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Aseguran que en este mercado de pases hubo más jugadores viejos, rotos y desconocidos que en la CEFAR.

A juntar lo que queda. Fue la
premisa de este mercado.
El mercado de pases va llegando a su fin. No fue un mercado de pases rutilante con grandes nombres en juego como en los viejos tiempos. Uno de los mejores equipos que se reforzó fue Lanús, quien apuesta todo a pelear nuevamente los primeros puestos. Sin embargo y pese a que fueron seis sus refuerzos, tres vienen de no rendir en Boca, además son nombres del mercado local. Otro en el que llegaron refuerzos de todos lados fue San Lorenzo. Sin embargo muchos de ellos vinieron de pelear el descenso la temporada pasada. “Para mí el que mejor se reforzó fue River, no porque haya traído a Fabbro o a Teo Gutierrez, sino porque dejo colgado a Rogelio Funes Mori, la mejor decisión de Pasarella en años” comenta un periodista partidario. Sin embargo son muchos los nombres de desconocidos que han arribado a muchos de los equipos. Sobre todo aquellos que deben pelear para mantener la categoría. “Como si nos estuviésemos rascando las bolas todo el año, ahora lo traen a Gago. Cuando parecía que nos liberábamos de Erbes que se recuperó bien, apareció el bruto de Orion y nos mandó a Paredes a la enfermería. Vamos a pedir un aumento de sueldo” se quejan desde el departamento medico de Boca.
Las incorporaciones marcan quizás el abultamiento de billetera de cada club. “Ibamos a ir por el pentacampeonato económico, pero el hincha pelotas de Ramón Díaz no rompió tanto las bolas que tuvimos que salir a comprar o rogar que nos presten algun que otro jugador, si era por el Dani, traíamos once Bordagarays” comenta un asesor de Passarella. “Hasta Verón que se estaba rascando las bolas en la casa volvió, claro el pobre tipo veía cada cuadrúpedo deambular por la cancha del pincha que tuvo que volver. Vos ves cada paquete en primera que hasta Varallo si estuviese vivo volveria a jugar, y lo haría mejor eh” espeta un periodista. Pero el tema con los jugadores viejos, rotos y desconocidos trajo una polémica con la CEFAR, lugar donde históricamente van a parar los jugadores libres sin club. “Esto es inadmisible, desde que el mercado de pases entro en decadencia que no nos esta quedando ni un ñato en el plante. Este año pensábamos incorporar algunos jugadores como el ‘Chiche’ Arano, pero hasta a ese muerto lo contrataron, no hay derecho, no hay derecho” se lamenta un entrenador de la CEFAR quien reza todos los días para que no le caigan ni Funes Mori ni Cellay. 

La vedette del fútbol: Silva Süller.

Click sobre la imagen para agrandar.

Pequeñas noticias comenzando Agosto.

