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El caballero del humo


El antiequipo de la semana

Arriba: Agustín Marchesin (Arquero de Lanús, calentón); Pumas (Losers dignos); Ricardo Caruso Lombardi (Entrenador de Argentinos Juniors, calenton, griton); Saúl Laverni (Árbitro, ciego, parado, genera humo pero no lo deja vender); Guillermo Marconi (Ex árbitro, anti Caruso, protector de Laverni, cartadocumentero crónico); Daniel Passarella (Presidente de River, puteado, odiado); Ramón Díaz (Entrenador de River, hablador compulsivo).

Abajo: Daniel Angelici (Presidente de Boca, boludo, puteado) Carlos Ischia (ex entrenador de Racing, desempleado); Javier Cantero (Presidente de Independiente, tipo sin suerte); Rosa (Color polémico).-

Selección.
La semana empezó cargadita para Lanús. En su visita a Rosario y en un partido candente, el arquero, Agustín Marchesín, se sacó contra el árbitro del partido. En un partido más caliente que Silvia Süller en la década del ’90, el uno dejo a su equipo con un penal en contra y con uno menos, luego saló a pedir disculpas. Los Pumas ya no son lo que solían ser, si bien el equipo argentino en los últimos años hizo el salto de calidad no está logrando seguir los méritos que había conseguido en la elite del Rugby mundial. En el último partido del Rugby Championship, lo jugaron contra Australia, equipo que término ganando por 55 a 17, encima en una publicidad de una reconocida marca de autos, le tiran un palito al tenis. Con los mismos colores y con tantas derrotas encima, ya no sabemos quiénes son los jugadores de Los Pumas y quienes los de Racing. Ah, encima “Gaturro” es fanático delequipo de Rugby. En términos mediáticos esta semana fue un bastante exitosa para Ricardo Caruso Lombardi, quien hizo un raid televisivo y radial en contra de Saul Laverni y de Guillermo Marconi. La cosa empezó el domingo en el programa del siempre bronceado “Pollo” Vignolo, cuando Caruso y Marconi casi se miden al aire (tuvieron que ir a un corte, cagones), luego se supo que Marconi le había manado una carta documento al entrenador de Argentinos Juniors. Laverni a quien pararon por dos fechas, sostuvo que “va a ir hasta el final contra Caruso”, Uruguay en cualquier momento le retruca a la Argentina que Caruso y Laverni están contaminando más que Botnia. El domingo pasado se llevó a cabo el superclásico, en un estadio donde todos fueron hinchas de River, gano el conjunto de Boca por la mínima diferencia pero el que perdió por goleada fue Daniel Passarella quien tuvo que salir corriendo mientras le caía una sudestada de puteadas encima. Además se supo que Passarella dio la venia para colgar una bandera en contra de Nicolás Distasio. Luego de ese superclásico, todas las miradas se posaron sobre Ramón Díaz, todo afiche o cargada emanada desde el hincha de Boca fue a parar a él, quien saltó a decir que River jugo mejor y que al menos merecía el empate. Por tal motivo todo el arco periodístico salió a crucificarlo recordándole sus dichos el día que le gano a San Lorenzo por 1-0 jugando muy mal por la Copa Sudamericana.

Y volvió Daniel Angelici de su licencia, justo cayo para el superclásico y para que todos lo “maten” por la camiseta Rosa de Boca. Dicha camiseta se puso en el eje de la polémica cuando desde la AFA advirtieron que no podían usarla combinada con los pantalones azules. Rosario Central accedió a vestir su camiseta alternativa, sin embargo el debate se instaló fuerte en torno a la camiseta rosa. En un primer momento se dijo que era por la lucha contra el cáncer de mama, luego que se hizo esa camiseta por ser una de los primeros colores que utilizo el xeneize en su historia (desmentido por varios sitios de Boca). Sin embargo la versión más fuerte indica que utilizaron el rosa por toda la tarasca que puso nike. Y se fue Carlos Ischia, duro menos que la renovación de Zubeldia, su equipo perdió de local frente a Atlético Rafaela, los jugadores le respondieron menso que los tónicos capilares para el crecimiento del cabello y se tuvo que ir. Otro técnico out. También en Avellaneda, el que no pega una es Javier Cantero, luego de que suspendan el partido de Independiente por la interna de barras, esta semana liberaron a los 33 barras detenidos, encima peligra la entrada de público local en el próximo encuentro que juegue Independiente en su estadio. Ah, encima hoy perdió el invicto en la era De Felippe. 

