable todo, ¿pero cómo viene así? ¿Nadie le dice
nada? Hay señoritas por aquí. Qué poca decencia hermano.
Y hablando de señoritas, por lo que he visto hay
muchas mujeres y ninguna de ellas con el léxico apropiado de una damisela, no
señor, he oído marinos rusos con más feminidad. ¿Y esa porquería que suena en
los altoparlantes? Que porquería, parece que están matando a alguien allí
adentro ¿Cómo dice? ¿Eso es música? No me macanee, se lo pido por favor, somos
grandes ¿Qué paso? ¿Está seguro que esto es un partido de fútbol? Bueno, bueno
me callo, tiene usted razón ¿Sabe lo que pasa? Yo hace como cien años que no
venía a una cancha, entiéndame.
Esta todo cómo un poco abandonado, ¿no? Lo bueno de
esta modernidad es que han cambiado esos tablones de madera. Eran un peligro mi
querido, recuerdo una vez cuando fuimos a la cancha de Argentino de Quilmes, una
de esas maderas se desacomodó y nos caímos como cincuenta ¡Un dolor que no se
imagina! Tampoco le voy a criticar todo el fútbol de ahora, esto del cemento me
parece una gran idea, eh. Y las butaquitas estas también, no serán las del Luna
Park pero van bien ¿Le conté cuando fui a verlo pelear a Firpo? ¿Cómo que no
conoce a Firpo? ¿Qué donde juega? ¡El boxeador, hombre! Usted no es tan pebete
como para no conocerlo. No le escucho bien. Debe ser porque empieza a cantar la
fanaticada.
¿Está escuchando usted? Dicen que van a matar a otros
¿Qué es eso? No, no estoy sordo. Usted también lo oyó no me macanee ¿Pero por
qué los van a matar? ¿Qué han hecho los otros? ¿Es por lo de la revolución
libertadora? Explíqueme señor, le dije que hace como cien años que no vengo
acá. ¿Cómo dice? ¿Qué van a matar a los contrarios? ¿Se da cuenta lo que dice?
¡Pero esto es fútbol señor! ¡Es como si yo amenazara a un radical o a un
peronista porque lo vote a Palacios! ¿Se da cuenta lo que dice? Ah, que es una
moda. Que moda extraña. Antes uno
cantaba para alegrar a la fanaticada, para darles ánimos a los jugadores, a
esos que jugaban por los colores, por amor al barrio. Yo no quiero que maten a
nadie señor, estos son otarios, eso es lo que son, se hacen los maulas pero son
otarios. Que gente malandra.
¿Qué es ese ruido infernal? Parece una guerra esto ¿Pirotecnia,
me dice? ¿Pero por qué? ¿¡Qué!? No le oigo, hábleme más fuerte, no escucho. Ah
que ya salen los equipos a la cancha ¿Pero cómo sabe eso? Ah mire usted ahí
salen, ha de ser advino usted. Mire las
propagandas que tienen las camisetas ¿Cómo dice? ¿Qué son publicidades? Pero es
lo mismo hermano, no me quiera engatusar, soy viejo pero no gagá ¡Cuantas
propagadas que tienen! Parecen un almacén de barrio con esos chapones pintados ¿Cómo
nunca los vio? ¿Dónde vive usted? Encima son propagandas en otro idioma. Nunca
vi un producto cómo ese. Ahí saludan a la tribuna ¿Ese flaquito es el arquero? ¿Por
qué se viste con un color tan chillón?
Un arquero se tiene que vestir con colores oscuros, si no lo marcan
enseguida y lo sacude hasta el fullback. Pero estos son todos purretes para
jugar ¿No será el partido de reserva este? Tan pibes y ya son titulares, mire como son
las cosas eh, cómo cambian los tiempos, hermano. Tienen edad para estar en la
colimba. Pero por sus peinados parecen que estuvieron en una comparsa, en un
cotolengo.
¿El referí no salió todavía? ¿Cuándo va a llegar? ¿Cómo
que es ese de amarillo? Me está cachando usted ¡Si el árbitro se viste de
negro! Algo sé de fútbol, no se crea que porque hace rato que no vengo es que
no se nada ¿Que me calle? Pero su solo le estoy batiendo la justa, pero va a
empezar. Le hago caso y me callo.
Discúlpeme maestro, no quiero pecar de pesado, pero
esto empezó hace más de quince minutos y solo corren y se tiran pelotazos.
Parece que no quieren saber nada con la
bocha, hermano. Solo los veo correr y correr y cada vez que llegan a la pelota
tiran un pelotazo que para que los otros se arregle ¿Esto es todo el tiempo
así? ¿Qué le paso al fútbol? Está bien, pasaron como cien años desde la última
vez que vi un cotejo de fútbol pero este deporte está muerto, hermano.
Antes uno veía a los wines danzando a gran velocidad
con la pelota, poniéndosela al nueve como con un guante, en la testa o en el
pie. Pero ahora ni wines veo. Se pega mucho más de lo que se juega. Mire usted
a la parcialidad. Festejan más una barrida o un recupero a lo bestia que un
firulete, un caño. Qué dolor de vista es esto. Tengo ganas de llorar, que
tristeza. Déjeme viejo, soy un otario. Mire que el
Pedro eligió irse a ver a sus nietos, a sus bisnietos y yo como un gil que soy,
me vine para acá. Una salida que tengo en cien años y me vengo a ver esto… le
soy sincero, no sé para que vine, tenía que haber hecho como el Pedro…
A. Schweinheim