  • Comienza el Torneo Inicial.
  • Por fin vamos a dejar de ver ligas de otros países, como la de Uzbekistán o los amistosos pedorrientos locales, que veíamos para paliar la abstinencia de fútbol local.
  • Los hinchas de Racing otra vez arrancan ilusionados.
  • Los de Colón también.
  • Esperemos que sus equipos no les rompan la ilusión.
  • Comienza la temporada y no hay equipos grandes muy complicados con el descenso.
  • Al periodismo le va a importar un bledo el morbo del descenso.
  • El PES 2014 incluira la liga Argentina.
  • Los comentarios serán de Mariano Closs y Fernando Niembro.
  • Esto ayudara a los pibes en épocas escolares, ya que para hacer los trabajos practicos, en lugar de ir hasta la Wikipedia, bastara solamente con escuchar los comentarios de don Niembro.
  • En el PES 2014, Miadosqui tiene una gorrita de Konami.
  • Este mercado de pases los nombres que más se manejaron fueron de jugadores rotos, semiretirados, viejos, rusticos. No solo está prohibido el público visitante, sino también el buen fútbol.
  • Y no, todavía no es el momento para que vuelva Saviola a River. Aún le falta romperse y ser más viejo.
  • Vuelve el reality show de Caruso Lombardi.
  • El mercado de pases ya casi llega a su fin y aún no llegaron ni Edgar Davis, ni Denilson, ni Guti, ni Alessandro Del Piero ni Wesley Sneijder ni ningún delirio místico de Calvari.
  • Vuelve la dupla más graciosa después de “Olmedo y Procel”. Caruzzo y el “chiqui” Perez.
  • Todavía no volvió ningún histórico a darle una mano a Independiente. El único que quiere volver es “Bebote” pero a dar un par de manos.
  • Santiago Silva pasó por 16 clubes.  Central Español, River Plate de Montevideo, Defensor Sporting, Nacional, Chievo Verona, Corinthians, Energie Cottbus, Beira Mar, Gimnasia LP, Newell‘s Old Boys, Gimnasia y Esgrima La Plata, Vélez, Banfield, Fiorentina, Boca y ahora Lanús.
  • El Tweety Carrario pasó por 14 clubes.
  • Aparecieron fotos trucadas de Messi abrazo a una rubia.
  • El periodismo es tan perverso que en cualquier momento arma una foto de Funes Mori abrazado a otro tipo… celebrando un gol suyo.
  • Funes Mori sigue colgado.
  • Vuelve Marcelingui Araujo y con el vuelven sus relatos tediosos y los maltratos a Titi Fernández.
  • Bwin debería abrir una apuesta que sea “En que segundo de Transmisión Araujo erra el apellido del primer jugador”.
  • Otro que vuelve es Julio Ricardo a hacer dormir a la teleaudiencia.
  • ¿Leto y Araujo se juntaran e reuniones como de tupperware a intercambiarse corbatas?
  • Stroker en el programa de Fantino aún no llego a utilizar 140 caracteres en su habla.
  • A fin de año se retiraría Alejandro Fantino de los programas de Fútbol.
  • Si pasa eso, esta página hará las frases de Narda Lepes Y Mariano Peluffo de su programa de Utilísima.
  • Vamos, falta poquito y ya terminas de pagar el LED que te compraste para ver el mundial de Sudáfrica 2010.


Más fotos polémicas de la fiesta de Messi en Las Vegas.

Sigue la polémica en torno a las fotos de Messi en la fiesta de Ronaldo que tuvo lugar en Las Vegas. En el día de ayer, el diario "Muy" publico una serie de fotos como esta:

Sin embargo algunos, como el padre de "la pulga", sostienen que es un foto montaje, una imagen trucada, un engaño, una paparruchada hecha con el animo de separar a Messi de Antonella. Este medio, pese a todo, pudo acceder a otras fotos "similares" en la que la rubia también aparece apretujándole las gomas en la cara, pero de varios futbolistas mas. Un hallazgo inédito. Algunos malintencionados dirán que también se trata de un fotomontaje, pero como diría Roberto Leto: "Desconocemos". He aquí la galería de fotos.

Clemente Rodríguez busca que la rubia lo consuele por su mal desempeño en San Pablo.

Alejandro Fantino cae en la tentación luego de la fiesta de Animales Sueltos

El "ogro" Fabbiani no quería ser menos y se anota en todas.

"Dinho" festeja la obtención de la Libertadores. A él cualquier meninha lo deja bien.
"Como me gustaría ponerle marcación personal a esa delantera mami", la habría piropeado Falcioni.



El Show del Fútbol. 28/07 [Completo]

Highlights


  • Intro bastante Light
  • Fantino arranca el programa con un libro en la mano.
  • Fantino se pone a leer el libro
  • Fantino le tira flores al libro.
  • Humberto Rosales hace su presentación. Stroker duerme.
  • Tapia se hace el boludo.
  • Ruggeri mira al piso.
  • Humberto Rosales sigue hablando. Fava pelotudea en Twitter.
  • Fantino se indigna con los árbitros
  • Humberto Rosales dice "fulbo" por décima vez.
  • Stroker amaga a hablar. No lo dejan.
  • El "Toti" Pasman le dice ladrón a Humerto Rosales. Lo escuchas a Pasman dos segundos y te pones del lado del arbitro corrupto
  • Stroker casi casi redondea una pregunta. Casi.
  • Fantino entra en un coma indignativo.
  • Sale al aire Beligoy con los tapones de punta.
  • Se pudre todo.
  • Fantino se calienta y anuncia su retiro del fútbol.
  • Leto intenta darle explicaciones a Beligoy. Fantino casi lo apuñala.
  • Humberto Rosales se despierta de la siesta y lo invita a pelear a Beligoy.
  • Stroker es interrumpido por Beligoy. Eso de que lo interrumpan por teléfono es nuevo. 
  • Fava deja unos instantes twitter, dice una frase y vuelve a actualizar twitter.
  • Beligoy rechaza la invitación a la mesa pero acepta gustoso llevarse la mesa para su living.
  • Se despide Beligoy.Fantino anuncia que no van a hablar mal de Beligoy porque no esta.
  • La mesa habla mal de Beligoy.
  • Humberto Rosales evoca al papa Francisco. Indignación en la mesa.
  • Ruggeri cuenta la anécdota nuestra de cada domingo.
  • Fantino vuelve a anunciar su retiro del fútbol.
  • El pastor Evandro analiza tras de camara abandonar el evangelio para ir a tomar la AFA.