El Gordo Martín

Casi todos hemos tenido un gordo en el grupo de amigos de la infancia. Esta como estereotipado este personaje. Si se me permite decir, siempre es el más boludo del grupo, es poco agraciado para el fútbol pero siempre es el dueño de la pelota y, por tal motivo, sí o sí te lo tenés que fumar. Pero al final de cuentas es alguien útil porque en los picados nadie quiere ir al arco y el gordo con tal de jugar va al arco. Nosotros lo teníamos al gordo Martín. Buen pibe, pero un terrible pelotudo. Porque hay gordos que le sacan provecho a su masa corporal y no se dejan amedrentar así nomás, pero Martín lo que tenía de gordo lo tenía de boludo, pobre. Hasta el petiso Ezequiel lo tenía cagando al pobre gordo y eso que Ezequiel era una cagadita, de chico no medía más de un metro le puedo asegurar, flaco como un piolín. Imagínese que cuando jugábamos al chupi con las figuritas en el recreo, ese juego infantil en el que hay que dar vuelta la fichu con una mano, más que dar vuelta la figurita, esta lo deba vuelta a él. Hoy se perdió todo eso, los pibes ya no juegan a eso, están ya con sus celulares, hablando de cosas de la internet, de programas de adultos... como que se perdió la inocencia de juntar imágenes de tus ídolos. Estaba buena esa época, yo me acuerdo que lo tenía de ídolo a Zeoli, el arquero uruguayo de River. Era un asco atajando, pero a mí me gustaba, un día llegue a dibujarlo y se lo mande a la revista billiken ¡Puede  creer usted que la publicaron! Fue mi primer acercamiento a los medios, hoy soy periodista y todos los días tengo que lidiar con el ego de los deportistas. También me gustaba Vázquez, ese jugador también de River que tenía rulos. Yo también para buscarme ídolos soy mandado hacer, pero no me quiero ir por las ramas, estaba hablando del gordo Martín. Cómo nos abusábamos del pobre gordo en los recreos, siempre venía con pilones de figuritas porque los viejos eran de guita y mientras el gordo boludo las pasaba una a una, con ánimo de intercambiar las repetidas, venia uno corriendo y le estampaba la mano por debajo. Las fichus volaban por todas partes y nosotros como una bandada de buitres nos arrojábamos sobre las figuritas esparcidas por todo el patio escolar. El pobre gordo en lugar de juntarlas se iba corriendo llorando, te partía el alma Martín, pero al día siguiente volvía con más figuritas y la escena se repetía. Varios de nosotros completamos varios álbumes gracias a este vil saqueo.

En la hora de educación física el gordo te daba pena. Porque el profesor de gimnasia nos hacía correr por lo menos 15 minutos por clase. Martín a los 30 segundos ya jadeaba con la lengua afuera como esos perros gordos llenos de pliegues. Ni así lo dejábamos en paz, cada vez que nosotros me incluyo pasábamos por su lado le dábamos una cachetada sonora en la nuca. Porque el gordo además siempre se rapaba, parecía esas calabazas de Halloween. Encima traspiraba de a chorros, obviamente el golpe con la mano abierta se escuchaba como un aplauso. Éramos unos hijos de puta, pero los pibes suelen ser crueles. Lo que tenía el gordo era que nunca se rendía. A pesar de que no daba más, seguía corriendo, o más bien reptando.