Video extraído del canal de You Tube de Jorgito Yokiro Cabrera. Si quieren ver los programas completos, suscríbanse a su canal.  

Luego de las supuestas fotos de Messi en una fiesta, aseguran que los fotógrafos lo marcan mejor a Lio que todos los defensores de la liga española.

¿Acá esta Iniesta? Lio busca a
Iniesta en el escote de la rubia.
En el día de hoy salieron publicadas algunas fotografías en donde se lo ve a Messi con una señorita rubia en una fiesta de Las Vegas que se llevó a cabo a principio del mes de Julio. El diario que público las imágenes, fue “Muy”, que es recordado por el nivel de morbosidad al publicar una foto de Ángeles Rawson en el basural del CEAMSE. En cuestión de horas, las fotos recorrieron el mundo. En España fue donde hizo el mayor eco y fue portada de los principales diarios deportivos de la madre patria. “Que joder chaval, si antes a Messi solo le pega Pepe o los defensores ahora el que lo va a moler a golpes va a ser su mujer, que gilipollas este tío” comento un periodista español. Sin embargo muchos dudan de la veracidad de las imágenes. Si bien las imágenes no son del todo nítidas, supuestamente por la oscuridad del lugar, aparecen algunos “errores” o “efectos extraños” tal como aparecen en la foto de la tapa del diario “Muy”. Puede advertirse que hay una forma “redondeada”. Según los detractores de la imagen, se trata de la cabeza de su hijo Thiago, ya que se trata de un fotomontaje, tal como refleja este link. De acuerdo a aquellos que creen en la veracidad de las fotos, afirman que es la rodilla del crack rosarino.

Mucha ya es la polémica que ha generado esta violación a la privacidad de Lionel Messi. “En primer lugar Lio Messi estaba en el boliche Surrender de Las Vegas, es un lugar de fácil acceso. El tema es que todos tenemos derecho a las partuzas, a revolear cañitas voladoras por doquier. Es algo que está firmado en el convenio colectivo de los futbolistas” comenta el abogado especialista en diversión nocturna y señoritas ligeras, el Dr. Clementiano Rodríguez. “Tenemos fotos de más futbolistas de elite. Hay una de Cristiano teniendo una orgia con cosméticos y otra inédita de Tapia leyendo un libro, esto es solo el principio” comenta un fotógrafo en el anonimato. Pese a todo este escándalo, el astro del Barcelona aún no ha salido a desmentir nada, por lo pronto distintos entrenadores de la liga española ya se están frotando las manos. “Al contrario de todos los defensores de esta liga, a los fotógrafos no se les escapa nada de Messi. La solución para terminar con el reinado del Barcelona en España es simple. En lugar de poner a rústicos como Pepe a marcar a Lio, vamos a contratar a fotógrafos y periodistas para que lo sigan por todos lados” comenta un asesor de Carlo Ancelotti. 

Lo que se dice un mercenario

Hoy se habla y se clasifica a los jugadores con una liviandad absoluta. Uno es un “mercenario” o un “pesetero” por cualquier pequeñez. Bueno también es cierto que últimamente se juega más por amor al dinero que a los colores. En mi época uno le tenía algo de cariño al club donde jugaba, por más que uno no sea hincha de ese club. A ver, a uno que es profesional, o pretende serlo, le dan la oportunidad de jugar al fútbol y encima pagarle. Porque peor sería laburar, no me malinterprete, el ser jugador de fútbol también es un laburo bastante digno, por cierto. Uno tiene que  levantarse temprano para ir a entrenar, hay que resignar días de estar con la familia para poder concentrar o ir a la pretemporada, hay que hacer sacrificios y evitar los excesos —aunque cada vez menos lo hacen— como la joda, la noche, el pucho y miles de cosas más. Es un poco sacrificado, pero peor sería ser, no sé, remisero u oficinista. O cargar bolsas en el puerto. Nosotros, los futbolistas, somos unos privilegiados al poder “trabajar” de esto. Por eso —y a mi entender— tendríamos que ser más justos con los equipos que nos contratan.  Las nuevas generaciones se cagan —discúlpeme la expresión— en la gente de su club. Se van de joda, se dejan estar físicamente… y lo peor es que les importan tres pepinos los colores que defienden, todo lo hacen por la plata. Cuando yo jugaba, la cosa no era tan así. Ojo que le estoy hablando de hace tan solo veinte años atrás, tampoco es tanto tiempo si uno se pone a pensar, pero todo cambio para mal. Antes para ser considerado un “mercenario”, mínimo se tenía que pasar a la contra y gritarle un gol en la cara a su ex equipo. Ahora cualquier pelagatos de no más de 19 años que se va a jugar por plata al exterior ya es un calificado como mercenario… no es tan así. Es más, en mi época yo muy injustamente fui calificado como tal, usted tal vez conozca mi caso. Digo “tal vez” porque fue muy conocido en el ascenso. Pero por aquellas épocas lo que pasaba en el ascenso quedaba allí. Solo conocían los que eran hinchas de los equipos de la B. “El mercenario de Miguel Alibour” fue el injusto título con el que bautizaron injustamente los medios partidarios del Club Atlético Buena Esperanza ¡Y usted puede creer que me quedo ese apodo!

Yo ataje durante casi 21 años, debute a los 19 y me retire a los 40. En el último año de carrera jugué ese partido cruel en el que me bautizaron de esa manera. Lo triste es que ese inefable  apodo es con el que me recuerdan. Ningún hincha de ese equipo recuerda como me rompí el lomo —para no decir otra cosa— para sacarlo campeón de primera ¡Campeón de Primera! Nada más y nada menos. Nunca nadie defendió esos colores como lo hice yo, viejo. Pero toda mi carrera se olvidó, todo por un maldito partido. Todo muy injusto. Todo por un partido en el que demostré toda mi profesionalidad. Por eso hoy le quiero contar todo bien como fue. Quiero aclarar bien punto por punto. Es incompresible como  un tipo tan profesional y tan honesto como yo, haya caído bajo la cruel y helada connotación negativa de esa palabra nefasta.
Usted por ahí es un futbolero de ley y conoce mi nombre. Miguel Ángel Alibour. Tengo ya 60 pirulos. Si no me conoce o es un jovencito, use la internet —o el internet— para buscar mi nombre. En 20 años de carrera salí campeón de primera una vez, me fui al descenso la misma cantidad de veces y tan solo jugué en dos equipos.  Podrá comprobar que no soy tan “mercenario” como me quisieron pintar. A veces la gente en su afán de “ocultar” o “mitigar” los errores propios, busca culpables. Y encontraron uno en mí, una injusticia total.