Después hacíamos un fulbito en el patio y el gordo se ponía contento, a pesar de que nunca nadie lo elegía al pobre, en más de una oportunidad en todas, bah, se quedaba sin equipo porque nadie lo quería. No quédatelo vos o jugamos con uno menos, no importa eran los clásicos ruegos para que el gordo no entre en tu equipo. El profesor de gimnasia habituado a estos percances te encajaba al gordo ante las protestas del equipo designado, el gordo iba mansamente al arco mientras se secaba las lágrimas. Creo que perdíamos más tiempo en tratar de colarle al gordo en el otro equipo que jugando al futbol. Encima la palabra horrible le quedaba chica. Era malo, malo. No servía ni para hacer bulto el gordo y eso que era bastante corpulento. Como arquero no te sacaba una el hijo de puta. La única que sacaba era aquellas que adrede le chumbamos al cuerpo para hacerlo cagar. Pero el gordo nunca se daba por vencido, no sé si lo hacía de cabeza dura o de boludo que era.  Martín nunca se calentaba, una sola vez se peleó, fue con uno de la división A nosotros estábamos en el B, uno grandote que había repetido como un millón de veces. Lo había agarrado a Ezequiel y le estaba dando, nosotros no nos metimos porque nos iba a cagar a palos. Fue el gordo el que se metió, para sorpresa de todos. Lo agarro del pelo al del A y le puso una mano en la nariz que lo hizo sangrar como una fuente. Pero tuvo tanta mala suerte el gordo, que justo lo vio la señorita. Para qué. Lo agarro de la oreja al pobre y se lo llevo a la dirección. El gordo lloraba como un chancho a punto de ser degollado. Por una semana estuvo sin venir a clases, cuando volvió nos enteramos que lo habían llevado a la psicóloga, que el padre lo había cagado a cintazos. La cosa es que el gordo volvió más boludo que nunca y en cuestión de minutos perdió el mínimo respeto que se había ganado noqueando al grandote del A. Ahora no solo lo cargábamos con su gordura, también le decíamos que estaba loquito. A veces los pibes suelen ser muy hijos de puta entre ellos mismos. Hoy con los tiempos que corren si uno llega a hacer eso, lo acusan de hacer bullying o algo así. Pero el gordo nunca se nos despegaba, parecía un tanto masoquista.

Pero al gordo también lo jodiamos fuera del colegio, porque éramos todos pibes del barrio. Después del colegio nos íbamos a la canchita que quedaba a un par de cuadras del colegio a jugar a la pelota, y el único que tenía una pelota era el gordo, parecía una broma del destino. El gordo tenía que jugar porque era el dueño. Y era un suplicio verlo atajar, goles boludos por doquier. Y si lo mandábamos a jugar arriba era un estorbo. Por cada cagada que se mandaba, nosotros le dábamos un ñoqui en la cabeza, además de los insultos que siempre le propinábamos. Pero el gordo era insistente, no faltaba nunca. Era el primero en llegar a la canchita. A las cuatro de la tarde cuando se abría el portón verde, él ya estaba con la pelota bajo el brazo esperando con una sonrisa de oreja a oreja. Era tozudo. Había veces que la pinchábamos o la colgábamos y lo mandábamos al gordo a buscarla, pero como la vieja que vivía atrás de la cancha nos odiaba, lo sacaba a escobazos, mientras nosotros nos descostillábamos de risa. En más de una oportunidad la vieja esta fue a la casa del gordo a tirarle la bronca al padre y este después lo castigaba y no lo dejaba salir. Pero nosotros éramos caraduras porque íbamos a la casa del gordo a pedirle prestada la bocha y el gordo era tan bueno o boludo que nos la prestaba.  Pero no todo era fútbol, porque cuando llovía la canchita se convertía en un pantano y ahí era cuando el gordo nos invitaba a jugar a los videojuegos a su casa, como ya le había dicho, el padre tenía mucha plata y por eso Martín solía tener los últimos jueguitos en su casa. Pero el gordo también era horrible jugando al sega o a la play. Jugábamos cinco o seis horas, algunas veces toda la noche cuando nos quedábamos en su casa a dormir y el pobrecito solo jugaba un par de minutos ya que perdía o moría enseguida de tan malo que era. Un día de tanto jugar, la consola no resistió y se quemó, el padre casi lo lincha delante de nuestros ojos. Así pasamos nuestros años en la primaria, jodiendole la vida al gordo.

Cuando íbamos a empezar séptimo grado, nos enteramos que el gordo no iba a venir más al colegio. Pero no porque se había cansado de nuestro maltrato o algo por el estilo. La crisis en la Argentina todavía no había comenzado pero el viejo de Martín algo había olfateado y decidió llevarse a su familia a España, obviamente se llevaron al gordo con ellos, no volvimos a saber de él. Extrañábamos joder a alguien, pero superamos rápidamente su pérdida cuando nos la agarramos con Joaquín y su amaneramiento.