No me quiero ir por las ramas; soy oriundo de Salta. Oran, puntualmente. Un buen día fui con el Chelo —somos amigos desde pibes— a probarnos a Club Atlético Buena Esperanza. Tendríamos 16 o 17 años. Vinimos de mandados que somos.  Me acuerdo que nos metieron en un equipucho horrible. Enfrentábamos a la cuarta o quinta, ya no recuerdo bien. Ese día yo atajé de todo, salvo tres pelotas que fueron imposibles de atajar. Terminamos perdiendo tres a dos.  El chelo había metido los dos goles nuestros. El coordinador de inferiores quedó encantado conmigo, o eso parecía. Resulta que tenían pocos arqueros y quedé. El pobre del Chelo se quedó afuera, una lástima. Él se volvió para Oran y yo me quede a vivir mi sueño de futbolista en la pensión del club. Una pensión bastante humilde, pero para qué queríamos lujos si estábamos cumpliendo un sueño. Me toco debutar a los 19 años en un partido durísimo contra San Lorenzo. Ernesto Sivio, el arquero titular se había ido expulsado en el partido anterior contra Atlanta, partido que todos los hinchas recordamos, porque termino atajando un defensor nuestro, el brasilero Olindes. Ganamos cuatro a tres y nos alejábamos del tan temido descenso. A mí me toco debutar, como le decía, contra San Lorenzo. No pude dormir durante toda la semana previa. Es más, ya desde el momento en el que  echaron a Sivio, me empezaron a temblar las piernas. Pero había compañerismo, Sivio me aconsejo durante todos los entrenamientos previos a mi debut. Me decía como debía pararme, me contaba las mañas de los delanteros rivales y todo lo que a un pibe le servía para dar sus primeros pasos en primera. Ahora no pasa eso, viejo. Todos se comen el hígado, los mismos compañeros se matan por un puesto o por un mango más. Discúlpeme que me vaya de tema pero hoy ya se perdieron todos los valores o los códigos, como le llaman ahora. Y bien, debate contra San Lorenzo. Y no me lo va a creer, pero fui la figura. Tape todo, empatamos cero a cero gracias a mí, no se equivoque no soy de esos agrandados, pero hasta los rivales me felicitaron una vez terminado el encuentro. Saque dos mano a mano nada más y nada menos que contra el Negro Manfredi. Ese día todos los diarios me pusieron como la figura de la cancha, por ejemplo el diario Clarín, me puso del apodo de “la pantera Alibour”, por mi forma de caer siempre parado y mi tez morena. Empecé con el pie derecho, como quien dice. Luego volvió Sivio a ocupar su lugar en el arco y yo volví al banco. Alterné banco y titularidad como por cinco años más, bah “alternar” es una forma de decir, porque ataje muy pocas veces. Cuando se lesionaba o lo expulsaban a Sivio. Hasta que en el 78 a ambos nos llegó la gran oportunidad. Vinieron desde Atlético Nacional de Colombia y se lo llevaron. Yo, en cambio, quede como el arquero titular.

Y así pasaron los años, yo me fui consolidando. Tuvimos épocas regulares, buenas malas. Pero nunca descendimos. Molestábamos y bastante. Hasta nos metimos en la Libertadores en más de una ocasión. En la liguilla pre Libertadores siempre rompíamos los cocos y nos respetaban bastante. En el 89 conseguimos algo que jamás pensamos conseguir con este humilde club. Salimos campeones de primera división. Lo más cerca que este equipo estuvo de salir campeón fue un subcampeonato de pura casualidad en el 63 pero nada más. ¡Qué manera de meter, Dios mío! Cuanto huevo tenía ese equipo.  Teníamos cada nene en el equipo que mama mía. El negro Pintos, Hermenegildo Sosa, Walter Ramón, Manuel Duró,  abajo, un volante central de la talla de Furriel —que después se fue a River—, a Quinteros, Romualdo Costiña, el Rifle Perea y el Moncho López arriba cabeceando hasta los ladrillos. Después alternaban José Rio, Eduardo Tomassi, el ardilla Francesco…

Ya en la fecha 10 le habíamos sacado ocho puntos al segundo. Recién perdimos el invicto por la fecha 13. Déjeme decirle algo que me llena de orgullo: yo era el capitán de ese equipo, encima terminamos con la valla menos vencida. Me acuerdo la noche en la que ganamos el campeonato. Niños, adultos y gente grande llorando. Todos venían y me abrazaban. Que lindos recuerdos. Había un chico que había venido en sillas de ruedas, me conto cual había sido su sueño; era el de vernos campeones. El pibe no soñaba con volver a caminar ¡Solo soñaba con vernos campeones! Le juro que llore como un nene cuando lo escuché.

Pero como todo lo que sube tiene que bajar, empezamos a decaer futbolísticamente. Malas decisiones de los dirigentes, jugadores que se iban de a poco. Lentamente pasamos de “molestar” a ni siquiera hacerles cosquillas a los otros equipos. Y llego ese último y fatídico torneo en primera. Últimos cómodos salimos. La gente que antes solo nos daba gritos de aliento, nos insultaba de arriba abajo. Yo era uno de los blancos predilectos de los hinchas. Yo le voy a ser muy sincero, cuando un equipo desciende o es goleado fecha tras fecha, seguramente el culpable directo es el arquero. Pero déjeme decirle que yo no tuve la culpa en la mayoría de los goles que nos metieron. No, no pretendo esquivar mi responsabilidad ni echarles la culpa a otros. Pero yo no tengo la culpa de haber tenido una defensa horrible y de que los dirigentes hayan traído cada muerto que daba miedo. Yo soy arquero, un simple arquero. Sin una defensa más o menos buena, por más que uno sea un Oliver Kahn o un Yashin, mucho no puede hacer. Y me echaron la culpa a mí. Se dijo cada barbaridad terrible. Que yo andaba mal de la vista, que ya estaba viejo, que me iba de joda… Justo yo, casado y con dos pibes hermosos. “Ciego”, “manco”, de todo me decían. Mucho se habló de mí, pero lo que más me dolió es que dijeron que yo solo jugaba por la guita, que ya debería haberme retirado.

Me fui por la puerta de atrás. Me echaron como a un perro sarnoso. Pero nuestros destinos  se volverían a cruzar.  Yo firme con Juventud de Rawson. Un pequeño equipo, justamente de Rawson. Había ascendido recientemente para disputar por primera vez el Nacional B y andaban buscando un arquero experimentado. No lo dudé y me fui a instalar en la paz del sur. Había una linda base en la que confluían juveniles y jugadores experimentados. Teníamos la difícil misión de mantenerlo en primera. Yo me tenía fe le confieso.  Empezamos perdiendo seis partidos al hilo. Recién ganamos un partido en la fecha diez y fue frente al otro debutante en la categoría: Deportivo Iguazú. No fue anda fácil la adaptación pero le poníamos el pecho y más o menos logramos levantar  y empezar a sumar puntos. El último partido de la primera rueda fue justamente contra mi ex equipo, no lo jugué. Pero no porque no quise. Tuve un hecho desgraciado que me impidió jugarlo. A mi padre le había dado un infarto y tuve que viajar de urgencia a Salta. Por suerte fue solo un susto. Ese partido lo perdimos tres a uno. Ellos venían quintos y nosotros en el lote de los últimos. Era mucha la diferencia entre ambos equipos. A pesar de que ellos estaban heridos y fundidos le metían garra. Nosotros hacíamos lo que podíamos.

En la segunda ronda  mejoramos bastante. Metimos cuatro triunfos al hilo. Sumamos puntos de visitante. Pudimos estabilizar al equipo. Pero al promediar esta segunda ronda, nos agarró un bajón. Perdimos tres partidos al hilo y de nuevo estábamos con la soga al cuello. Recién en la última fecha se definían los descensos y los que quedaban el octogonal. Mire que cruel es el destino, usted ya se habrá dado cuenta que ese partido crucial lo teníamos que jugar contra mi ex club, donde fui ídolo y ahora me odiaba. Club al que amaba.  Pero ahora me tocaba defender otro equipo y yo soy muy recto, muy profesional. Ellos estaban pelando para meterse en el octogonal para ver si podían ascender. Tenían que ganar o empatar y esperar a que Dalmine empatara o perdiese por goleada.  Yo soy hincha del club y me hubiese dejado hacer uno o dos goles, pero antes que hincha, yo soy un profesional —y por sobre todo un tipo agradecido— y me debía a este equipo ahora.  Sufría una impotencia bárbara por no poder ayudar a mi equipo a volver a la elite del fútbol argentino.  La semana previa al partido fue una porquería, una mierda —discúlpeme el vocabulario— una completa basura. Me llamaron a casa los dirigentes de mi antiguo club.  Primero se hacían los sotas. Me decían que yo era un ídolo, un ejemplo para los más chicos. Lambiscones eran. Me adulaban con palabras vacías y me daban a entender que querían que vaya para atrás ¡Justo a mí! Los saque corriendo. Al otro día ya fueron más directos y me ofrecieron plata. Les corte a esos hijos de puta —perdóneme el insulto— otra cosa no se merecían. Los muchachos me vieron tenso, muy mal de ánimo y comenzaron a apoyarme. Cuando más o menos logre concentrarme, mi señora me llamo desde Buenos Aires —donde habían quedado con mis hijos— para decirme que habían puesto un pasacalle que decía: “Alibour desagradecido, conociste el agua caliente en Buena Esperanza y nos mandaste al descenso, anda para atrás o sos boleta”. Quede pálido al escuchar eso. No sabe la calentura que me pegue. Pero que desagradecidos. Yo que soy el más hincha de ese equipo. Le pedí permiso al gringo Belini para salir un rato para despejarme e ir a hablar con una amigo. Fui a la casa del Rubio Finesa. Lucas Finesa fue uno de mis mejores amigos que me había dado mi equipo anterior. Era mi suplente.  A él también lo habían rajado por la puerta de atrás del Buena Esperanza.  Había pasado por una cantidad enorme de equipos ya. En ninguno se quedaba fijo. Si un equipo le ofrecía un mango más, se iba y punto. Él era lo que se dice un mercenario. Hoy por hoy atajaba en Dalmine y yo sé que a pesar de su interés por la guita, se había ido bastante dolido del Buena Esperanza y ahora buscaba venganza dejándolo afuera del reducido. Hable de todo con el Rubio. Me comento que a él también lo habían llamado los dirigentes de nuestro antiguo equipo. Pero que los había sacado corriendo ya que se había enterado que los sinvergüenzas ni siquiera les pagaban los sueldos a los empleados del club y pretendían malgastar guita en sobornos. Era un mercenario Finesa, pero guardaba algo de códigos aún. Estuvimos hablando como hasta las tres de la mañana. Me tranquilice bastante y me hizo bien hablar con él. Volví a la concentración como si me hubiese sacado una carga de encima.