Hará cosa de dos o tres años que sentí nombrar que en el Barcelona debutaba un arquero argentino que había salido de la Masia: Martín García, entraba para atajar porque el titular Gerardo Malaquia había sido expulsado. Le soy sincero, no le había dado mucha pelota al nombre porque deben existir muchas personas con ese nombre. Yo recién empezaba a dar mis primeros pasos en el diario pero me mandaron a la sección del ascenso, y de fútbol del exterior no tenía la más pálida idea. Un día me encontré con Chicho, mi mejor amigo desde la primaria y me comento exultante que ese tal Martín García era el gordo ni más ni menos. Yo no lo podía creer, no daba crédito a lo que me había dicho Chicho porque la verdad siempre fue conmigo uno de los más jodones de la división, pero sin embargo empecé a seguir la carrera de este arquero. Estuve como tres meses buscando datos en Internet pero no aparecía ni una puta foto del arquero este. 
También ponía los partidos del Barcelona, pero nunca enfocaban el banco de suplentes. Hasta que un día en la semifinal de la Champions contra el Bayern Münich, el arquero titular del Barça se lesiono y salió a la cancha el tal Martín García. Era el gordo sí, o lo que había quedado de él. Estaba mucho más alto que en el colegio, estaba bien fibroso, lo único que conservaba de pibe era que seguía rapadosé, además tenía una firmeza en sus pasos que daba miedo. Esa noche se consagro, era su segundo partido en el equipo Los arqueros suelen debutar de grande pero en la serie de penales tapo dos y el Barcelona paso a la final. Qué grande el gordo.

No hace muchos meses lo volví a ver al gordo, me mandaron a España para cubrir un partido de tenis por la Copa Davis porque ahora cubro tenis, aproveche una tarde libre y me mande a la práctica del Barcelona. Justo lo enganche cuando salía. “¡Gordo! ¡Martín! le grite desde atrás de las vallas. El gordo ex gordo, bah me reconoció enseguida, se me acerco y me dijo: “¿Jorge? ¿Jorgito sos vos?, le juro que me emocione, asentí con la cabeza y me dice de nuevo Tómatela de acá, forro, pedazo de basura. Que hijo de puta, me sacó corriendo. Me empezó a decir todo tipo de cosas sobre nuestra infancia, que lo maltratábamos que esto que lo otro, la verdad, cómo cambia la gente cuando es famosa, la pucha. Se agrando el gordo.
A. Schweinheim
Obra publicada, expediente Nº 510614, Dirección Nacional de Derechos de Autor.

Las mejores frases de Niembro de Argentina 3 - Peru 1






















Si ves que falta alguna frase, ponela en los comentarios y la actualizamos.

NOTA: El Antiequipo de la semana que sale siempre los viernes, por esta semana saldrá el día sábado por la noche. 

Nueva camiseta de Boca...

Click sobre la imagen para leer decentemente.

El Análisis de la Fecha 10 del Torneo Inicial «Nietos recuperados» 2013 - Copa Miguel Benancio Sánchez. Primera Parte.

Por Jose Sanfilippo (*)
Fue la semana del superclásico. Y todos hablaron de este partido. Me van a cagar a trompadas, pero si no sos de River o Boca no debería importarte este partido. Encima esta medio devaluado, pero claro mi viejo, vienen a los tumbos, con quilombos internos y demás yerbas. A decir otra cosa por la que me van a putear seguramente. Yo estuve en Rosario y el clásico es clásico, mi viejo. Pero claro mi viejo,  al estar todo más concentrado es todo más concentrado es más explosivo. No hay boludones como acá que te dicen “soy de River o de Boca” y después se enteran del resultado al otro día cuando agarran el diario. En Rosario llegas a cargar en la oficina, a un canalla o leproso luego de perder un clásico y lo más probable es que te apuñale con una abrochadora del número 65. Es más sanguínea la cosa. Ojo no estoy a favor de la violencia ni nada, solo estoy hablando de pasión hermano. Tampoco estoy hablando de los termos, esos que todo te responden con un insulto o con un “eh gato te vamo’ a corre’ puto”, esos no, hinchas normalitos digo yo. Porque a los termos no los podes saludar, le decís un “hola” y automáticamente te tiran un “Eh amigo que bardia’ puto, con lo’ pibe’ te vamo’ a buscar, Conchituma”. Los hinchas de Central y Newell’s no pueden convivir, porque tarde o temprano se terminan cagando a piñas. Son enemigos naturales, como el agua y el aceite, el agua y los linyeras, tucumanos o santiagueños, porteños o el resto de la argentina o Caruso y Laverni. No se aguantan. Yo tenía de compañeros a dos tipos que eran rosarinos, muy amigos los dos. Pero uno de Central y el otro de la Lepra.  Un día se mataron a piñas y eso que habían empatado. A estos tipos le podes decir que te encamaste con la jermu de ellos y no te va a decir nada, ahora le decís sobre el clásico y te cagan a palos. Los de River y Boca pueden convivir, se van a chicanear, se van a gastar pero no va a pasar a mayores, a menos claro que uno se vaya a la cancha de River con un tatuaje de Riquelme.