El día del partido lo tomé como una verdadera final.  Los hinchas del Buena Esperanza me dedicaban cantitos, me puteaban de arriba abajo ¡hasta me hicieron una bandera los muy malditos! “Alibour traidor te vamos a matar”. Juro que me hervía la sangre. No le voy a contar los pormenores del partido ya que seguramente a usted no le interesara mucho. Pero fui la figura del partido, viejo, atajé todo. A los cinco minutos había llegado un centro envenado que cabeceo Soto y la pelota parecía que entraba al ángulo. No sé dónde saque tanta agilidad a los 39 años y volé para sacarla de un manotazo al córner. En una jugada posterior, el mismo Soto le pego cruzado, llegue a sacarla de una forma formidable. Hubo muchas jugadas más y yo me encargaba de ahogarle el grito a todos esos desagradecido. Sin embargo me dolía que estuviera dejando sin posibilidades de ascender al equipo de mis amores, pero estaba tranquilo. A los 30 minutos llego nuestro gol. Tiro libre espectacular que pateo Espasa al ángulo. Nos salvábamos del descenso. En el segundo tiempo el rival se desmorono, ya casi no nos atacaban y si lo hacían chocaban contra mis seguras manos. Y así se fue el partido. Ganamos de visitante y nos salvamos. Pero le voy a ser sincero, la mayor alegría la tuve cuando me entere que Dalmine había perdido por 3-0 y por diferencia de gol Buena Esperanza se metía en el reducido. Le juro que salte de la alegría por eso. Yo al principio tuve un poco de miedo por algún tipo de represalia que pudiesen haber tomado en contra mío o contra mi familia. Pero la verdad que lo único es que pase de ser un simple “mercenario” a ser un “súper mercenario”. Aún hoy  la gente de Buena Esperanza me cruza en la calle y me dice que por mi culpa casi se quedaron afuera del octogonal. Me recuerdan con ese vil calificativo. Es triste que pese más un descenso y ese partido que todo el resto.

Al otro día de terminado el partido fui a verlo de nuevo a Lucas Finesa.  Me hizo pasar a su departamento, estaba bastante contento el rubio. Me senté en uno de los sillones de su living mientras su señora nos servía un café y de fondo se escuchaba un programa infantil, que estaba mirando su pibe de no más de cinco años. El rubio miro detenidamente el bolso que había traído. “¿Trajiste eso?” me pregunto expectante Lucas. Abrí uno de los cierres del bolso y saque una bolsa con doce mil pesos.  Finesa quedo absorto en las doce lucas y se puso a contar billete por billete. Yo le di un sorbo a mi café pensando que había hecho la mejor inversión de mi vida, total cuatro mil pesos por gol no era tanta guita. 

Antonio Schweinheim 
Obra Publicada, expediente Nº 510614. Dirección Nacional del Derecho de Autor.

¿De qué te ponés contento?

 Yo la verdad es que no te entiendo Cacho, la verdad que no te entiendo. Ni a vos, ni a todos aquellos que van a una cancha. O a esos hincha...


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