Se habló más del show que monto Caruso que del resultado en sí. Creo que Caruso Lombardi tendría que organizar este tipo de shows e irse de gira, llenaría estadios. El partido empezó bastante lindo. Belgrano iba a buscar y Argentinos no se quedaba en el molde. Gomez para Argentinos y Márquez (muy bien Migliore) para el pirata tuvieron las primeras chances. Luego Márquez tuvo otra pero Migliore le ahogo el grito. De a poco el bicho se fue quedando y Belgrano jugaba mejor, así llego al primer gol de la noche. El Picante Pereyra recibió un pase tras dentro del área y con el arco prácticamente solo la metió adentro. Era el 1-0 y Caruso empezaba a llorar humo.  Pero el festejo le doro cinco  minutos al conjunto cordobés, porque a los 42, Barraza iba a meter un centro para que Boyero ponga la igualdad. Así nos fuimos al descanso. En el segundo tiempo y ya a los tres minutos iba a venir la primera polémica grosa, como dicen ahora los pibes,  de la noche. Márquez se metió en el área, lo fueron a marcar entre dos., el pibe cayo como apuñalado y Laverni cobro penal. Mientras en el banco Caruso a los saltitos tomaba impulso como para llegar hasta la luna. Lollo metió el penal y Belgrano pasaba nuevamente al frente. Al minuto lo iban a expulsar a Velazquez y Belgrano se iba a quedar con 10 hombres parecía que se complicaba el conjunto cordobés, pero siguió atacando y así llego al tercer gol. A los 17 Márquez se iba a mandar un jugadón terrible, mando un centro atrás que le quedo a Márquez y este la mando al fondo del arco. 3-1. Al rato Márquez casi moja pero otra vez Migliore le ahogo el grito. A los 31 Caruso iba a explotar. Aveldaño lo apuñalo a Gomez con una patada dentro del área. Laverni termino por expulsar a Gomez, le saco amarilla por simular, más la amarilla que ya tenía. Caruso no caminaba, flotaba producto de la bronca, también afuera. Belgrano tuvo alguna chance más pero Migliore estuvo atento. La Figura: La corrida de Caruso al patrullero donde iba Laverni, entra de una en el top five de lo mejor que paso en el año. Pelea palmo a palmo con el “Placente es un cagón”.

Un primer tiempo bastante chato y aburrido. Olimpo tuvo una con la que pudo abrir el marcador, pero Musto la cabeceo por arriba del travesaño. Ay nene, nene.  Despues el partido entro en un letargo. Olimpo defendía muy bien y eso provocaba que pudiera concentrarse en atacar, lo hizo pero las pocas que tuvo murieron en las manos de Rulli, la mayoría fueron tiros de larga distancia. En el complemento, Estudiantes salió decidido a llevarse los tres puntos. Por eso a los ocho minutos, Silva se mandó arriba por su banda,  tiro el centro y Auzqui de cabeza ponía el 1-0. Y Estudiantes dominaba la pelota y el partido, además llegaba, pero no cerraba el partido. Y eso lo pago caro porque cuando menos lo esperaba apareció Sarulyte, el hombre con apellido de producto de limpieza se encontró con una pelota tras un centro de un tiro libre, mientras la defensa de Estudiantes se mandaba un siestón de la puta que lo pario. No hubo más. La Figura: El platinado de Damonte se puede ver hasta con el google map.

Y sigue arriba de todo el conjunto de la lepra. Mucho tiene que ver Maxi Rodríguez en este presente. Fue un primer tiempo en el que se alternó idas y vueltas con poco juego. La lepra siempre tuvo el control de la pelota y del partido. Al principio lo tuvo la lepra por intermedio de la fiera, pero Peratta la saco, así como le saco el número de teléfono a Noir una vez. Después el Cervecero iba a contestar, gran pase de Caneo para Garnier quien no pudo definir bien ante el atoramiento de Guzmán. Y así como el partido se transformó de ida y vuelta, como le gusta al Roña Castro con los travestis. Cuando parecía que nos íbamos a ir en parda, apareció Maxi Rodríguez a los 36. Centro rasante de Pérez, todos la dejan pasar y le queda a la Fiera que solo la tiene que empujar adentro. Era el 1-0 y durante esta primera parte mucho más no paso. En el complemento Newell’s apretó el acelerador y borro de la cancha a Quilmes. Tanto fue que a los 10 minutos Mateos iba a colocar el 2-0. Centro tras un tiro de libre corto y de cabeza el blondo jugador estiro la ventaja. Después de este 2-0, el partido fue todo de la lepra. Toques, lujos y Rodríguez pudo haber hecho un golazo de globito pero paso cerquísima. Newell’s sigue puntero y le saco 3 al segundo. La Figura: En cualquier momento se va Vivas de Quilmes y Olé te pone “Más muerto que Vivas”.

San Lorenzo intento pero no pudo entrarle por ningún lado a Tigre. Cuando podía llegar definía pésimo. Empate con gusto a nada para los dos, fue un partido entretenido pese al cero en el marcador pero para analizar las situaciones de gol está el ping pong de Estudio Fútbol, no me hinchan las bolas a mí que quede de mal humor. La Figura: HIJOS DE PUTA GANEN LA COPA ARGENTINO O VA A HABER FOTOS DE WHOOPI GOLDBERG EN BOLAS PARA TODOS.

Como dije, no vi el superclásico porque los domingos son días en los que cae la octava plaga de Egipto que es mi suegra, por tal motivo yo me escondo en un bunker antiaéreo que hice en el fondo de mi casa. Pero para no dejarlos en banda, como dicen ahora los pibes. Les dejo el resumen del superclásico que armo mi amigo Jota Erre y el resto de los partidos los vuelvo a comentar yo.

Por Jota Erre.
Hola bienvenidos eh… este… Al superclásico…. Más vibrante de la argentina. River Plate contra Boca Juniors. Fue un gran cotejo en el que se midieron ambos equipos del balompié. Empezó mucho mejor el conjunto de Mar del Plata, atacaba mucho más el arco defendido por Agustín Oreo.  Los minutos corrían y los full backs tenían una ardua tarea. Las constantes proyecciones de Teo Rodríguez en el conjunto millonario, dificultaban la tarea del centrohalf xeneize. Lo tuvo River por intermedio de un centro de Miriam Lanzoni que no llego a cabecear del todo bien, Eber Basanta. Seguía la IGUALDAD EN EL SUPERCLASICO.  Luego CASI la TUVO Marcado pero cabeceo el balón cerca del palo. UNO a uno, seguía el partido en el gigante de Arroyito. A los doce minutos APAreció Menéndez para pegarle a la pelota que paso muy cerca del arco defendido por Bebedero. Así estaban las cosas, River atacaba y llegaba con solida resistencia al arco de Boca. En cambio el conjunto de La Paternal no podía asociar a Gogo y a Juan Ramón Riquelme. RIVER SEGUIA LLEVANDO LA PELOTA AL TERRRENO CONTRARIO  de Boca Juniors. A LOS 19 lo tuvo Boca, García Miño probo pero atajo Bebedero, luego el rebote le quedo al Puma Gligliotli pero salvo con lo justo nuevamente el arquero de Independiente, Baradero. Y llegó el gol de Boca a los 23 minutos de este primer cuarto.   Desborde del Burrito Martínez para que llegue el Puma Jose Luis Rodríguez. Gol de Boca. ¿Cuántos Rodríguez en cancha, no?  El RESULTADO hasta AQUÍ era injusto. El Bayern Münich había atacado más que su rival, pero el futbol es así, los goles que se erran en un arco, cuchillo de palo. River sin embargo siguió atacando y atacando pero no lograba embocarla. Oreo estuvo muy atento ante los ataques de Andrade y Lanzoni. Así se fue el primer tiempo, River y Boca empataban 1 a 0. En el complemento River iba a seguir atacando Lanzoni tuvo una que Rodríguez atajo muy bien.  Luego Ponce tuvo una pero dio en el palo. River dominaba este tercer cuarto pero chocaba contra las manos del portero Onion. Así se nos terminó este derby, con un River perdiendo en su cancha por cero a cero.

(*) No pibe, no es el Sanfilippo de verdad, no sea boludón.

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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